martes, 19 de julio de 2016

CASUALIDAD CAUSAL Y CAUSALIDAD CASUAL ▲ Compromiso y música (170): Por pura casualidad >> África no es un país >> Blogs Internacional EL PAÍS

Compromiso y música (170): Por pura casualidad >> África no es un país >> Blogs Internacional EL PAÍS

Lola Huete Machado

África no es un país

"Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí. Un blog coral creado y coordinado por Lola Huete Machado.


SOBRE LOS AUTORES

Lola Huete MachadoRedactora de El País y El País Semanal desde 1993, ha publicado reportajes sobre los cinco continentes. Psicóloga y viajera empedernida, aterrizó en Alemania al caer el muro de Berlín y aún así, fue capaz de regresar a España y contarlo. Compartiendo aquello se hizo periodista. Veinte años lleva. Un buen día miró hacia África, y descubrió que lo ignoraba todo. Por la necesidad de saber fundó este blog. Ahora coordina la sección Planeta Futuro.
Chema CaballeroChema Caballero. Llegó a África en 1992 y desde entonces su vida giró en torno a sus gentes, su color y olor, sus alegrías y angustias, sus esperanzas y ganas de vivir. Fue misionero javeriano y llevó a cabo programas de educación y recuperación de niñ@s soldado en Sierra Leona durante dos décadas, que fueron modelo.
José NaranjoJosé Naranjo. Freelance residente en Dakar desde 2011. Viajó al continente para profundizar en el fenómeno de las migraciones, del que ha escrito dos libros, 'Cayucos' (2006) y 'Los Invisibles de Kolda' (2009), que le llevaron a Marruecos, Malí, Mauritania, Argelia, Gambia, Cabo Verde y Senegal, donde aterrizó finalmente. Le apasiona la energía que desprende África.
Ángeles JuradoÁngeles JuradoPeriodista y escritora. Trabaja en el equipo de comunicación de Casa África desde 2007. Le interesa la cultura, la cooperación, la geopolítica o la mirada femenina del mundo. De África prefiere su literatura, los medios, Internet y los movimientos sociales, pero ante todo ama a Ben Okri, Véronique Tadjo y Boubacar Boris Diop, por citar solo tres plumas imprescindibles.
Chido OnumahChido Onumah. Reputado escritor y periodista nigeriano. Trabaja como tal en su país y en Ghana, Canadá e India. Está involucrado desde hace una década en formar a periodistas en África. Es coordinador del centro panafricano AFRICMIl (en Abuja), enfocado en la educación mediática de los jóvenes. Prepara su doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su último libro se titula 'Time to Reclaim Nigeria'.
Akua DjanieAkua Djanie. Así se hace llamar como escritora. Pero en televisión o en radio es Blakofe. Con más de tres lustros de carrera profesional, Akua es uno de los nombres sonados en los medios de su país. Residente en Reino Unido, fue en 1995, en uno de sus viajes a Ghana, cuando llegó su triunfo televisivo. Hoy vive y trabaja entre ambos países. La puedes encontrar en su página, Blakofe; en la revista New African, en Youtube aquí o aquí...
Beatriz Leal RiescoBeatriz Leal Riesco. Investigadora, docente, crítica y comisaria independiente. Nómada convencida de sus virtudes terapéuticas, desde 2011 es programadora del African Film Festival de NYC. Sissako, Mbembe, Baldwin y Simone la cautivaron, lanzándose a descubrir el arte africano y afroamericano. Su pasión aumenta con los años.


mapa de África

Compromiso y música (170): Por pura casualidad

Por:  16 de julio de 2016
Como celebramos que ya llevamos 170 entregas de esta sección hoy nos ha salido una entrada con mucha fuerza y, como todas, llena de recomendaciones muy interesantes. Es pura casualidad que tres de los artistas que presentamos hoy están relacionados con Sierra Leona, otro proviene de Camerún y también tenemos una colaboración entre Sudáfrica y Malí como presentación de un proyecto muy interesante. Activismo panafricano o contra la discriminación a los albinas se mezclan con ritmos disco, búsqueda de las propias raíces o un homenaje a los cantantes que marcaron una infancia. 
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La cantante sierraleonesa Sia Tolno / Foto RFImusic
Patrice Babatunde Bart-Williams, conocido artísticamente como Patrice, es hijo del primer director de cine que tuvo Sierra Leona, además de escritor y poeta, Gaston Bart-Williams. Nació el mismo día que murió su abuelo paterno, por eso su padre le dio el nombre de Babatunde (padre ha vuelto) como segundo y el primero en homenajee a Patrice Lumumba, el líder congoleño. Nacido y criado en Alemania nunca ha olvidado sus raíces. Creció escuchando afrobeat, sobre todo Fela Kuti, reggae y Nina Simone. Por eso su primer grupo musical interpretaba afrobeat. Más tarde siguió en solitario y publicó su primer álbum, Lion, en 1999. Además de músico y compositor, Patrice también es director.
Hoy nos presenta el vídeo del sencillo Burning Bridges, que sirve de adelanto a su nuevo trabajo que se titulará Life’s blood. Este tema quiere rendir homenaje a los artistas que escuchaba cuando era un niño y que son la base de su estilo musical. Las notas de reggae y el ritmo afrobeat son inconfundibles. El vídeo está grabado en Jamaica y está dirigido por el propio Patrice.

