el dispensador dice: hay sueños verosímiles... hay sueños inverosímiles... los primeros contienen mensajes... los segundos proveen señales... a veces es necesario regresar a los ángulos, para que las geometrías al contenerte, puedan revelarte... hay sueños donde las cuerdas te conducen sin que las huellas puedan señalarte... hay sueños donde los huecos te conducen sin que las sombras puedan alcanzarte... si pudieras observarte, verías que siempre se va donde las alas puedan llevarte... ningún pié es escudo, tampoco estandarte... están sólo destinados al inmóvil "caminante"...
hay sueños extensos que de tanto, semejan cuerdas cuyo tránsito suele ser lento... es la prudencia pronunciándose como argumento... es necesario que la memoria conserve los escenarios, también los paisajes... hay grandes espacios, así como laberintos y recovecos... hay un concierto donde todo suena armónico y se despeja como una conversación con espíritus que aparecen y desaparecen, estando siempre de incógnito... aún cuando se quiera recordar sus rostros, ellos se esfumarán hasta que el recuerdo quede roto... los sueños extensos pretenden que comprendas que el barro no siempre coincide con el lodo... y que el cielo, puede confundir al despierto, al oportunista, o al inocente al que señalarán por tonto... los sueños extensos pesan, aún cuando lo percibas como flojo... los colores determinan el espectro del cerrojo... donde aparece un candado, el portal se verá rojo...
Carmen Sedemiuqse Esquimedes
ningún sueño es producto del antojo... hay sueños para cuerdos que también se precian por estar locos... hay sueños para locos que jamás están cuerdos porque siempre se conservan en lo poco...
hay sueños cortos, que de tanto son como destellos en un espectro de intensos violetas o resplandecientes blancos, donde la luz semeja espacio y donde lo demás es invisible a los desenfrenos que gastan lo portado... los sueños sin tiempo sirven como filtro del espanto, llaman al alma para que no se ahogue en llantos... la desesperanza silencia los cánticos... y donde la música se esfuma el espíritu se calcina en la tribulación que deja el vacío, cuando la decepción suena a desencanto...
no hay escuelas de sueños que descifren los destinos paralelos que se portan en la gracia del caballero que está andando... hay una sintonía que une al espíritu con sus ecos y sus lagos... cuando encuentras el lugar, estás obligado a recordarlo... y no se cuentan ni se escriben los sueños revelados... todo es cuestión de memoria y de lo que en dicha biblioteca se vaya acumulando... en los sueños hay dones y talentos que han estado aguardando... si los encuentras, debes agradecer a los hados por cada uno de los hallazgos... lo que allí hayas perdido, por nadie será encontrado...
¿te han entregado la medalla que estabas esperando?... ¿la has traído contigo, o la has dejado a buen resguardo?... allí estará, cuando regreses a dar el siguiente paso. MARZO 17, 2017.-
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