no merece la atención de la política atroz e ignorante propio de estos tiempos de discursos vacíos y de hechos perdidos... no obstante ello la Ruta 40 es camino de elementales y duendes, camino de hadas y gnomos, tránsito de elfos y seres invisibles a los ojos humanos, pero que existen y deambulan por parajes donde los humanos exhiben sus miedos... allí estás librado a Dios y su conexión con tu ángel... no más que eso... pero entre las altas cumbres viven personas que saben de padeceres tanto como de la escasez de la nada... por eso aprenden desde pequeños a sobrevivir sin ayuda alguna... te insisto, los políticos ni saben que existen, tampoco les importa, porque de eso se trata la política infame de este siglo de barbarie e inquisición de ideas y saberes...
Carmen Sedemiuqse Esquimedes
suelo perderme en parajes desconocidos, porque tal te lo dije en alguna ocasión, estoy loco, aunque no demente... y me ha pasado lo del Principito, perderme y encontrar mi rosa y mi zorro... y más aún, extraviarme y verme rodeado de "invisibles" visibles a mi alma... también me ha pasado de tener problemas mecánicos con mi auto de alquiler, sin señal, sin telefonía, sin celular, sin internet, sin nube, pero con mucho cielo, y en dichas ocasiones siempre ha aparecido la ayuda mágica desde lo etéreo convergente... salvándome de la penuria anunciada... a decirte verdad, la locura me empuja y simplemente voy... es decir, me llevan y luego me devuelven... dejando en claro que todavía debo estar aquí abajo comunicándome contigo, por algún motivo que desconozco, pero que me hace bien, y por lo que percibo, te hace bien...
tal te dije, la ruta 40 recorre algo así como cinco mil kilómetros... y hay lugares donde está hecha mierda, porque no le cabe otra palabra... la desidia política tiene monumento, y es éste... ya que allí se refleja la deuda política con la sociedad despojada y negada de una gestión a la que le sigue... siempre declamando justicialismos y siempre anunciando cambios que serán para peor, porque la soberbia esconde la miseria humana de las almas huecas y de los espíritus de negro... así es... esta historia no es cuento, ni siquiera sé si es relato, pero transmite la verdad de los hechos según mi humilde perspectiva... estuve muchas veces trabajando en Holanda, y en Amsterdam me encontré con duendes impensados, que hacían aquelarre para que regresara... y cada vez que volvía, me encontraba con ellos, ellos estaban felices y yo también... supe contarles que los veía desde que era muy pequeño... supe decirles que los sentía presentes cuando pasaba largas horas de soledad infantil allá por Villa Celina, en un rincón de pobres y laburantes a los que la vituperada Evita Duarte les había dado algo de dignidad para que pudieran ser por sí mismos... por entonces no veía el futuro, pero llegué a encontrar un maestro de magias y visiones, y tuve la oportunidad de conocer a la familia de Florencio Parravicini (1876-1941)... un mago de sabidurías blancas que se fue diez años antes que naciera (yo)... pero cuya familia era tan prodigiosa como él, sólo que absolutamente desconocida por la ignorancia dramática que viste de mediocridad la miseria argentina desde vaya a saber cuándo...
léase: los elementales son parte de mi "realidad", por eso aquellos que me han odiado, despreciado, negado, insultado, y estafado moral y económicamente, no han escatimado esfuerzos en descalificarme a partir de mis locuras... pero la realidad se justifica por sí misma y las personas se revelan en sus hechos, sólo allí... nada más que allí... por consiguiente, perdono las ofensas y sigo andando con lo puesto, y curiosamente, andando con lo puesto, viví en la Europa de la Guerra Fría y anduve trabajando por cada unos de sus países, alcanzando Moscú y la ex-URSS... algo que está grabado en mis huellas y en la historia, y que a pesar de la malas intenciones, nada ni nadie pueden borrar... pero en fin, me voy por las ramas para distraerte un rato e intentar hacerte ver que tengo más golpes que auto de fórmula 1, o peor aún, más abolladuras que un auto de Dakar, pero aún resisto... andando en medio cilindro como los Citröen 2CV en el Sahara...
