martes, 14 de marzo de 2017

VIOLINISTA SIN TEJADO ▲ Un ‘stradivarius’ desaparecido durante 35 años vuelve a sonar en Nueva York | Cultura | EL PAÍS

Un ‘stradivarius’ desaparecido durante 35 años vuelve a sonar en Nueva York | Cultura | EL PAÍS



Un ‘stradivarius’ desaparecido durante 35 años vuelve a sonar en Nueva York

La violinista Mira Wang, discípula del legítimo poseedor del instrumento, dio un concierto este miércoles



Madrid / Nueva York 






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Un stradivarius robado en 1980, que estuvo desaparecido de la faz de la tierra hasta 2015, ha vuelto a sonar este miércoles en un escenario en Nueva York. La encargada de tocarlo fue la violinista Mira Wang, discípula del legítimo poseedor al que le fue arrebatado, el virtuoso Roman Totenberg (Polonia, 1911- EE UU 2012). "Es un honor ser la primera: hay presión y alegría, y también pena de que él no pueda verlo", dijo Wang refiriéndose a su maestro.
El instrumento, conocido como Stradivarius Ames en honor a George Ames, que lo tocó en el siglo XIX, lo compró Totenberg en 1943. Se sabe que salió de las manos de Antonio Stradivari en 1734. Todavía quedan datadas 550 piezas del célebre lutier, incluyendo violas, violonchelos y por supuesto violines, algunos de los cuáles han alcanzado cifras récord en subastas, como el que en 2011 se vendió por casi 15 millones de euros.


El violín Ames, robado en 1980, después de haber sido restaurado.

El violín Ames, robado en 1980, después de haber sido restaurado. REUTERS



En 2015 un agente del FBI llamó a Nina, una de las tres hijas de Totenberg, para avisar del hallazgo. La ex mujer de Philip Johnson, uno de los estudiantes de Totenberg al que las cámaras de seguridad grabaron por los alrededores, que dijo haberlo recibido en herencia, estaba tratando de determinar su valor. Un lutier llamado Philip Injeian reconoció que se trataba del Ames robado 35 años antes. A pesar del perjuicio que supuso para el músico nadie fue encausado por el delito. Su hija Nina declaró que para Totenberg había sido como si le amputaran la mano. Durante 38 años había dado conciertos con él por todo el mundo y, después de que se lo sustrajeran, tuvo que acostumbrarse a un Guarneri del mismo periodo que el Stradivarius (principios del XVIII). "Fue para él como volver a aprender a caminar".





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