NOVENA PARTE: continuidades desconcertantes por "el dispensador": en el camino siempre aparecen preguntas, algunas acompañadas de gentes, otras acompañadas de reflexiones, y no pocas acompañadas del "sí mismo intangible"... se acercó mirándome a los ojos... ¿de dónde vienes?... de mí mismo, me cabe suponer, respondí... pero, ¿eres de aquí, o eres de allá?... el aquí no existe, y el allá al que pertenezco no está disponible para ser visto, respondí una vez más... pero tu rostro me resulta familiar... aquellos que identifican a las personas por sus caras, desconocen los valores de alma, y estos son la esencia de todo lo que los ojos no alcanzan a entender, neuronas mediante, ¿se entiende?, respondí ya con cierta incomodidad... sin embargo me resultas conocido... conocido puede ser, todos nos cruzamos en este plano o en sus paralelos, contesté con hartazgo... ¿pero tu aquí es cercano o tu allá es demasiado lejano?, espetó tratando de saltear la ignorancia... sucede que mi aquí es tremendamente íntimo, en cambio mi allá es inexpugnable, respondí sin titubeos... ¿por qué debería ser inexpugnable?, dijo... sencillamente porque no está al alcance de la comprensión humana, contesté sin inmutarme... me miró perplejo... y me dejó envuelto en mis cavilaciones...
pero siete pasos más adelante, se apresuró a regresar... ya sé, dijo, te he visto en los pasillos de la biblioteca de Alejandría... ¿la egipcia auténtica o la romana acondicionada para la hoguera?, contesté... quedó confundido... entonces avancé... mira, sucede que no hubo una Alejandría sino tres... pero simultáneamente, hubo otras bibliotecas a las que no se hace referencia histórica alguna, como la de Babilonia... como la hermana de Persia sin rostro... como la de las grutas del Tíbet... que no era una sino nueve... las de Pérgamo... las Efeso... las... que en todos los casos eran varias conservando copias a resguardo de incendios y otras hogueras no menos cínicas... ¿tantas?... no, muchas más... esas son las que llevo en mi memoria del karma... pero no las únicas... me sorprende... dijo, con cierta duda... ¿sabe?... sucede que el hombre ha ido perdiendo su memoria, dije... sucede que los libros no están en las estanterías para juntar polvo, sino que uno debe conocer tanto el linaje como la estirpe de la idea plasmada en el papel... fíjese, seguí, que antes no había renglones y los escribas mantenían las paralelas tanto como sus pentagramas... lo cual indica que sus pensamientos lineales estaban plagados de relieves que se traducían en colores reflejos de sus propios espíritus... ¿usted cree?, dice con cierto asco... mire... contesto de una... cuando usted toma entre sus manos, sea un papiro, un rollo, o simple papel encuadernado, si sabe descifrar la fibra, comienza a recorrer su tiempo, su destino, y sobre todo, su motivo... ¿su motivo?, expresó con sorpresa, sí... respondí una vez más... cada idea responde a un motivo, y lo que se plasma en papel también responde a un motivo, cuyo origen jamás se enlaza con algún presente, sino con lo que se arrastra desde el mundo de las ideas hasta el karma...
permaneció en silencio...
avancé, tomando posición de batalla...
¿sabe?, hay bibliotecas de la luz así como hay bibliotecas de la oscuridad... las de la luz son divinas... las de la oscuridad son humanas... las primeras perduran aún siendo quemadas... las segundas se consumen aún permaneciendo en los contextos generacionales humanos...
¿cómo es eso?, preguntó para detenerme...
las bibliotecas de la luz tienen una puerta para ingresar a ellas, pero tienen tantas puertas como almas ingresan en sus búsquedas...
mientras que las bibliotecas de la oscuridad tienen nueve puertas... la primera de ellas es la puerta de las opacidades... la segunda puerta es la puerta de las brumas... la tercera puerta es la puerta de las nieblas... y la que le sigue lo es de las nubes densas... si logra alcanzar la quinta puerta, se abre el laberinto de las dudas, ¿era por aquí o era por allá?... siendo que la sexta puerta es la de las certezas erróneas... de allí a la séptima puerta, los trechos son largos, y cuando esta se manifiesta, enfrenta una puerta que cuesta abrir, ya que está imbuida de excusas, de relatos de realidades alteradas y otras confundidas... el camino a la octava es muy extenso... y cuando se llega a ella, al abrirla se desprende una catarata de confusiones que derivan en certezas que carecen de fuente, derivándose entonces hacia lo incierto que se vende como iniciático... un mar de confusiones donde todo se enreda formando un ovillo impenetrable... ¿y la novena?... la novena puerta es la puerta de los abismos, si se abre, no hay regreso... tampoco salida... y el karma se torna en algo que inmoviliza mientras devora la substancia del espíritu que ha sido encadenado...
prefiero no escucharlo... dijo...
el que pregunta tiene su respuesta, dije sin dudarlo...
