El Monasterio ganden thubchen en la ladera norte de litang, el tíbet. Pertenece a la (secta amarilla) y fue fundada en 1580 por sonam gyats (3 er Dalai Lama).
Thuk Je Che Tibet
el dispensador dice: las visiones son distintas según quien mira, cómo lo hace, cómo interpreta lo que ve y lo que percibe... hay evidencia que no hay casualidad en quien se cruza ni en el por qué lo hace, todo está escrito desde mucho antes que suceda, porque la respuesta es la resultante a la expresión de la consciencia inesperada que desciende para trascender por un instante, y recogerse en el siguiente... en el Tíbet, lo que ven unos ojos no se corresponde con lo que ven otros ojos parados en el lugar contiguo, dominando el mismo paisaje, justamente porque las interpretaciones definen a cada persona y sus contenidos, definen a cada persona y su personalidad, definen a cada persona y su destino... estableciendo que el karma que se arrastra es justamente el portador del motivo que te trajo a estar divisando una realidad quizás parecida, tal vez semejante, pero con distintos contenidos a impregnar en el espíritu buscador del "tiempo que sigue"... el tiempo es una ilusión que te hace suponer que vas hacia un algo, cuando en realidad está sucediendo que es la vida la que te está atravesando...
todo eso que crees ver no es como lo percibes... hay un paralelo que se escurre por el lateral derecho y otro paralelo, distinto, que se escurre por el lateral izquierdo, dándose por supuesto que hay un plano que pasa por arriba mientras otro va por debajo, pero no son los únicos componentes de una geometría atemporal y compleja... ya que hay evidencias de otros paralelos más colaterales aún que portan realidades divergentes según quien esté presente en ellas... y todo se sucede como si fuese un tren fantasma en un centro de diversiones... según el momento y quién está en él, es la realidad que se traduce en el alma... ¿subes?, subo... ¿bajas?, subo... en el Tíbet nadie desciende, ni aún creyendo que lo hace... sientes que trepas una sección de montaña pero simultáneamente sientes que asciendes por la ladera de tu propia alma, por alguna de ellas, donde las aristas ofrecen reparo o peligro extremo...
China se apropió del Tíbet porque allí hay recursos económicos que le alimentan el ego a una sociedad imperial donde pocos viven a puro bienestar a efectos que millones permanezcan esclavizados y dominados sin voz, despojados de sus futuros para alimentar el ego de los "sin escrúpulos"... luego el mundo humano creerá la historia que le cuenten, o asumirá como válido el relato que los medios construyen para comprar y vender mentiras sobre las realidades ajenas... pero en occidente, el denso, el pesado, el dolor de los otros se refleja distorsionado por los manipuladores de opiniones, por los fabricantes de historias falsas, o por los constructores de realidades falaces, y entonces, todo da lo mismo... ¿viste que lindo es el Tíbet?, pero sucede que no estuviste allí sino en Nepal, bueno... da lo mismo, todo queda por el mismo lado... Bhutan se le parece, y todos los rostros traducen el mismo paisaje... entonces las apreciaciones se multiplican en un error que se va haciendo barro hasta volverse lodo, pegajoso, que se va tragando al que lo pisa, ahogándolo en el ego que se vende como autosuficiente, capaz de atropellar el presente incomprensible y el mañana indescifrable...
pero según dónde te ubicas en las laderas del tercer polo (Tíbet) las realidades que se ofrecen sintonizan o no con el alma del espectador... o ves... o no ves... oyes... o no oyes... sientes... o no sientes... entonces ves pasar caravanas de penitentes que van hablando entre ellos de cosas diferentes, en verdad uno habla de una cosa y el próximo de otra distinta, no se están oyendo ni tampoco están atendiendo, están queriendo aturdirse para no verse obligados a comprender lo que están viendo mediante la pobreza de sus ojos... lamentables visiones del occidente inmóvil... paseantes con visiones de turismos facilistas que evitan "entender" a efectos a asumirse a salvo del laberinto en el que están inmersos sin siquiera darse cuenta... Nepal no es el Tíbet, aún cuando esté en la misma región... Bhutan no es el Tíbet aún cuando tenga el mismo paisaje... ni qué hablar de China... China es un compra-venta de baratijas que hay que saber separar de aquello donde todo se mezcla para confundir al desprevenido, al inocente confundido... el amor no está en las palabras recitadas para zafar del momento comprometido, está en los hechos que prescinden de las palabras para sacar a relucir la esencia del cada quién... no, no te confundas... Tíbet parece estar en la Tierra humana, pero en dicha comarca no hay nada que confluya o conduzca hacia lo humano...
