sábado, 22 de julio de 2017

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Pintura y compromiso cívico | Babelia | EL PAÍS

ARTE

Pintura y compromiso cívico

El MARCO de Vigo dedica la primera retrospectiva a Ánxel Huete, figura clave para entender el arte gallego de las últimas décadas

Vista de las salas del MARCO con parte de la serie 'Resinas', de Ánxel Huete.

Vista de las salas del MARCO con parte de la serie 'Resinas', de Ánxel Huete. 





La oportuna exposición retrospectiva de Ánxel Huete (Ourense, 1944) en el MARCO de Vigo evidencia, como mínimo, dos cuestiones fundamentales. En primer lugar, el rigor con que el artista ha abordado la práctica de la pintura a lo largo de cinco décadas, siempre entendida como un espacio dialéctico entre la creación y su recepción en un contexto cultural en constante transformación. En segundo lugar, el papel decisivo de la institución museo para articular, con idéntico rigor, el relato de una trayectoria tan fecunda y prolongada en el tiempo. Así, y mientras que en el espacio expositivo se construye una narración posible a partir de la producción pictórica del artista gallego, la publicación editada por el MARCO se revela como un estudio imprescindible no sólo para conocer el trabajo y el pensamiento de Huete, sino también para explicar algunos procesos fundamentales sobre las derivas de la pintura desde los años sesenta hasta la actualidad. Tanto los textos como el material documental que se incluyen en la misma reactualizan además, de manera crítica, la reciente historia del arte gallego.
Tras más de dos años de investigación, la comisaria del proyecto, Agar Ledo, ha realizado una inmersión profunda en la práctica pictórica y en el pensamiento artístico y político de Ánxel Huete, rescatando obras y documentos inéditos, pero también haciendo confluir en su investigación las transformaciones definitivas que desembocaron en nuevos modos para entender el arte y la pintura europeos, junto con las circunstancias sociales, políticas y artísticas de una nacionalidad emergente como Galicia, aislada por razones históricas bien conocidas, pero aferrada a unos signos de identidad propios.
Es fundamental el rigor con el que el artista ha abordado la pintura durante cinco décadas, entendida como un espacio dialéctico
Cuando Huete se instala definitivamente en la ciudad de Vigo en 1973, ya llevaba años participando activamente de la vida política como militante del Partido Comunista, pero también había completado ya sus años de formación artística primero en Barcelona y más tarde en la ­Hoch­schule für Bildende Künste en Berlín. Años decisivos en los que política y arte ocupaban un mismo espacio de pensamiento y acción, pero que pronto sitúan al artista en el camino de la abstracción pictórica y de una militancia política alejada, eso sí, de cualquier signo de propaganda que lo hubiera llevado en el ámbito estético a soluciones de tono realista.
Ya en Galicia, y antes de abandonar definitivamente el PC en 1977, Huete entiende que el arte ha de estar presente y de manera pública en el ámbito social. Impulsa y colabora activamente en las exposiciones de la Praza da Princesa de la ciudad de Vigo, una iniciativa que algunos autores han visto como la antesala de Atlántica entre 1980 y 1983. En ese momento reivindica la necesidad de partir de las raíces para poder llegar a la universalidad, una idea que subyace en creadores como Luis Seoane. A lo largo de las décadas siguientes, Huete se constituye, junto con otros artistas e intelectuales, en una figura esencial del activismo social y cultural en Galicia. De todo ello da cuenta pormenorizada la artista Rosalía Pazo Maside, cuyo texto para la publicación relata toda una serie de iniciativas asociativas que, por cierto, siguen conservando una plena vigencia para actuar en el presente.
Ánxel Huete: una revisión crítica supone un recorrido exhaustivo por las diferentes etapas de la producción pictórica del artista desde sus primeras incursiones en la esfera del pop, pasando por las poéticas del geometrismo y la gestualidad hasta llegar a una abstracción plena que, a su vez, va mutando desde el protagonismo del signo hasta estrategias de ocultación, en un proceso de síntesis de la imagen pictórica y de progresiva eliminación de todo rastro de autoría. Cada una de estas etapas dejan un camino abierto para futuras exposiciones y proyectos de un artista comprometido y esencial.


‘Ánxel Huete. Una revisión crítica’. MARCO. Vigo. Hasta el 17 de septiembre.

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