domingo, 25 de junio de 2017

CORTOMETRAJES DE "el dispensador"... sin guión, sin actores, sin espectadores, sin sala de proyección, y sin filmoteca [9]

CORTOMETRAJES DE "el dispensador"... sin guión, sin actores, sin espectadores, sin sala de proyección, y sin filmoteca [9]
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el dispensador dice: quizás no me escuchaste, tal vez no me entendiste, por eso regreso a repetirte que al menos una vez, es prudente la insistencia, evitando la sensación del rendirse, luego... si no escuchas o no atiendes, es que la razón es suficiente, y por ello el intento no desmerece su esencia de la valiente... fue así que alguien pronunció lo inesperado, inesperado para algunos, muchos, pocos, no importa... vino de decir lo que desde lejos parecía no escucharse... porque el humano sigue sin comprender que entre la humanidad, hay muchos que no son humanos, que observan, que conviven, que dejan una semilla, que advierten, que anuncian, que alertan, para luego esfumarse y dejar a las circunstancias apoderarse de las libertades... de las discreciones... de las elecciones... de las opciones... y también, de los instintos muertos ante pálidas razones... fue así que alguien fue, alguien me lo enseñó, alguien me lo dijo, alguien me lo contó, descendió a manifestarlo, simplemente porque era necesario recordarlo... ése alguien no era de estos pagos, y solía no andar con frecuencia, gozaba de plena libertad y de nadie necesitaba anuencia, no se veían sus alas, pero las tenía, y de su alma salían energías de luz captables sólo por sus afines, sus comunes, sus iguales, sus semejantes y alguno que otro errante, de esos que nunca faltan, sea por detrás o por delante... era un ser lleno de paz, esto es que la paz salía de su espíritu y le formaba como un capullo irradiante de compresiones repletas de silencios entre pensamientos de definiciones tajantes... por ende estaba envuelto en sus paciencias, ya te dije... no arrastraba penas y ni ofensas... no arrastraba humillaciones ni falsas condescendencias... alcanzaba verle los ojos, para saber que estaba repleto de amor y de misericordia plenas... hacía mucho que no venía a este mundo, mucho menos a la Tierra, siempre me decía que era un planeta hermoso, pero que tenía desvíos injustificables, raros entre tanta belleza extrema... por ejemplo esa necesidad imperiosa de comerse unos a otros, impidiéndose vivir, para llenarse el estómago por un rato a costillas de un destino sacrificado, donde el hueco instalaba los sentidos de la ausencia... y esa otra necesidad de arrasar con las fuentes que producían oxígeno, los árboles, las plantas, lo verde, justificándose en negocios que condenaban vidas a cambio de monedas, fíjate... me decía... que aquellos que comen lo verde también asesinan a destinos inscritos en el libro de la vida, ¿o acaso no sabes que los árboles guardan espíritu y destino?, ¿o acaso no sabes que los yuyos tienen alma?... algo anda mal con esta raza humana, que se ha vuelto inhumana y engreída... se ven muchos bienestares para pocos, decía con fundamento... se ven muchas comodidades para pocos en desmedro de los muchos... esa necesidad de competir para que un falso premio te engrosara el ego a cambio de sacrificar espíritu, y después de la medalla, ¿qué?... la gloria muere matando al ego que la contiene... y nadie es portador de gloria ajena, siendo sacrificado en la propia... además, esa necesidad de enfermar para que pocos puedan gozar de bienestares propios de dioses, semidioses, y aspirantes a esfinges, estatuas frías e inertes que no bendicen ni proveen de salvación... esa extraña necesidad de sacarle la comida al prójimo, para sentirse encumbrado ante la miseria humana... es rara esta humanidad, me decía, habla de la felicidad como un "afuera intangible" que puede comprarse o venderse según las capacidades monetarias obtenidas mediante el daño masivo hacia terceros conocidos y/o desconocidos... algo anda mal con esta raza humana, repetía... la creación no ha cometido estos errores en otros órdenes, en otros conciertos cósmicos, en otros espacios, no hay alienación diseminada ni alienados persiguiéndola... no hay mundos donde haga falta matar para tener, eso sucede sólo aquí en la Tierra... no hay mundos donde haga falta competir para llegar a una meta, la meta es hacer mientras se respira para legar sapiencia a los que llegan, sin aguardar a que los precedentes se vayan para ocupar