lunes, 11 de julio de 2016

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Grietas en la memoria del Holocausto | Cultura | EL PAÍS

Grietas en la memoria del Holocausto

Más de dos tercios de las estelas del monumento presentan fisuras de diversos tamaños


Una turista pasea el pasado febrero por el Memorial del Holocausto, en Berlín.



Una turista pasea el pasado febrero por el Memorial del Holocausto, en Berlín. 





El Memorial del Holocausto, el más famoso de todos los monumentos que se levantan en el corazón de Berlín para recordar el sufrimiento de las víctimas de la dictadura nazi, está formado por 2.771 estelas de hormigón que miden entre 0,50 centímetros y 4,5 metros de altura. Sus bases están enterradas en un área del tamaño de dos canchas de fÚtbol y ofrecen al visitante una sensación de recogimiento y desorientación.





Pero el grandioso monumento, que recuerda el asesinato de 6 millones de judíos y que fue inaugurado en mayo de 2005, tiene un problema que hasta la fecha nadie sabe cómo resolver. Más de dos tercios de las estelas presentan grietas de diversos tamaños, a través de las cuales fluye un líquido blanco, que amenazan con convertir el memorial en un campo de ruinas.
Por culpa de un error de cálculo, el material utilizado para construir las estelas permitió que la lluvia se filtrara en los bloques de hormigón. El intenso frío del invierno convirtió el agua en hielo que actuó como una poderosa dinamita interior. Desde que aparecieron las grietas la prensa no ha dejado de formularse interrogantes sobre la parálisis de las autoridades, que todavía no han logrado tomar una iniciativa para impedir que las estelas sucumban al rigor del invierno berlinés.
“Todo el monumento parece estar sufriendo”, señaló el periódico SüddeutscheZeitung al insinuar que el líquido blanco que fluye de las grietas eran “lágrimas simbólicas”, pero también para criticar con ironía la parálisis oficial. Las primeras grietas aparecieron a fines de 2005 y once años después el memorial presenta la imagen de un campo herido casi de muerte.
Hace unas semanas un pequeño rayo de luz de esperanza cayó sobre el memorial cuando un grupo de expertos aisló 15 estelas para someterlas a un riguroso examen médico destinado a buscar las causas definitivas de las grietas y también a experimentar nuevos métodos para poder cerrar las heridas que ha causado la naturaleza.
Los expertos instalaron censores para medir los cambios de temperatura en el interior de las estelas en diferentes épocas del año y así poder diseñar una solución definitiva para evitar nuevas grietas en el futuro. En forma paralela, los expertos inyectaron una pasta de color amarillo en las grietas de las 15 estelas para intentar cerrar las heridas. Nadie sabe si la pasta química dará resultado.
Los trabajos que se realizaron en el mes de mayo hizo creer a la prensa local que las autoridades habían decidido acabar con la indiferencia y que estaban decididas a someter el monumento a una renovación completa, pero la fundación, algo más realista, confesó a EL PAÍS que la incertidumbre aún perdura sobre el futuro del memorial.
“Los trabajos de inspección duraron cinco semanas, pero ahora no sabemos que pasará”, admitió una portavoz de la Fundación que administra el monumento. “Aun hay un juicio pendiente que debe determinar quién es el responsable de los daños”.
El juicio se inició en 2010 y nadie sabe cuanto tiempo más puede durar. Y mientras no haya una sentencia, nadie desea asumir las responsabilidades para iniciar los trabajos y tampoco existen los fondos necesarios para financiar el trabajo de reparación de las estelas.
Las grietas no representan aún un peligro para los cientos de miles de visitantes que acuden al memorial y deambulan por los estrechos pasillos ondulantes que separan las estelas, pero ya han ensombrecido la solemnidad de un monumento que nunca ha estado libre de la polémica. La idea de rendir homenaje a las víctimas del Holocausto nació en 1988, pero los planes fueron pospuestos a causa de las barreras burocráticas, desacuerdos sobre el diseño y a una furiosa oposición de muchos alemanes y también representantes de la comunidad judía que denunciaron que el memorial ponía énfasis en el sufrimiento de los judíos y corría el peligro de simplificar el recuerdo.
Helmut Kohl temía, por su parte, que el memorial era demasiado grande y que el monumento podría convertir al país en cautivo de su propia historia. El último error oficial fue no hacerle caso a Peter Eisenmann, el arquitecto que diseñó el Memorial y que propuso utilizar piedras naturales y no hormigón para construir las estelas. “El hormigón se rompe”, advirtió; sin embargo, el elevado coste de los materiales nobles pudo más que su advertencia.
El fantasma de la ideología también jugó un rol crucial a la hora de decidir los materiales. La arquitectura nazi había utilizado la piedra para levantar edificios y monumentos, una realidad que convenció a las autoridades a decidirse por el hormigón.

