sábado, 4 de febrero de 2017

MIENTRAS NO TE MATEN, NO TE DETENGAS || 10th Street: cuando el arte estaba en manos de los artistas | Babelia | EL PAÍS

10th Street: cuando el arte estaba en manos de los artistas | Babelia | EL PAÍS

FOTOGRAFÍA

10th Street: cuando el arte estaba en manos de los artistas

Un libro y una exposición dan muestra de una de las etapas fundamentales del arte americano del siglo XX a través de la fotografía de John Cohen



Tanager Gallery, 10th Street, Lois Dodd en la ventana, 1959



Tanager Gallery, 10th Street, Lois Dodd en la ventana, 1959 



Las rentas eran bajas en East Tenth Street, en el bajo Manhattan, cuando John Cohen (1932, Nueva York) se instaló allí. Entonces solo había dos galerías. Pronto la calle se convertiría en una nueva y abarrotada meca para los artistas, especialmente el bloque entre la Tercera y la Cuarta Avenida, donde De Kooning tenía su estudio. Las galerías daban muestra de una nueva explosión de creatividad que aglutinaba a distintas comunidades de artistas: la pintura y la escultura se complementaban con la lectura de poesía, las sesiones de jazz, los primeros happenings y las multitudinarias fiestas...“. La Tenth Street de Nueva York es al siglo veinte lo que fue París al diecinueve: el centro del arte del mundo”, escribía Gene Lichtenstein en la revista Esquire en 1959.
Por aquel entonces, el expresionismo abstracto ya había arrebatado su hegemonía a la pintura europea y comenzaba a encontrar un lugar destacado en las apretadas agendas de los marchantes del Uptown neoyorquino. Pero en paralelo a la enérgica exaltación gestual, fundamentalmente masculina, de la hoy conocida como Escuela de Nueva York, comenzaban a surgir otros estilos a los que los galeristas permanecían ajenos. De suerte que los artistas decidieron asociarse en cooperativas y formar sus propias galerías con el fin de captar la atención deseada. Así surgieron la Tanager, Brata, March, Area o Camino, entre otras. La Tenth Street sirvió de punto de unión para artistas a quienes más tarde los registros históricos se encargarían de colocar en diferentes grupos. Allí convivieron artistas de la primera generación del expresionismo abstracto, como Franz Kline o Ad Reinhardt, junto con otros de la segunda generación como Philip Guston y el español Esteban Vicente, al lado de otros que exploraban distintas formas de figuración como Alex Katz y Larry Rivers, o una joven Yayoi Kusama que debutaba como artista. A estos se unían los poetas beats Gregory Corso, Allen Ginsberg y Jack Kerouac; fotógrafos como Robert Frank; y aquellos que se aventuraban con los happening como Claes Oldenburg y Jim Dine.


Alfred Leslie trasladando una pìntura en la Cuarta Avenida, 1959



Alfred Leslie trasladando una pìntura en la Cuarta Avenida, 1959 





Un libro, Cheap Rents... and de Kooning, publicado por la editorial Steidl, y una exposición en la galería neoyorquina L. Parker Stephenson, The 10th Street Art World, 1957-63,recuperan este importante episodio de la historia del arte americano. Episodio que se esfumó, prácticamente sin dejar rastro con la llegada del pop y el afianzamiento del minimalismo, cuando en los años sesenta el centro de gravedad artístico se desplazó al Soho.
Hacía poco que John Cohen había regresado de Perú (donde se había trasladado al finalizar sus estudios de pintura en el Yale School of Fine Arts), cuando fue a visitar a su amigo el fotógrafo Robert Frank en la Tenth Street. “Fui a enseñarles a él y a su mujer Mary mi trabajo fotográfico sobre Perú. Me gustó como vivían. No sabía qué estaba ocurriendo en esa calle. Iba a coger el autobús cuando vi en el edificio un cartel de 'se alquila'. Al día siguiente me mudé”, cuenta el artista.


