viernes, 4 de agosto de 2017

PICASSO DE TRAZO LIBRE || El trazo picassiano de Valdemar | Blog Africa no es un pais | EL PAÍS

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El trazo picassiano de Valdemar

El pintor: "Fue curioso que viniendo de Santo Tomé y Príncipe fuera el único niño que sabía leer y escribir en primero de primaria cuando llegué a Portugal"

Obra 'Peixes', de Valdemar Doria (2014).

Obra 'Peixes', de Valdemar Doria (2014).





Mezcla referencias africanas y europeas como Malangatana, Dalí o Picasso en un trazo libre. Pintó con estética cinematográfica, en tinta china, como un relato... Valdemar Doria es un artista plástico nacido en Santo Tomé y Príncipe hace 43 años que ha sido reseñado en la revista portuguesa Visão entre las 10 figuras más prometedoras del panorama africano contemporáneo, junto a otros grandes artistas como la cantante caboverdiana Lura o los internacionales Buraka Sound Sistema.
Inaugura en Lisboa la exposición titulada Budu Budu, que en lengua criolla de Santo Tomé significa piedra a piedra. En esta exposición, abierta hasta inicios de septiembre en el Clube do Bacalhao, se muestran obras pictóricas nunca expuestas al público desde los inicios de su carrera hasta la actualidad. En palabras de su autor "esta exposición representa la consolidación de mi persona como artista sólidamente, paso a paso, piedra a piedra".
Cuenta que su madre tuvo que dar explicaciones en el colegio porque los maestros pensaron que algún familiar le estaba haciendo en casa las tareas de pintura y dibujo. Ahora desvela en esta entrevista la historia que esconde una de sus obras más conocidas: A Ballarina (La bailarina),con la que participó en la VI Bienal de Arte y Cultura de Santo Tomé y Príncipe, y que hace un guiño a la obra homónima del modernista portugués Almada Negreiros.
Pregunta. Nació y creció en Santo Tomé hasta los siete años, ¿Qué recuerdos tiene de aquel tiempo?
Respuesta. En Santo Tomé en aquella época la educación era muy buena. Yo estudiaba con las monjas y allí teníamos clases de dibujo, pintura, gimnasia y muchos juegos. Recuerdo el juego de tocar líquidos y solidos con los ojos vendados y adivinar lo que era: si era agua, si era barro, si era arena. Recuerdo tocar el fruto del cacao, su olor y su viscosidad. Recuerdo el olor de la cola, también del olor del izaquente (un fruto típico de la isla). Son esos los recuerdos que tengo de Santo Tomé, la escuela, la música y mi familia.
P. ¿Cómo fueron sus inicios como artista plástico?
R. Desde que estaba en secundaria algunos profesores comenzaron a comprar mis obras. Participé en varias exposiciones de la Escuela de Artes y comencé a llamar a puertas para exponer de forma profesional, pero en el Portugal de la década de los 90 había pocas oportunidades para artistas africanos. Sólo pintores consagrados como Antonio Olé, Malangatana o Graça Morais conseguían exponer. En otro grupo estábamos Eduardo Malé, Ismael Sequeira, Francisco Xabier o yo, que intentábamos hacer algo con nuestra pintura.
P. ¿Qué hito recuerda?
R. En 2004 expuse en la Casa de la Morna de Tito París y vendí algunas obras. Estaba deseoso de pintar y dibujar y cansado de no tener oportunidades en Portugal, así que con el dinero que gané en la exposición me fui a Irlanda a probar suerte. Entre 2004 y 2010 viví en Dublín, Londres y Amberes y participé en varias exposiciones y ferias de Arte, como la Feria Africana de Dublín.
"Estúpidamente o no, busco a alguien para amar y alguien que me ame"
P: Desde 2010 está de nuevo en Portugal, ¿Cómo ve el panorama actual?
R. Cuando me fui en 2005, la música africana dio un boom y el arte africano estaba haciéndose su hueco. Artistas como los Buraka Sound Sistema eran en aquella época los impulsores de la herencia africana o negra. Actualmente hay más oportunidades y en este momento estoy dedicado al 100% a mi pintura. Realizo muchas exposiciones y me adapto al mercado. Intento pintar también en formatos más pequeños porque sé que la gente no tiene mucho dinero para comprar obras mayores. Yo sé vivir con poco pero ahora tengo dos hijos. A veces paso dificultades económicas aunque, gracias a Dios, por ahora siempre han aparecido soluciones.
P.  Una de sus obras más valoradas es La Bailarina, con que participó en la VI Bienal de Arte de Santo Tomé y Príncipe ¿Qué historia encierra esta obra?
