sábado, 4 de noviembre de 2017

Fotorrelato: El fin de semana de Babelia | Babelia | EL PAÍS | Los vidriosos ojos de los occidentales

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El fin de semana de Babelia

El fin de semana de Babelia

Una selección de recomendaciones culturales para los próximos días

¿Para qué público hace un director su película? La pregunta es pertinente a cuenta del estreno de ‘El tercer asesinato’, del japonés Hirokazu Kore-eda, y la respuesta fácil –para sus compatriotas- pega de obvia. Y de poco meditada. ‘El tercer asesinato’ es el primer ‘thriller’ del cineasta, un director con una legión de seguidores por todo el mundo y al que se rifan los grandes festivales de todo el mundo. Más cercano a Ozu que a Kurosawa –por ponerle en contexto-, Kore-eda es el maestro de las pequeñas relaciones sentimentales y familiares, un creador muy atento al ritmo de su cine y al universo que le rodea. Y en ‘El tercer asesinato’ ese ritmo convierte al filme en un ‘thriller’ filosófico en el que, a fuerza de variar narración tras narración la descripción de un crimen, acaba no importando quién lo cometió sino por qué. Todo ello en mitad de un sistema judicial completamente ahogado por los símbolos, los ritos y las ceremonias, que ralentiza cualquier intento de esclarecer lo ocurrido sin que tampoco a los abogados les moleste encarar un sistema tan obtuso. Y de ahí surge la duda: ¿puede un espectador europeo entender y disfrutar de una película a la que desde nuestro criterio occidental le falta una velocidad? Más aún, ¿podemos juzgarla y valorarla desde ese criterio? Supongo que los críticos se enfrentan a este dilema constantemente, porque está claro que Kore-eda ha realizado ‘El tercer asesinato’ para sus compatriotas (sí, al final hemos vuelto a la respuesta obvia) y que el público español debe de cambiar sus parámetros para aceptar que su morosidad nace de la cultura retratada. Eso sí, una vez sumergidos en esa atmósfera, queda una película precisa, dolorosa, entretenida. Por GREGORIO BELINCHÓNrn
Los vidriosos ojos de los occidentales ¿Para qué público hace un director su película? La pregunta es pertinente a cuenta del estreno de ‘El tercer asesinato’, del japonés Hirokazu Kore-eda, y la respuesta fácil –para sus compatriotas- pega de obvia. Y de poco meditada. ‘El tercer asesinato’ es el primer ‘thriller’ del cineasta, un director con una legión de seguidores por todo el mundo y al que se rifan los grandes festivales de todo el mundo. Más cercano a Ozu que a Kurosawa –por ponerle en contexto-, Kore-eda es el maestro de las pequeñas relaciones sentimentales y familiares, un creador muy atento al ritmo de su cine y al universo que le rodea. Y en ‘El tercer asesinato’ ese ritmo convierte al filme en un ‘thriller’ filosófico en el que, a fuerza de variar narración tras narración la descripción de un crimen, acaba no importando quién lo cometió sino por qué. Todo ello en mitad de un sistema judicial completamente ahogado por los símbolos, los ritos y las ceremonias, que ralentiza cualquier intento de esclarecer lo ocurrido sin que tampoco a los abogados les moleste encarar un sistema tan obtuso. Y de ahí surge la duda: ¿puede un espectador europeo entender y disfrutar de una película a la que desde nuestro criterio occidental le falta una velocidad? Más aún, ¿podemos juzgarla y valorarla desde ese criterio? Supongo que los críticos se enfrentan a este dilema constantemente, porque está claro que Kore-eda ha realizado ‘El tercer asesinato’ para sus compatriotas (sí, al final hemos vuelto a la respuesta obvia) y que el público español debe de cambiar sus parámetros para aceptar que su morosidad nace de la cultura retratada. Eso sí, una vez sumergidos en esa atmósfera, queda una película precisa, dolorosa, entretenida. Por GREGORIO BELINCHÓN

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