Allen Ginsberg y Peter Orlovsky durante el rodaje de



Allen Ginsberg y Peter Orlovsky durante el rodaje de "Pull My Daisy" 



Más conocido en la actualidad por su faceta como músico (fundador del grupo folk The New Lost City Ramblers), musicólogo y director de cine. Cohen llegó a la fotografía de la mano de Herbert Matter, fotógrafo y diseñador gráfico. “En la fotografía encontré un lado muy humanista de la vida”, cuenta el fotógrafo. “No se trataba de trabajar en un estudio sino de salir a la calle, al mundo”. “Era algo muy personal. Llevas una pequeña cámara. Ves cosas poderosas y hermosas a las que respondes. No trabajabas para una revista, ni para una exposición, así encuentras tus propias respuestas. Esto lo aprendí de mi amigo Robert Frank”.
Cartier-Bresson fue su primera gran referencia, pero fue la obra de Frank la que realmente le influyó. “Conocía su primera, obra y esta me influyó mucho. Por aquel entonces Frank trabajaba en los preparativos de su libro The Americans . Me sorprendió esa mirada dura de América. Frank era siempre un estímulo. Compartíamos una visión común de la fotografía. Aunque tengo mi propia visión, compartimos la misma dirección en general”, matiza Cohen.
Downtown

Downtown 



“De Kooning, tenía el estudio enfrente de Robert”, recuerda Cohen. “Ya era famoso entre la comunidad artística, y empezaba a serlo para el público en general. Los artistas gravitaban a su alrededor”. Pero por aquel entonces comenzaba a pasar cada vez más tiempo fuera de la ciudad, de ahí que no aparezca en ninguna de las imágenes.
Tanto el libro como la exposición incluyen las fotografías del rodaje de Pull My Daisy, la primera película dirigida por Robert Frank (con la cooperación del pintor Alfred Leslie) considerada como la película por excelencia de la generación beat. Las imágenes dan fe de la improvisada camaradería del reparto, que incluía a Kerouac, Ginsberg, Corso y Larry Rivers entre otros. También nos traslada a la cercana Cedar Tavern: “Era un lugar lleno de humo y gris, en principio, nada atractivo. Las pinturas que colgaban de sus paredes no tenían nada que ver con el mundo del arte, carentes de estilo. No había nada moderno en aquel lugar. Pero era allí donde parábamos todos“, recuerda el artista.


Robert Frank cerca del puente de Manhattan durante el rodaje de



Robert Frank cerca del puente de Manhattan durante el rodaje de "Pull My Daisy" 





Fue en el tejado de su edificio, donde Cohen tomó los hoy en día famosos retratos de Bob Dylan, entonces un recién llegado a Nueva York. “Yo era bastante conocido en el mundo de la música, y una revista me encargó sus retratos. Lo fotografié en el mismo lugar donde Frank me había fotografiado a mí con mi banda. Al poco tiempo se convirtió en una gran estrella y las imágenes permanecieron inéditas durante años”, recuerda el fotógrafo. Años más tarde Dylan escribiría en Highway 61 Revisted: “En caso de que no lo sepas, tu azotea ha sido derribada”.
La obra de Cohen evidencia la profunda implicación del fotógrafo con los distintos movimientos artísticos que allí se manifestaban. Es un retrato muy vivido de Tenth Street; de la calle, de los estudios y de sus habitantes. “De un lugar tan corriente, que podía ser cualquier parte, pero que ganó su carácter- un carácter muy distintivo- por lo que allí ocurrió; y un lugar tan variado que se componía de muchos lugares inespecíficos, locuras y detalles de elementos que chocaban entre sí”, escribe John Elderfield, en el prólogo del libro
A sus 85 años John Cohen sigue aún activo, dando conciertos de vez en cuando con el grupo The Down Hill Strugglers y tomando fotografías. “Había un ambiente tremendamente creativo. Tenth Street nunca me abandonó, siempre ha formado parte de mí”, señala el autor.

Cheap rents... and de Kooning. Steidl. 180 páginas.  24 euros
The 10th Street Art World, 1957-63 . L. Parker Stephenson Gallery. Nueva York. Hasta el 11 de febrero

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