Obra 'A Bailarina', de Valdemar Doria.
Obra 'A Bailarina', de Valdemar Doria.
R. En ese momento, representaba mucho para mí participar en la Bienal de Arte de Santo Tomé, mi tierra natal. Quería hacer algo muy bueno, interesante, que no pasase desapercibido. Llegué a Santo Tomé un mes antes para pintar, pero me bloquee y solo conseguí empezar en la última semana. Estuve dándole muchas vueltas y al final apareció la bailarina. Cuenta la historia de un chico que fue a coger plátanos en una finca ajena, algo que ocurre casi todos los días por allí, pero en este caso el dueño de la finca le dio un tiro y perdió la pierna. Al que disparó que yo sepa ni le procesaron, no le ocurrió nada. Fue una historia que me impactó, por eso la bailarina tiene bananas y una pierna de madera. Fue también un guiño a la obra de la bailarina de Almada Negreiros, pues estábamos homenajeando a Almada en esa bienal. Use una historia del presente con relación al pasado. Creo que es la primera vez que hablo sobre esto.
P. ¿Su pintura tiene algo que ver con camino, con búsqueda?
R. Sí, busco un camino. Un camino que me satisfaga. Busco constantemente sentirme bien emocionalmente. Estúpidamente o no, busco a alguien para amar y alguien que me ame. Busco mi camino dentro de las artes también. Ganarme la vida pintando. Encontrar un sitio donde consiga vender y sea rentable. Encontrar personas acertadas con las que pueda trabajar. Alguien en quien confiar, que confíe en mi trabajo y que le guste. Que no me traten como una mercancía, que mis obras no sean solo dinero. Me gusta tener una buena relación con quien vende mis obras.
P. Ahora pinta en un estilo más libre. ¿Cómo es su proceso creativo?
R. No siempre es igual, depende de lo que tenga que hacer al día siguiente. Tengo un cuadro que tardé cuatro o seis años en acabar. Empezaba, después no tenía más que añadir. Después de un tiempo me desbloquee, pinté de nuevo, después paré. Es decir, no me siento bien cuando estoy forzando para acabar. Prefiero parar no estropear para lo que ya está hecho. Otras veces forzándome doy un salto, porque me veo obligado a resolver la obra de una manera diferente. Así que también a veces me esfuerzo, me fuerzo de hecho. Pero sí, estas obras llevan su tiempo, su tiempo de llanto, es como si fuese una sangría, remuevo todo lo que tengo dentro y lo pongo en el lienzo. También puedo llegar con espíritu preparado y acabo la obra en 2 horas: todo ese dolor, placer… todo queda plasmado. El cuadro pasa a ser un objeto inerte que carga todas las emociones que sentía el día en que lo pinté.
Actualmente hay más oportunidades y en este momento estoy dedicado al 100% a mi pintura
P. ¿Dónde se formó como artista?
R. Estudié en varias escuelas de Lisboa y alrededores. Cuando llegué a Portugal fue curioso que, viniendo de Santo Tomé y Príncipe, era el único niño que sabía leer y escribir en primero de primaria. En la Escuela Profesional de Val do Rio estudié Artes Gráficas, después empecé Bellas Artes en la Universidad Lusófona, pero no me adapté. Prácticamente crecí solo, mi madre siempre estaba trabajando, por lo que me cuesta seguir pautas de orden y constancia. Por dar un ejemplo, un día la profesora nos pidió para hacer un dibujo de una modelo durante media hora. En esa media hora yo podía hacer seis dibujos. No podía contenerme y hacer sólo uno. En la facultad mi falta de disciplina me dificultó las cosas. Hoy en día puedo pasar día y noche pintando.
P. ¿Qué hace cuando no pinta?
R. Hago fotografías o escribo como estoy sintiéndome en ese momento. Pero sobre todo la fotografía es un buen complemento para mis pinturas y dibujos. Busco composiciones que me agraden. Me llena la mente, me pone a pensar y a dibujar otras cosas.
P. ¿Escucha música de Santo Tomé para inspirarte?
R. No, porque aquella música que quiero ya no la encuentro. Pero las tengo como memoria. Tal vez no me acuerdo de las letras. Pero sí de los ritmos. Si no tengo música mejor. Aunque ya he tenido que pintar con la televisión encendida, la radio funcionando y mi madre hablándome.
Valdemar Doria en su exposición Budu Budu, en Lisboa, Portugal.ampliar foto
Valdemar Doria en su exposición Budu Budu, en Lisboa, Portugal. Y. M.


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