te cuento que este encuentro fue intencional... eco de anteriores que tuvieron lugar en 2008, 2010 y años siguientes, creándose un vacío de espacio-tiempo desde el 2013 hasta justo el día 13 de enero de 2017, un día ante del In Memoriam de Osvaldo, ése que fue mi padre y que dejó la Tierra allá por noviembre de 1982... como producto de aquellos distantes encuentros mágicos, vinieron a acompañarme un duende llamado "Romualdo"... un duende llamado "Apicciafuoco"... y uno más llamado "Estrella", todos de mi amor, doy fe y dan fe... asimismo de esa misma época son las campanas (siete) que penden de sobre mi cabeza junto a otros "señaleros" de las magias superiores, a las que se han sumado nuevos miembros estos mismos días a los que te hago referencia (las campanas son de factura arcillosa y de magias supremas del obelisco oculto en Las Ventanas) y lo demás me lo guardo porque me impiden darte indicios por seguridad informática propia de un Harry Potter del subdesarrollo... debo confesarte que tuve maestros de la magia... y que me debo a sus secretos y sus enseñanzas tanto como a mí mismo... esto es que tuve un maestro chino, otro indio, uno más tibetano, uno alemán, y otro más hopi (¿conoces a los Hopi?, no sabes lo que te pierdes)... tuve un maestro quiché... tuve otro nahua... y hasta me di el lujo de tener un amauta... esto es que si no aprendía sus artes, era para matarme... te aseguro que no los desaproveché, porque habiendo nacido en cuna de oro, al morir mi madre impulsora, pasé a consumirme en la pobreza de los despojados, y aprendí de ello más que de ninguna otra cosa, por eso me concentré en honrar la vida que me habían concedido, la gracia que me habían estampado en mi tiempo, y los dones y los talentos para travesar este examen tan complejo que es respirar el destino...
dicho esto ya tenes de sobra para hacerte la imaginería del escenario... vuelvo a la Ruta 40... Mítiko, en las manos de Gabriela... se fue de Cafayate porque la vida es rara en sí misma, y fue a parar a San Carlos, unos 26 kilómetros hacia el norte, como yendo hacia Cachi... la busqué denodadamente por años pero no había caso, los hados impedían el encuentro, y uno desde la alquimia debe respetar los designios supremos del más allá... nunca evites lo inevitable, porque puedes abrir los abismos no deseados... justo en un tramo donde la ruta tiene pavimento, lejos de la civilización y no tan cerca de los peligrosos efluvios humanos... pero finalmente, el viernes se produjo el encuentro cósmico... y como consecuencia de ello, nuevos elementales me acompañan en mi senda... una senda que conlleva alegría, humor interno, mirada detenida, mucha observación, silencio en la apreciación, pocas palabras y hacer, orar para mis adentros y escalar la propia alma en busca de una cima que cambiará de lugar luego de plantada la bandera, y otra vez, siempre hacer porque de eso se trata todo esto... "hacer"... "jamás detenerse"...
Mitiko es mítiko... es algo semejante a un congreso universal de invisibles... están todos y no falta nadie... ¿te imaginas qué grado de satisfacción?... entonces se sumó Azulino, un duende alquimista... el vio y adoptó a quien quería acompañar... antes de ello, se sumaron los Abatwas que en cuanto me identificaron, me dijeron que estaban para seguirme y servirme... y yo a ellos... no te daré detalles sobre ellos... porque debes averiguarlo por ti mismo, aunque como indicio te diré que están vinculados al África ancestral... que son hermanos y que saben de magia tanto como de resolver conflictos... al decirte hermanos te digo mellizos... y al decirte mellizos te digo gemelos... mi último encuentro con ellos se produjo en el Ahaggar del Sahara... y allí están mis huellas tanto como las aquellos que se encontraron conmigo para anunciarme lo que vendría, aquello que aún no tenía lugar pero que sí lo tendría, afectándome... y así fue no más... por eso mi reverencia a los Abatwas...
finalmente, se descubrió una conexión Amaichesca (no sabes ni de qué te hablo)... no importa, debes ir y verlo por ti mismo... los Amaichas estaban conectados con todo el universo, por consiguiente con los ancestros estelares, con los ancestros distintos (espíritus de los muertos), y con entidades no humanas... de distantes galaxias que conocen la Tierra mejor que los propios humanos... y justo allí apareció el SOL de mi estrella en vitraux... signo de signos... y también me pidió acompañarme y así lo acepté, porque para eso uno está loco... siempre hay que justificar la locura con "hechos"... así es que ahora el alma está reconfortada en la invisibilidad del duenderismo y el elementalismo... algo extremadamente necesario para los tiempos que corren... y mucho más para los que vienen en olas de tsunami y en tobellinos de cielos inquietos...
antes de irme... te dejo un sentimiento hecho letra: todo, absolutamente todo, es posible... siempre que puedas verlo, sentirlo y creerlo desde y con el alma. ENERO 15, 2017.-
MITIKO: 20 de Febrero sobre Ruta 40, San Carlos, Salta, Argentina.
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