sus espacios... no hay mundos donde las fuentes sean destruidas para satisfacer a miserables, fíjate que el hombre desconoce que sucedería si las sales oceánicas incrementaran su magnitud de evaporación... pero fíjate que el hombre no sabe qué pasaría si toda el agua se tornase dulce... el apuro no le permite al hombre darse cuenta del sentido de los equilibrios, y donde hay soberbia te enfrentas al cinismo... en los mundos que conozco no hay monedas ni economías, tampoco bancos ni corporaciones, no hay guerras, nada se compra ni se vende, y la palabra no es reemplazada por papel alguno, porque en dichos mundos el tránsito por las existencias no guardan relación con la estafa de la propiedad, mucho menos con la hipoteca de la vida ajena... porque los estados de consciencia exigen que el otro debe ser respetado y contenido, del mismo modo que el prójimo debe hacer lo propio con sus otros y los propios, porque las resultantes están en el allá y no en el acá... porque en eso consiste el imperio de las armonías y los equilibrios... no puedes tener lo que pertenece a todos... no puedes ser dueño de algo que será cedido en gratuidad a alguien que no hizo lo que has hecho tú para merecerlo... la promesa bíblica es una vil mentira para quitar a unos y dar a otros... discriminando el momento humano y denigrando la condición que define la calidad humana... en esos planetas no hay estados ausentes ni promesas con forma de versos, no hay discursos ni gentes atendiendo la promesa innecesaria... más aún, nadie invade a nadie porque todos saben desde sus respectivas cunas, que lo ajeno es de quien pertenece a un suelo y a un cielo por un lapso determinado, y no más allá de dicho lapso... como te digo, es raro este mundo donde los unos se comen a los otros para poder llegar a sus esperanzas, al remanente de ellas, a lo que queda del día... este ser humano llora por la violencia desatada pero la fomenta a través del arte y de la rutina... sacrificando destinos que desconocen los valores contenidos por los prójimos... ya que nadie sabe cuál es la consigna de vida que te trae... el motivo que mueve al don y al talento que deben ser sembrados para el mañana necesario... no pocos humanos transitan sus tiempos matando gracias concedidas que niegan el sentido de las fuentes esenciales, esas que representan la voluntad divina que rige el universo visible, y los invisibles, también... en esos otros mundos naces para hacer por cosas por ti mismo y por tus próximos, cercanos o lejanos... no compites, haces sin siquiera preguntarte el por qué de la razón de las irracionalidades propias de las segundas intenciones, las ventajas, los oportunismos, los apuros que deforman las mentiras y los engaños que modifican lo impredecible de las urgencias... en fin, vengo de vez en cuando a ver a nuestros enviados, ninguno de ello nace desorientado, vengo entonces para atender sus testimonios de esferas, cubos y cuadrados, sin omitir las tangentes y los pi por radio al cuadrado... no se me escapan los rectángulos, tampoco los poliedros... pero prefiero las materias inversas, las anti-materias, los huecos comunicantes y los oscuros de los cuánticos... ¿cómo es que andas de tu paz?, impecable, dije, las heridas se me curan por pensamiento espontáneo... ¿cómo andas de tu paciencia?, intacta, dije, reconozco que el mañana queda por delante y que es necesario concentrarse en lo que falta por hacer... ¿te sientes a gusto en esta Tierra?, sabes bien que no es mi mundo, me siento extranjero en el ángulo donde lo extremo no es conjunto, los humanos me agobian y me agotan porque siempre tropiezan con la misma piedra, enseñando la hilacha inoportuna... sigo de cerca el camino de los astros, y descubro las palabras por lo que dejan ver las auras... reconozco a los espíritus por los verbos que pronuncian y por los otros que callan... pueden engañarme en los papeles, pero no en la esencia de mi alma... me dejo llevar por mis mandatos, vine a ver algunas cosas, pero sólo por un rato... no me aferro a la palabra, tampoco a la mirada, no adopto las promesas, ni el mal uso de las excusas que no pueden ser razonadas... no creo en los que apuestan, porque siempre pierdes en la primera ronda de la mano descuidada... ya sabes, miro el alma... y luego sigo mi camino así como si nada... ¿para qué permanecer donde la mentira es esgrimida como lanza?... sacudo mis plantas, y continúo mi viaje hacia el mañana. JUNIO 25, 2017.-

