viernes, 3 de noviembre de 2017

TIERRA SOÑADA || Descubierta una muralla íbera en el Albaicín de Granada | Cultura | EL PAÍS

Descubierta una muralla íbera en el Albaicín de Granada | Cultura | EL PAÍS

Descubierta una muralla íbera en el Albaicín de Granada

El Instituto del Patrimonio Cultural de España desvela restos de la línea de defensa de los primeros pobladores de la ciudad andaluza

Restos de la muralla descubierta en Granada.

Restos de la muralla descubierta en Granada.  EFE





El granadino barrio del Albaicín, frente a la colina de la Alhambra, está recorrido por varios centenares de metros de muralla construida en la época zirí, en el siglo XI. Pero no la hicieron de cero. La levantaron sobre una muralla romana que ya existía y que a su vez estaba construida sobre una muralla íbera preexistente.
Esos descubrimientos, que no eran del todo desconocidos para los historiadores y restauradores, han sido sacados ahora a la luz durante los trabajos de restauración que el Instituto del Patrimonio Cultural de España, dependiente del Ministerio de Cultura, están realizando en algunos de los tramos de la muralla zirí.
El proyecto supondrá una inversión de 1,4 millones de euros. Isabel Bestué, arquitecta del proyecto de restauración y responsable de los trabajos, explica que la muralla íbera descubierta “se trata de un paño de cinco metros de ancho por cuatro de alto aunque podría ser más si se excava toda su profundidad”. Y sobre ella, “otro paño de muralla romana con sillares”. Y sobre ella, la puerta de Hernán Román, musulmana. Y sobre ella, en el siglo XVIII se construyó la actual ermita de San Cecilio.
Isidro Toro, director del Museo Arqueológico de Granada, repasa la historia de la ciudad. “Los primeros granadinos se asientan en la ciudad en la colina del Albaicín, en el siglo VIII antes de Cristo, en la última fase de la edad del bronce”. A partir de ahí, el hoy muy turístico barrio y patrimonio de la humanidad, se convierte en el núcleo sobre el que crecerá Granada.

Gran deterioro

Los íberos también descubren el lugar y en el siglo VI antes de Cristo se asientan allí. El lugar ya se va configurando como zona urbana y, claro, hay que incorporarle una muralla defensiva. Esos son los restos que ahora han aflorado. Se encuentran en la conocida como puerta de Hernán Román y que habían sufrido un gran deterioro por la construcción sobre ellos de la ermita de San Cecilio.
La intervención del Instituto de Patrimonio Cultural de España comenzó en diciembre de 2016 y estaba previsto concluirlos a mediados de 2018. Los descubrimientos, cuenta la arquitecta jefe, obligarán a retrasar algo el fin de las obras ya que habrá que, según cuenta Bestué, “integrar los restos arqueológicos en el conjunto” y permitir que se aprecien todas las etapas de la muralla.
Los trabajos, cuenta, se centran en cuatro tramos principalmente, todos ellos ziríes en su última configuración o, al menos, en la visible actualmente. Se trata de la Torre de las Tres Caras, la puerta de Hernán Román, algunas torres y restos de lienzos situados en la plaza del Cementerio de San Nicolás y entre la calle Horno de San Agustín y el Convento de las madres Agustinas.

Patologías

Los trabajos de restauración -que han sido presentados por el director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente, y por el director general de Bienes Culturales y Museos de la Junta de Andalucía, Marcelino Sánchez- intentarán eliminar las diferentes patologías que afectan, casi por igual a todos los tramos tratados: suciedad generalizada, proliferación de plantas invasoras, deterioro y disgregación de tapiales, distorsión de su fisonomía original por la presencia de nuevas construcciones y de restauraciones diversas, problemas de inestabilidad estructural y deterioros por causa de la humedad.
Para ello, el proyecto de restauración contempla, entre otros aspectos, la consolidación de las estructuras, así como la limpieza, restauración y reintegración de masas y superficies parcialmente perdidas del tapial. También está planificado la eliminación de los numerosos elementos que en el transcurrir del tiempo se han ido añadiendo a la obra original así como la eliminación de las diversas especies vegetales invasoras. Finalmente, los trabajos tratarán de se recompondrán las geometrías y los volúmenes originales y se dotará de estabilidad estructural a la muralla, tratándola, además, con las medidas anti agua y humedad necesarias.

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