el dispensador dice: aunque queden marcas, aunque queden huellas, aunque queden heridas, el ayer debe ser colocado en la biblioteca de memoria para, inmediatamente, ser olvidado en el recuerdo activo... nada del ayer te puede atar... nada del ayer te puede detener... nada del ayer te puede quitar el sueño... porque el pasado no es cadena ni candado del siguiente paso...
en occidente el tiempo es prisa... en occidente el tiempo es urgencia... en occidente el tiempo es un condicionante de la vida... en occidente el tiempo sólo se traduce como dinero... dólar o euro... no más que eso... lo cual deriva en que el tiempo no es vida... no es respiración... no es reflexión... no es espiritualidad ni tampoco introspección... entonces el tiempo no reconoce el alma, ni tampoco el corazón... el tiempo en occidente se escuda en la competencia y en la razón, obligando a las personas a correr detrás de algo intangible que no es la vida, que no pertenece a la vida, que no encaja con los dones ni tampoco con los talentos, porque sencillamente no sintoniza con la gracia original que se vincula con cada destino que se viene transitar... el tiempo hace que la vida sea una condena... una carrera con obstáculos que van creciendo a medida que avanza el cansancio, hasta que el obstáculo devora al corredor dejándolo sin mañana necesario, esto es sin posibilidad de futuro, sin alternativa, atrapado entre el dinero y el apuro que impide ver los horizontes... y la vida se traga a la víctima que creyó "ganar tiempo" apelando a todos los atajos...
Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
no hay paraíso en el infierno... no hay paz en los infiernos... no hay luz en los infiernos... no hay alma en los infiernos... no hay espíritu en los infiernos... no hay consciencia en los infiernos... ¿sabes por qué?, porque no hay esperanza en los infiernos... y los infiernos no son ajenos ni al espíritu ni al alma, mucho menos a la consciencia... se navega eternamente en un océano que está dominado por un tiempo que no pasa, que se gasta a sí mismo para repetirse cíclicamente, sin muelles, sin puertos... sin posibilidad alguna de desembarcar en el lado de lo eterno...
el tiempo de la vida es sumergirse en uno mismo... encontrarse... descubrirse... entender el sentido de la gracia que concedió motivo para que seas "traza"... entender el sentido del aliento concedido que conlleva un don, al menos, y al menos, un talento que debe traducir lo que expresas desde la voluntad y el esfuerzo propios... si no honras la gracias, se muere tu motivo... y sin motivo la vida se transforma en una tortura, en un peso imposible de ser cargado... agobiante... frustrante...
si no te dedicas a ti mismo... los dones se van apagando y los talentos se van deformando... lees pero no interpretas... ves pero no comprendes... oyes pero no descifras... impides, finalmente, que la vida que has venido a vivir, te atraviese...
no puedes tomar distancia de tu esencia ni tampoco de tu fuente, ya que cuando lo haces, ahogas el sello de tu suerte. ABRIL 05, 2017.-
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