la gente habla de la muerte como una condena... aplicando el sentido de la esclavitud y la cadena... oran en el templo, pero al salir atrapan a los desprevenidos asesinándoles sus inocencias, para regresar luego a la iglesia, a reclamar por la paz que han perdido entre ansiedades e impaciencias... ¿cómo explicarles...?... no hay respuesta.
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DESTELLOS DEL BUDISMO ANTE LA MUERTE.

Dentro de las enseñanzas del budismo encontramos muchos destellos que nos ayudan a vislumbrar en donde está nuestra verdadera luz que permita encenderse y transitar en pro de nuestro ascenso espiritual.

En esta oportunidad recolectamos algunos aspectos significativos en pro de nuestro crecimiento, que nos pueden estimular nuestras vibraciones en pro de dar p
aso a la transformación que requerimos para liberarnos de todo aquello que ha impedido comprender nuestra misión, razón de pasar por esta dimensión.

Una flor existe dentro de la semilla sin la necesidad de una prueba visual. Ampliando la analogía un poco más allá, cuando la semilla crezca y madure en botón a una flor saludable o se marchite y desaparezca depende de qué tan bien sea cuidada y atendida. Sin condiciones favorables, la semilla no crecerá y florecerá.

Hay algunas personas que tienen vidas maravillosas y exitosas, sin aparentar mayor esfuerzo, mientras otras experimentan continuos fracasos y graves decepciones a pesar de grandes esfuerzos para lograr el éxito y hacerlo bien. Estas situaciones contradictorias no podrían resultar solamente de diferentes circunstancias o de la intensidad del esfuerzo. Existe un factor crucial que ha afectado la naturaleza de sus nacimientos, y que continúa afectando sus vidas todo el tiempo, y esto es la ley del Karma.

La experiencia de la muerte ocurre en dos formas básicas, la primera es gradual y lenta y es causada por enfermedad o edad avanzada, con deterioro físico lento; la otra forma, es inmediata y sin tiempo, resultante de un accidente por ejemplo, en el cual no se va a través de los estados de la muerte.

Nuestro cuerpo es una agregado y unión de los cuatro elementos y la muerte ocurre porque estos elementos salen y se agotan.

El primer elemento que se disipa durante el proceso de muerte es el elemento tierra. El signo de disiparse es la pérdida gradual del control sobre el cuerpo físico, hasta el punto de no ser capaces de movernos a pesar de desear hacerlo..

El segundo elemento en disolverse es el agua, marcado por un secamiento de la boca y las mucosas nasales, la esencia del elemento agua es la unión de la mente con el cuerpo, y es, de alguna manera, cuando esta separación comienza. Otro signo externo de disolución del elemento agua es que el labio superior tiende a encrespar los bordes hacia arriba, mostrando los dientes casi en una sonrisa.

Además, la disolución interna de este elemento causa a la persona que muere, la percepción de los objetos y la gente que la rodea con un gran aumento de la distancia. Por lo tanto, la persona que muere hará que usted se aproxime más ya que su sentido físico de distancia se interioriza.

Otro elemento en la secuencia que comienza a disiparse, es el fuego, manifestado en el calor del cuerpo. Esto comienza de los pies y dedos y continúa hacia arriba hasta que el cuerpo se enfría. Sin embargo, si usted toca la frente o el centro del pecho de la persona que muere, se siente un punto aún febril. De este modo, el calor del cuerpo se concentra en estos dos lugares, mientras el elemento fuego se disipa en las otras partes del cuerpo.