¿usted tiene sus respuestas?, preguntó a mansalva...
no señor... me alimento de preguntas que no tienen respuesta...
me alejé divisando el horizonte... a sabiendas que por allí me quedó una biblioteca a la que no he visitado últimamente...
NOVENA PARTE: los raros caminos que llevan hacia las fuentes... por "el dispensador": siguiendo la consigna de que cada idea responde a una fuente, y que hay tantas fuentes como ideas, o bien, hay tantas ideas como fuentes... los años ochenta me presentaban un mar de turbulencias... aprendes a manejar el timón... aprendes a subir y bajar velas... aprendes a atar y soltar sogas... aprendes a comprender las crestas de las olas... en definitiva, aprendes... para lo cual debes evitar creer que sabes, reconociendo que simplemente aciertas porque alguien quiere que lo hagas...
así es como entiendes que hay olas que hablan para aturdirte... y mientras te induce a la distracción, te ataca por la espalda...
así es como entiendes que hay olas que te palmean las espaldas para entretenerte... y mientras eso ocurre, las culpas ajenas van llenando tu mochila de hechos de los que no has participado, pero en los que te ves involucrado por los raros artilugios de las magias de las segundas intenciones afines a las miserias humanas...
así es como comprendes que hay olas que aplauden para despertar tu curiosidad, confundiendo los escenarios y los roles actorales...
así es como descubres que hay olas del relato ficticio así como las hay de ficciones de múltiples relatos... olas donde el engaño va construyendo castillos de naipes que parecen palacios, pero en verdad no existen...
no debes perder de vista que hay olas de excusas así como las hay de las mentiras arteras...
por eso es prudente navegar las soledades entendiendo sus silencios, así como es adecuado navegar los silencios sin prescindir de las soledades... ya que cada quien viene a transitar su destino, y aún cuando se pueda compartir una parte del viaje, las esencias siempre terminan separando las aguas de los aceites y viceversa...
en medio de estas cavilaciones andaba en la búsqueda de las fuentes de los conocimientos extraviados de las Américas precolombinas, a sabiendas que dichas fuentes jamás están a la vista de los humanos, mucho menos al alcance de la mano humano, y ni qué hablar de las intenciones disfrazadas de valores sin fuente...
sucede que los nativos americanos tenían escrituras de memoria... mucho antes que la humanidad fuese tenida por tal... y eran de tanta importancia (las escrituras de memoria), que la inquisición las quemó en hogueras múltiples sin entender que la luz jamás se quema... que no hay cenizas de la luz... y que aquello que parece evaporarse, en verdad está precipitando y está adquiriendo una nueva entidad... pero la miseria humana no ve y tampoco entiende...
debo confesarte que buscaba fuentes a sabiendas que jamás encontraría agua sino memoria escrita... hemos tenido una afinidad recíproca... que se traduce en una sensibilidad al magnetismo de los contenidos... así como el compartimento de radiaciones que mantienen alejados a los intrusos que intentan robar la luz pendiente, la otra luz perenne, y también la luz tenue...
América tenía conocimientos sofisticados sobre los cuerpos y las dolencias...
siempre se me acercaba algún vendedor de ilusiones para venderme alguna mentira disfrazada de sabiduría añeja... caí la primera vez... pero ya no hubo segunda oportunidad para el ocultismo de las necedades...
no había internet y todo era por sobre, esquela, carta, estampilla y tiempo de ida y tiempo de regreso...
había un culto a la espera y otro culto distinto a la paciencia...
en lo particular, siempre hice culto de mi paz interior... que siempre sintonizó con las geometrías del Cuzco antiguo, ése que estaba revestido de oro... ése mismo oro que salvó a los reinos medievales de sus quiebras... no te olvides que toda la América precolombina estaba forrada en oros eléctricos que fueron saqueados para salvar reinos salvajes y pagar los genocidios eclesiásticos en nombre del Dios falso que compra y vende almas a cambio de penas y pecados de ocasión...
