martes, 21 de noviembre de 2017

MAFALALA || Tours entre casitas de madera y zinc | Blog Africa no es un pais | EL PAÍS

Tours entre casitas de madera y zinc | Blog Africa no es un pais | EL PAÍS

Tours entre casitas de madera y zinc

Tres jóvenes mozambiqueños transforman una de las zonas más deprimidas de Maputo gracias al turismo

Mural en Mafalala.

Mural en Mafalala. 



Los padres de Iván Augusto Laranjeira son de Mafalala, uno de los asentamientos informales del extrarradio de Maputo. Se podría parecer a muchos barrios humildes, de muchas ciudades desiguales, de todos los continentes, por material constructivo, por problemas endémicos como el alcoholismo y la criminalidad o por sus escandalosas tasas de desempleo. Pero los sitios son las personas y algunas, como Iván, Erica Judite Mata y Carlos Mamudo, sus socios en Iverca, la pequeña empresa que crearon en 2009, con menos de 30 años, han provocado que Mafalala se haya convertido en uno de los centros turísticos de la capital mozambiqueña.
Con su iniciativa se suman a la oferta del país centrada en sol, playa y avistamiento de animales; sin embargo, por responsabilidad, raíces y conciencia, toman distancia de la pornomiseria y el espectáculo de la caridad que, para muchos, supone bucear en el sur del planeta, y ponen en valor las costumbres, la vida y las vidas de una periferia tradicionalmente denostada y que, sin embargo, ha sido el hogar de personalidades de la talla de Samora Machel y Joaquim Chissano (dos presidentes del país), José Craveirinha (uno de los grandes poetas mozambiqueños) o Eusébio da Silva Ferreira (la estrella de fútbol portuguesa).
"Cuando sales de un lugar así, nunca miras atrás, jamás regresas", señala Iván. Pero él volvió a la tierra que vio nacer a sus padres para hacerla (aún más) grande.
Pregunta. ¿Cómo nace Iverca?
El turismo que se llevaba a cabo en los grandes ressorts tenía un poso racista que impedía el uso de esos espacios de disfrute por parte de los individuos negros
Respuesta. Nuestra idea era crear propuestas con las que nos sintiéramos más identificados como mozambiqueños, que sirvieran para incluir a las comunidades más desfavorecidas y que, de paso, las transformara en protagonistas de toda nuestra labor. Al  mismo tiempo, queríamos cambiar la forma de inversión en el sector. El empresariado local y la juventud se estaban quedando fuera de una de las actividades económicas más importantes del país. Por otro lado, el turismo que se llevaba a cabo en los grandes resorts tenía un poso racista que impedía el uso de esos espacios de disfrute por parte de los individuos negros. Como es lógico, todo esto nos resultaba de lo más chocante y ofendía nuestra integridad y mozambicanidad, de ahí que decidiéramos apostar por un turismo responsable que garantizara la sostenibilidad de la comunidad.
P. ¿Por qué escogisteis Mafalala?
R. Porque es un barrio que respondía al perfil ideal para el empoderamiento de una comunidad a través del turismo y, además, contaba con todos los recursos culturales necesarios para convertirse en una atracción turística, un poco en la línea de Soweto, en África del Sur, o de las favelas de Río de Janeiro. Tuvimos en cuenta, también, la afinidad existente entre ese espacio y yo, toda mi familia viene de Mafalala y, aunque yo no haya vivido ahí, siempre crecí con el barrio presente en las historias que mis padres me contaban de los tiempos en los que grandes nombres marcaron y moldearon la historia de Mozambique, convirtiéndose en destacadas figuras mundialmente. Para concluir, tras un análisis de mercado, entendimos que Mafalala encajaba estratégicamente en los cinco puntos de la ley de Michael Porter (amenazas de competidores y productos sustitutos; negociación de proveedores y clientes; y rivalidad entre competidores) y podría suponer una gran innovación para el sector del turismo en Mozambique.
Construcción en el barrio de Mafalala.
Construcción en el barrio de Mafalala. IVERCA
P. ¿Qué tiene de especial el barrio?
R. Además de haber sido el barrio de dos presidentes y de otras personalidades de la cultura, las artes y el deporte, tiene una arquitectura peculiar marcada por las construcciones en madera y cinc y acoge a una comunidad bastante diversificada en términos étnicos, lo cual hace de él una especie de Mozambique en miniatura; es uno de los lugares que más contribuyen en la evolución de la marrabenta (el estilo musical más popular del país) y fue en este barrio en el que se desarrolló la conciencia política de los movimientos nacionalistas que, tiempo después, confluirían en el FRELIMO (Frente de Liberación de Mozambique).
P. El sitio estaba decidido, pero... ¿cómo empezar?
R. Los inicios no fueron fáciles. Estuvieron muy marcados por un escepticismo enorme por ambas partes: la comunidad residente y los organismos públicos. Fue necesaria una acción fuerte de sensibilización, que se tradujo en el reclutamiento de 30 jóvenes locales para formarles como guías turísticos y en una campaña posterior dirigida a los residentes y jefes comunitarios con el objetivo de crear el Mafalala Walking Tour, un recorrido a pie por los puntos de interés histórico-cultural. Fue igualmente importante en este proceso la realización y producción del Festival Mafalala en el que se enalteció el rico patrimonio del barrio y los aspectos positivos del arte local, principalmente, la gastronomía, la música y la danza.
P. ¿Qué consecuencias está teniendo el turismo en Mafalala?