En este punto la persona que muere se vuelve más y más confusa, y esto producirá también una confusión en la gente que la rodea. A veces el moribundo parecerá lúcido, haciendo frases comprensibles y agudas, y a veces, parecerá en un estado diferente, diciendo cosas sin sentido o gesticulando incoherentemente. Parecería que hubiera una fluctuación o alteración en la realidad mundana. Sin embargo, si observa y escucha cuidadosamente, es posible distinguir algunos patrones habituales de pensamiento, actitud o acción que fueron predominantes en la vida de la persona y que ahora se transforman en afirmaciones o gestos aparentemente sin sentido.

De esta forma, la conciencia se disuelve y los patrones kármicos se aumentan y toman posesión. Si en este punto el moribundo fué un sincero practicante del Dharma, acostumbrado a meditar, el estado meditativo, más que cualquier otro estado del ser que sea controlado por los patrones habituales, será el que se manifieste.

Se disipa el elemento aire, exteriormente marcado por una respiración rápida, que es puntualizada por períodos de descanso intermitentes. Entre estos períodos de respiración corta y aguda, hay también dificultad en la inhalación, hasta un punto que el moribundo exhala una larga y profunda expiración y no puede retornarla.

Con la ultima y final exhalación, la disolución del elemento aire está completa. En este momento las esencias de los cuatro elementos -tierra, agua, fuego y aire- y la de la mente se unifican. Súbitamente, la conciencia experimenta un sentido grande de calma, tranquilidad y claridad que es conocido como el momento de la clara luz. Esta experiencia no es debida al poder de la meditación, pero si a la unión de los cuatro elementos y la mente y que cada uno experimenta en la muerte.

Durante el tiempo de inconsciencia, la mente todavía reside en el cuerpo. Hay una práctica muy especial y profunda en el Budismo Tibetano, conocida como la práctica del Phowa o transferencia de la conciencia que se realiza para el moribundo durante este período. Un lama o un instructor que pueda realizar el Phowa puede ser solicitado por la familia o amigos del moribundo para transferir la conciencia o la mente de la persona a un estado superior de renacimiento. La efectividad de la transferencia de la conciencia dependerá del peso de la totalidad de las acumulaciones del moribundo y de la habilidad y maestría del lama o instructor.

La posibilidad existe -aunque rara- de transferir la conciencia a un estado liberado, o lo que sería, a un mejor estado de renacimiento por dos o tres vidas. Durante estas vidas, habrá para la persona la posibilidad de encontrar el Dharma y trabajar hacia su total liberación.

Es más fácil hacer el Phowa para una persona durante el período de inconsciencia porque este período de por sí es una forma de estado intermedio. Se puede decir que una fase de los patrones kármicos se acaba y otra fase no ha comenzado aún; por lo tanto, hay una gran posibilidad de dirigir la conciencia. De otro modo, si el Phowa fué realizado después de que la conciencia ha despertado, la mente estará bajo la influencia da las acumulaciones kármicas que afectaran la futura vida de la persona. Durante este tiempo el arraigo de los patrones kármicos y sus consecuencias hacen más difícil el éxito del Phowa.

Cuando se presentan los signos de disolución de los cuatro elementos y el moribundo esta a punto de expirar, es importante no tocar la parte inferior del cuerpo de la persona, pero sí, frotar suavemente la corona de a cabeza. De esta forma cualquier sensibilidad que haya, se dirigirá hacia esta área del cuerpo. Es más, cualquier frase o palabra dicha suavemente al moribundo debe ser dirigida hacia la corona de la cabeza, pensando que la persona la oirá en esta parte del cuerpo.