el dispensador dice: se está produciendo un fenómeno social global que traduce todas las grietas, todas las divisiones, todas las expresiones de desprecios, todas las intolerancias, todas las fisuras tribales, consumiendo las memorias de aquellos que no vivieron las experiencias límites y de aquellos que no transitaron tiempos de zozobras personales y también sociales... 
el holocausto, para los que no quedaron marcados por las vivencias... aparece como un "ruido"... algo que vivieron y respiraron otros... por ende, algo que no tiene vigencia en los tiempos que corren...
los diversos y contínuos genocidios del SIGLO XX, para aquellos que sólo tomaron contacto con esos recuerdos mediante lecturas o mediante mensajes mediáticos de cargas intencionales, no son más que un eco de algo que sucedió alguna vez, pero que afectó a terceros directos o indirectos, sin hacer mella en los espíritus de las nuevas generaciones que contemplan aquellos hechos como un "cuento"...
la tragedia es tal para quien la padece in situ e in vivo...
el drama es tal para quien lo sufre in vivo e in situ...
lo demás es un relato que late según los sentidos y los sentimientos de cada quien... pero indudablemente, para aquel que no ha escuchado el silbido de las bombas lanzadas desde un avión B-29, ese sonido no es más que un equivalente a una bocina en un esquina de cualquier ciudad mundana saturada de gentes...
por eso los monumentos, para una civilización atrapada en apuros y urgencias, no son más que piedras que no representan "nada"... y esos mismos monumentos envejecen rápidamente ante nuevas generaciones acuciadas por el temible cambio climático, por la falta de labores retributivamente ciertas, por la falta de techos con forma de hogares, por la falta de oportunidades y la carencia de alternativas... léase, para estas nuevas generaciones, el problema reside en que nadie sabe hacia dónde huir, mientras los que vivieron aquellas traumáticas circunstancias se van extinguiendo sin agregar valor a la memoria necesaria, esa que demanda ser activa de cara a un futuro que atropella y que no se vive... como tal, esto es que llega sin que nadie lo note y se vuelve pasado sin que nadie tome consciencia de que ya pasó...
una extraña grieta está envolviendo el planeta humano...
izquierdas caducas contra derechas caducas...
derechas intolerantes contra izquierdas despreciativas...
oportunistas aprovechándose de sociedades indefensas...
estados ausentes con políticos imbéciles felpudos del poder de las corporaciones que hacen del planeta humano un descartable funcional a sus cinismos...
un nazi-sionismo que revive para hipotecar el futuro humano  convirtiéndolo en una razón de esclavos...
una tribu urbana versus una tribu marginada...
una tribu narcotizada versus una tribu alcoholizada...
patotas asolando barrios liberados...
guerrillas disfrazadas de ignorancias... sin ideas, sin ideologías y sin revoluciones donde se defienda la ciudadanía necesitada...
de hecho la grieta está instalada y no es un sola, sino que además está fisurada con mil rajaduras que aseguran que la represa no servirá de nada... y que los que están en su camino quedarán ahogados por la negligencia del cinismo y la soberbia inesperada...
la civilización humano está arribando a su fin... agrietada hasta el hartazgo, vestida de desprecios e intolerancias...
está claro que sin memoria... el futuro posible se ata... y cuando se encadena el mañana, todo se consume sin que haya consciencia de que el presente... se "raja"... JULIO 11, 2016.-

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