los Dioses que circulaban por las Américas tenían valores genuinos y respetaban la vida y sus derivas, asumiendo que la ascensión recta no siempre conduce al cenit, ni tampoco al nadir... más aún, las gentes de aquellos tiempos sintonizaban con los Dioses a tiempo completo, por lo que los Dioses convivían con las personas en sus rutinas...
no te diré cómo llegué a la fuente ni tampoco cómo fue que llegué a esa biblioteca... los hechos que me llevaron a ella no tienen importancia... digamos que navegando encontré la isla, o el muelle, o la bahía, o la ensenada... digamos, también, con mayor humildad, que el viento sopló para que la encontrara, y que no hubo mérito alguno de mi parte para hacerlo... llegué... y una vez más me sentí bendecido... te reitero, en los ochenta desperté un día sabiendo que tenía heridas en la espalda, de las que no era consciente... pude quitarme los puñales y no perder el foco del motivo que me trajo a nacer, a ser, a estar...
supe de inmediato que Bisbee, en Arizona, estaba la conservación de la memoria de la otra América... la anterior al genocidio... alguien se había tomado el trabajo de recolectar todo lo que el occidente denso se estaba devorando... y desde luego, estaba escrito en miles de páginas redactadas en los mil setecientos, en los mil ochocientos... e incluso en los albores del siglo XX... no estaba todo, pero había mucho...
nadie nace sabiendo pero la memoria del karma es útil a la hora de dejarse llevar por los pasadizos del conocimiento perdido... fui feliz... había espíritus convocados para semejante encuentro... ¿qué más se puede pedir?... decían algunos... mientras que otros decían cuchicheando: "mirá este idiota"... a pesar de ello, seguía feliz... allí descubrí que lo quemado había regresado y estaba documentado con respeto y cuidado... me había encontrado con la fuente instituida por Michael Moore... fundador inquieto de la Escuela de medicina botánica del sudoeste, en Bisbee, Arizona... hice una reverencia, y me dejé llevar por el éxtasis... JULIO 22, 2017.-
Michael Roland Shaw Moore había nacido el 09 de enero de 1941, falleciendo el 20 de febrero de 2009... él, en sí mismo, era una fuente... tuve la oportunidad de estar allí mucho tiempo antes que él se fuese al mundo de los espíritus... una sola vez fue suficiente para saber que había estado en los residuos de la Alejandría de las Américas...
http://www.swsbm.com/HOMEPAGE/HomePage.html
Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
Colonia Hinojo fue la "fuente" del primer encuentro... o bien, fue el primer encuentro con "la fuente".
Capilla del Monte fue la "fuente" del segundo encuentro... o bien, fue el segundo encuentro con "la fuente", distinta a la anterior, pero equivalente.
Sierra Grande fue la "fuente" del tercer encuentro... o bien, fue el tercer encuentro con "la fuente", distinta a la anterior y con agregados de valor.
no fue en Huacalera mismo, pero cerca o no tanto se produjo el cuatro encuentro... y fue un antes y un después definitivo... la felicidad que tuve allí en el manantial, no puede traducirse a palabras...
fuera de Huacalera, en el espacio sin tiempo, se produjo el quinto encuentro... ya había leído mucho de las fuentes... textos conseguidos en la vieja "librería del dragón", allá en Buenos Aires, sobre Suipacha casi Avenida Santa Fé... lo claro, eso que siempre había estado claro, estaba más claro que nunca...
villa Cabana fue algo semejante a una revelación, así la asumí... porque en ella tuvieron lugar "hechos" de los que no te he hablado y tampoco lo haré, en honor al sentido de las bendiciones, que siempre contienen una conexión con lo íntimo...
Amaicha del Valle es algo semejante a un refugio para viajeros atemporales... dado que soy uno de ellos, la fuente se dejó ver... supe que alguna vez brotará...
El Sahara es para mí algo equivalente a un refugio de eternidades cursadas... en particular, el Ahaggar es mi fuente inspiradora de musas intangibles que se manifiestan cada vez que las llamo... saliendo de sus botellas para concederme un deseo... ser semilla del tiempo que no veré...
Bisbee, Arizona, Estados Unidos de Norteamerica... es un escenario mágico... pero la condición es de ingresar sin condiciones y salir sin ellas... escondida en alguna parte, allí permanece una de las fuentes...
como siempre, las pinturas son pertenencia del genio de mi hermana del alma... y las fotos, que nada que ver con mis recuerdos, vienen de la galería de imágenes de Google...
ah!, lo simple, lo sencillo, lo transparente, sintoniza con los puentes atemporales de las almas en sus cursos... nunca dejes de navegar...
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