De esta forma toda la conciencia, sensibilidad y concentración será enfocada hacia el área de la corona de la cabeza. Esto es extremadamente importante ya que un renacimiento superior o inferior puede ser determinado circunstancialmente por el lugar donde la conciencia abandone al cuerpo. Sí la conciencia sale por uno de los orificios o aberturas inferiores, hay posibilidad de un renacimiento inferior y si sale de un orificio o abertura superior, hay posibilidad de un renacimiento superior(Khenpo Karthar Rinpoche)

En la muerte, hay varios lugares del cuerpo por donde la conciencia puede salir.

El lugar óptimo para que esto ocurra es a través de la coronilla de la cabeza en particular. Por esta razón, es muy crítico e importante que los amigos y parientes que atiendan el proceso de muerte permanezcan alrededor de la parte superior del cuerpo. Si usted desea tener contacto y tocar a la persona, tóquela en la parte de arriba del cuerpo, opuesto a los pies y piernas, ya que cualquier sensación, atención o conciencia, necesita ser dirigida hacia arriba en vez de hacia abajo. Mas específicamente, toque suavemente y frote la corona, así, a través de esta sensación, la mente será dirigida hacia ella. Esto puede ser hecho para beneficiar a cualquiera.

Si la persona que se aproxima a la muerte, es un budista practicante y tiene una relación con el entendimiento de la práctica, es más afortunado. Diga al individuo mientras frota la coronilla que no hay nada que temer y que la tome con calma y se relaje. Asegure su presencia y la del Buda Amithaba sobre la corona de la cabeza. Dirija a la persona hacia lo más alto de la cabeza, diciendo: “Ven en este sentido hacia arriba”, o palabras para ese efecto. Si usted sabe que la persona tiene una fuente particular de refugio, tal como un maestro, el Buda, o un Yidam, dígale que arriba de la cabeza le están esperando ellos. Abandonar el cuerpo en esta forma es muy bueno.

Si la persona que muere no es un budista practicante pero tiene otra afiliación religiosa, dígale que tal persona o tal principio está en la corona de la cabeza, esperando para recibirlo, viniendo hacia arriba en esa dirección. Esto, puede ser muy eficaz también para aquellos y que no tienen antecedentes religiosos o afiliaciones y que son ignorantes sobre el renacimiento y la Ley de Causa y Efecto. Un método similar puede aplicarse, en este caso, diga a la persona que sus amigos o familiares están allí, listos para viajar con ella. Esta es una forma importante para ayudar a alguien.

Finalmente, la experiencia de morir y la muerte puede ser aterradora o se puede estar completamente libre de temor. Escoger depende de nosotros, basados en la calidad de nuestra vida presente y de la fuerza de nuestro sistema de creencia. Si no hemos generado acciones virtuosas del cuerpo, la mente y el habla y no tenemos reverencia hacia la vida en general, o ningún deseo de cultivar una mente sana, entonces será como si estuviéramos totalmente sin preparación. Cualquier viaje que hagamos sin preparación, será un viaje con toda clase de desagrados, aprensión y miedo. La experiencia de la muerte y morir es como eso, posiblemente más serio.

Si hemos tenido una vida totalmente sana, una vida de calidad en términos de estar libres de acciones dañinas y llena de beneficio y hay una práctica del Dharma y una relación con los objetos del refugio; entonces la muerte será una experiencia sin temor. Será como hacer un viaje a un lugar conocido, donde conoces la ruta correcta y el método de viaje. No habrá causa de miedo.

¿Entonces cual vía le gustaría tomar?

En las enseñanzas del Buda, se nos estimula a usar nuestra razón, sabiduría y mente discernidora; sin embargo, también hay lugar para la confianza y la fé en la práctica y las enseñanzas, porque están basadas en la verdad indestructible de los votos de los seres compasivos que se han dedicado totalmente, ellos y sus actividades, al beneficio de todos los seres. Si sólo pudiéramos hacer un esfuerzo consciente en la muerte, podría ser de gran importancia.


Thuk Je Che Tibet


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Sokushinbutsu o auto momificación

Con un scanner descubrieron una momia de un monje en posición meditativa dentro de una imagen de Buddha. 

Thuk Je Che Tibet

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