RECOMENDACIONES DE IVÁN AUGUSTO LARANJEIRA PARA SABER MÁS SOBRE MAFALALA

R. Ha traído efectos bastante positivos por el hecho de emplear, directamente, a 10 personas y, de manera indirecta, tener a 30 que proporcionan servicios o que tienen negocios que sirven de soporte para la actividad turística. El turismo despertó/inició el debate en Maputo sobre la puesta en valor del patrimonio cultural de la periferia y acerca de la urbanización de estos asentamientos informales. Mafalala representa un buen ejemplo de democratización cultural, puesto que contribuye al acceso a la cultura de grupos marginados ya que, a través de ella, llevan a cabo su empoderamiento, económico y social. Hoy por hoy, Mafalala está siendo objeto de un mayor interés por parte de la Academia.
P. Mozambique limita con África del Sur, ¿qué lecciones se han aprendido del turismo en los townships de allí?
R. En Iverca hemos aprendido la importancia de garantizar el empoderamiento y el control de la acción por parte de la comunidad durante todas las fases del proceso turístico, el respeto a la privacidad e imagen de la comunidad, que no se puede olvidar inventariar el patrimonio cultural, que resulta fundamental el reconocimiento oficial de los espacios como lugares de protección, así como la preservación y conservación del patrimonio cultural por parte de los organismos públicos, en particular, de los municipios, que es necesario llevar a cabo una investigación histórica continua y publicarla y, por último, tener mucho cuidado para no incurrir en el voyeurismo que este tipo de turismo puede generar.
P. ¿Qué ha cambiado en Mafalala?
Las personas hoy se enorgullecen de decir que son de Mafalala
R. Las personas hoy se enorgullecen de decir que son de Mafalala, es decir, siempre existió ese orgullo, pero ahora está más generalizado y se asocia al turismo. Por otro lado, al ser un barrio que está en el corazón de la ciudad, empieza a ser objeto de interés para la clase media y se está produciendo una incipiente gentrificación. Pero, por encima de todo, observo un orgullo que florece como resultado del rescate de la identidad colectiva y de la memoria común de su comunidad.
P. ¿Cómo conseguir financiación con un proyecto así?
R. Comenzamos con una ayuda inicial de 10.000 dólares proveniente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la formación de los guías turísticos, la investigación histórica, la creación y promoción de la ruta turística Mafalala Walking Tour (que también contó con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, AECID) y la realización del Festival Mafalala. A partir de ahí, el proyecto se ha mantenido gracias a las tarifas que se cobran a los turistas que vienen a Mafalala. Entretanto, estamos siempre pendientes de las convocatorias a subvenciones para poder cumplir más sueños.
P. ¿Qué tipo de turista visita a Mafalala?
R. La mayor parte de los visitantes a Mafalala son expatriados residentes en Maputo, aunque también vienen los europeos, americanos, australianos y japoneses que desembarcan de los cruceros que recalan en la ciudad.
P. ¿Cómo conseguir que provengan también de países africanos?
R. Esto pasa por permitir una mayor conectividad entre los países africanos, por reducir los precios de los billetes de avión entre países del continente, por permitir la libre circulación, como la exención de visado, por poner un ejemplo. Por otro lado, si nos referimos a la diáspora africana, considero que es necesario deconstruir la imagen del continente y hablar a los afrodescendientes de la cara maravillosa del continente africano, especialmente, en lo que concierne a su diversidad cultural y a su historia.
P. ¿Cuáles son los próximos proyectos de Mafalala e Iverca?
R. En este momento trabajamos en la construcción de un Museo Comunitario del Barrio de Mafalala y también hemos iniciado un proyecto de expansión para llegar a otras partes del país. Queremos especializarnos en el turismo cultural en Mozambique y capitalizar las potencialidades existentes en el país.
Lucía Mbomío ha trabajado en Españoles en el Mundo (Tve1), Madrid Directo(Telemadrid), El Método Gonzo (Antena 3) o, en la actualidad, en Aquí la Tierra(Tve1). Por otro lado, ha dirigido y guionizado documentales para la serie de Movistar tv, En Tierra de los Nadie. En mayo publicó su primer libro, Las que se atrevieron.




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