se me ocurrió una vez... preguntar a una excursión de turistas de distintos países qué habían visto a lo largo del camino (supuestamente el mismo para todos ellos)... las respuestas no me sorprendieron, de los veinte nadie había visto con sus ojos lo que había sido visto por los otros, ofreciendo respuestas opuestas según sus respectivas percepciones... donde unos veían templos otros veían piedras congeladas... donde uno veía soledad otro veía fantasmas... y pensé para mis adentros: todos están atrapados en el laberinto de sensaciones abrumadas por los paralelos simultáneos... allí te das cuenta del poder de la estupidez humana... no faltaba quien aseveraba haber visto a monjes caminando entre los hielos, convenciéndose que dicha visión agregaba valor a su paso espiritual, ése mismo que le aseguraba que a su regreso al occidente denso, los bienestares estarían aguardándole del mismo modo que sus mentiras que le habilitaban a escalar puestos en el trabajo donde era obsecuente del poder ostentado por otros con menos escrúpulos que él... la miseria humana funciona así, se disfraza para venderse como oveja... pero hay colmillos asesinos acechando a la espera de ver qué te pueden quitar, para luego decirse a sí mismo que no se trata de nada personal, que es la vida, y que el daño es propio del sentimiento depredador... entonces, me río y continúo con mi camino...
el Tíbet no se puede cruzar con vehículos todo terreno... estás obligado a caminar... y en dicho camino estás obligado a estar acompañado de tu consciencia, de tu ángel de la guarda, de tu alma y de tu espíritu... ya que si te separas de ello, cualquier cosa que se te muestre te generará una paradoja sentimental... viendo entonces cómo se definen las auras de los que mienten amor, justicia o conocimientos, porque allí todo se detecta indefectiblemente... y las auras viran de un color a otro tratando de ocultar lo inocultable... reflejando cómo se recita amor en lecho ajeno... evidenciando cómo se describe la justicia que condena la conveniencia del prójimo despojado... comprando y vendiendo ciencias de conveniencias que denigran la fibra de la profesión para lograr un bienestar donde el sentimiento se acomoda a la tragedia del vecino... sí, estás obligado a caminar... no hay otra forma de atravesar semejantes variaciones... caminando poco vuelas mucho... caminando mucho quizás ni siquiera hayas dado un solo paso en dirección a tu mañana necesario, ése que contiene ése futuro del que no quieres ni enterarte...
supe entonces tener una experiencia sublime, inesperada, pero sublime... de pronto, en un giro de esa rara mezcla de laderas y abismos, pude divisar a todos los que se habían cruzado durante mi vida, los que habían estado al lado, supuestamente al lado, los que habían dependido de mis labores, de mis éxitos y mis fracasos, más de estos últimos (fracasos) que de los primeros (éxitos), los que habían aparecido para obtener algo a cambio, los portadores de envidia y otras segundas intenciones, los cínicos y los hipócritas, y pude verlos a cara descubierta... iban hablando algunos y en silencio otros, todos exhibiendo una desfachatez que daba pavura... todos arrastraban sus miserias invisibles así como sus mezquindades con forma de cadenas engrilladas a sus tobillos y a los despojos de sus almas... daba pena verlos... producía una sensación inexplicable de zozobra y condena... había quienes arrastraban sus mentiras a modo de campos de espinas de acacias (esas de tres puntas que producen un dolor insoportable)... había quienes intentaban explicar lo inexplicable vomitando excusas insoportables que creaban escudos para diluir el sentido de sus miserias espirituales... había quienes se referían a Dios como lanzas protectoras de sus comodidades alcanzadas a cambio del sacrificio de voluntades ajenas... así como había otros que defendían causas indefendibles argumentando derechos cósmicos de cuestiones terrenales... reclamando por todo aquello que uno no les había proporcionado para transitar sus propios reinados... no puede menos que reírme... reírme no de ellos, sino de mi mismo... descubriendo que la distancia me había salvado de semejante atropello a la razón íntima...
luego de la risa íntima... ésa que te hace comprender que la distancia existió aún a pesar de parecer estar en compañía sincera... observé cómo las mentiras se revolvían en las entrañas de los penitentes condenados, esos mismos que alguna vez habían compartido momentos o instantes contigo... decían una para crear otra al paso siguiente... inventaban otra para convencerse que la anterior estaba bien y que ocultaba la previa... y así en forma repetida... entonces, en la soledad de mi silencio me dije: aún cuando estas mezquindades crean invadirte no lo hacen... no pueden porque eres inexpugnable a sus miserias... miré hacia el horizonte y vi una geometría cósmica de esas que son cuánticas en lo simple del fractal que no alcanzas a divisar con los ojos... vi que estaba junto a mi consciencia, a mi ángel, a mi alma y a mi espíritu, y me repetí, estamos todos, estoy bien... los demás, no han sido más que lo demás, tan imprudente como innecesario... junté los afectos que estaban acumulados al costado de la mesa, y caminé hacia el quantum indescifrable del destino que viene... AGOSTO 12, 2017.-
todo lo que se miente deja huella y... sombra y nadie puede burlar los signos de su aura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario