viernes, 4 de mayo de 2018

BKAV VGYUR :: Thuk Je Che Tibet - Publicaciones

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BKLV VGYUR ( las palabras de Buddha ) (Sutra)

Siguiendo el ejemplo de su abuelo, el emperador Chienlung quiso dejar una obra que por su grandiosidad causara admiración y sensación en la posteridad.

Para lograr esa hazaña, optó por comisionar una copia del Sutra Bkav vgyur en escritura tibetana en oro, que pasó a ser parte de la Colección Imperial de la Dinastía Ching.


Bkav vgyur significa en tibetano las palabras de Buda, y es la colección completa de todas las enseñanzas y leyes impartidas por Sakyamuni.

En términos generales, el Sutra Bkav vgyur es ligeramente más pequeño en tamaño que el Sutra Dragón Tibetano, comisionado por el emperador Kanghsi. Sin embargo, tiene el mismo formato de encuadernación que este último.

Este tipo particular de encuadernación se conoce como “hoja de palmera”, debido a que asemeja a los antiguos tratados sobre budismo en India, que eran tradicionalmente escrito en pequeñas planchas de hoja de palmera, y colocadas posteriormente una sobre otra para ser protegidas entre dos tablas de madera.

Aunque las escrituras budistas en China se escribieron posteriormente sobre papel en vez de hojas de palmera, se siguió usando este método de encuadernación, razón por la cual lleva ese nombre.

El Sutra Bkav vgyur fue escrito sobre papel de color azul cobalto, y cada tomo está cubierto por una tapa y contratapa de madera. El conjunto se envuelve en una tela de sutra de color naranja y amarrada con una soga de seda. Todo el paquete se vuelve a envolver en un manto de seda blanca y protegido por otro par de tablas de madera laqueada en rojo de tamaño ligeramente mayor a la tapa y contratapa.

A su vez, este nuevo bulto es envuelto en un manto de sutra hecho de algodón amarrado por una larga cinta gruesa de seda. Finalmente, todo el bulto completo del manuscrito es protegido en una gruesa frazada rellena de algodón para protegerlo totalmente.

El contenido del Sutra Bkav vgyur es similar a aquel del Sutra Dragón. Ambos sutras adoptan un formato de ocho líneas por hoja, aunque el espacio entre las líneas del primero es más estrecho, pero su estilo de escritura es más fluido.

El Sutra Bkav vgyur no tiene los pequeños hoyos que se observan generalmente en la encuadernación “hoja de palmera”. En cada una de las cajas del mismo se encuentra una hoja con el contenido de la misma escrito en caracteres tibetanos, chinos y manchurianos. Sin embargo, a diferencia del Sutra Dragón, no se indica el número de los capítulos.

En un esfuerzo por pacificar a los mongoles y tibetanos, los manchúes adoptaron el budismo tibetano como parte de su política étnica. Para 1772, ya se había publicado el Tripitaka en chino, mongol y tibetano.

Sin embargo, no existía una versión en lengua manchú. Por esa razón, el emperador Chienlung ordenó la creación de la Oficina para Escrituras en Manchú dentro del Departamento de la Casa Imperial.

La Oficina tuvo a su cargo la traducción, grabado en madera e impresión de la edición en manchú del Tripitaka. La obra se terminó de traducir en 1790, y se tardó otros cuatros en grabar e imprimir el total de 108 cajas o volúmenes de las sagradas escrituras.

Un total de doce copias fueron impresas en tinta de color rojo bermejo, en ambas caras. Tales copias fueron repartidas a varios sitios estratégicos del Imperio para ser preservados.

En la actualidad, sólo quedan dos copias de esta edición original personalmente supervisada por el Emperador.
Una de las copias se encuentra en la Sala Sa-gsum Lha-khang del Palacio Potala, en Lhasa, Tíbet.
La otra se encuentra guardada en dos porciones, 32 cajas o volúmenes en el NPM y 76 cajas en el Museo del Palacio en Pekín.
La versión en manchú del Tripitaka está compuesta por las porciones del Mdo sna tshogs o Sutrapitaka y el Vdul ba o Vinayapitaka, traducidos de la versión en chino.

No se encuentra la parte correspondiente al Abhidharmapitaka.

Los sutras de las escuelas Mahayana y Hinayana constituyen el grueso del Tripitaka manchuriano; a diferencia de las versiones en mongol y tibetano, que contienen principalmente sutras de la escuela Vajranaya.

Esta de más decir que el Sutra Dragón tibetano, posee un enorme valor académico, no sólo por su contenido, sino también por la estética, los materiales usados en su confección y el legado espiritual que transmite sus enseñanzas.

Sobresalen en la obra las 756 imágenes de budas, que fuera de las representaciones repetitivas de los más importantes iluminados; también ilustran profusamente otros bodhisattvas, dharmapalas, patriarcas y arhats de la tradición budista.

También encontramos representaciones de budas tántricos en poses dobles con expresiones de enojo.

Dentro del budismo tibetano, las imágenes budistas son objetos de devoción y tema de meditación para sus fieles.

Los colores, dimensiones, poses y objetos accesorios que tienen en sus manos contienen profundas enseñanzas religiosas. Por esa razón, en la confección del Sutra Dragón Tibetano, no se pudo admitir ni el más leve error.

Todas las ilustraciones, cada uno de los caracteres en su texto, así como la secuencia del contenido fueron realizados siguiendo cuidadosa y meticulosamente las tradiciones clásicas encontradas en esculturas y estelas de piedra de épocas remotas que se pierden en el tiempo.

Siendo una extraordinaria obra maestra lograda a través del esfuerzo conjunto de los mejores pintores de la corte, así como excelentes calígrafos chinos y manchúes, el Sutra Dragón Tibetano, no sólo ofrece una apreciación visual de los mejores ejemplos de pinturas de imágenes del budismo tibetano, sino que también es una rica fuente para el estudio de la pintura palaciega de inicios de la dinastía Ching.


Thuk Je Che Tibet


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