Mzilikazi wa Afrika, o Mzee, ha publicado un álbum muy panafircanista titulado Timhamba (rituales ancestrales). Este galardonado periodista de investigación, productor musical y cantante sudafricano se ha unido al dúo Rafiki para esta nueva aventura.
Se han necesitado tres años para completar este disco que fue grabado en 10 países diferentes. Cuenta con alguno de los artistas más prominentes del continente, como el maliense Salif Keita, la ghanesa Wiyaala o Bohola de Suazilandia, entre muchos otros. El álbum contiene dos cd que se titulan Antiguo y Nuevo Testamento. Hemos elegido para escuchar aquí uno de los temas que Mzee y Rafiki interpretan con Salif Keita, que lleva por título una de las grandes consignas del panafricanismo, We are all Africans, y que al mismo tiempo contiene un mensaje muy claro: No a la xenofobia. 

Sia Tolno, cantante nacida en Sierra Leona y refugiada en Guinea Conakry por causa de la guerra y una de nuestras artistas favoritas, nos trae una fantástica versión del tema Bang Bang (my baby shot me down). Una canción compuesta por Sonny Bono para la que entonces era su mujer, la artista estadounidense Cher. En ese mismo año también Nancy Sinatra hizo una versión un poco menos rockera. Han sido muchos los artistas que la interpretado luego pero ninguno ha conseguido la fuerza y frescura de esta versión disco que tenemos hoy aquí. 

Dev Hynes ahora se hace llamar Blood Orange aunque antes era conocido como Lightspeed Champion. Nacido en Londres de padre sierraleonés, empezó su carrera musical en esa ciudad como miembro de una banda de dance-punk llamada Test Icicles. En 2005 sacó su primer álbum en solitario, For screening purposes only, y en 2007 se mudó a vivir a Nueva York, donde adoptó su nuevo nombre artístico. Como Blood Orange acaba de publicar su tercer álbum que se titula Freetown Sound y que quiere ser un homenaje al país de sus orígenes, que confiesa que nunca ha visitado. Sin embargo creemos que no consigue su propósito, al menos en el primer sencillo, Agustine. Aunque el artista aparezca bailando ante una bandera de Sierra Leona pintada en una pared, el tema es más sobre Nueva York que sobre Freetown o sobre la propia búsqueda de identidad del artista.

Los hermanos cameruneses Rene y Clifford Bruma llevan toda su vida luchando contra la discriminación por ser albinos y han decidido utilizar el rap para sensibilizar contra ella. Se hacen llamar White African Music. Según cuentan, la música les quita el miedo que suele llevar aparejado el hecho de ser albino en África al mismo tiempo que les ayuda a enviar su mensaje a otros países del continente donde estas personas tienen que enfrentarse a los mismos problemas que ellos. El video que nos ha llegado de ellos corresponde al sencillo K.I.N.G.
el dispensador dice: la antigua escuela Ptolomeica y sus luminarias, habían logrado determinar que hay casualidades causales así como también causalidades casuales, dependiendo ello de una ecuación extremadamente compleja que "ordena" el universo visible y sus eventuales estados de caos, así como también los invisibles y los propios... traducido, todo lo que parece casual no lo es, al menos no tanto, y todo lo que parece causal siempre conlleva una pizca de casualidad... 

la mencionada ecuación pone y quita números que se incorporan a una geometría variable que responde a un espacio cuántico que si bien interactúa con este universo de manera precisa, también lo hace con otros universos no perceptibles a los sentidos humanos, de la misma manera (precisa) creando un despliegue de confluencias y divergencias que dan sentido a un orden que, curiosamente, se "ordena" a sí mismo... partiendo de tres premisas fundamentales: el número... la forma... y la nota... o lo que es lo mismo... la ecuación... la geometría... y la música... 

obsérvese que se concede lugar al número como factor esencial de todo lo que existe... quitándole el valor estadístico que utiliza el humano para discriminar a sus prójimos, colocándose por sobre el otro y su destino... el número como factor esencial es infinitamente combinable pero sigue patrones perfectamente diseñados que encajan en cada destino humano así como lo hacen en cada destino de cualquier otra cosa, no humana, que ocupe un espacio dentro de las formas y sus planos... una geometría del espacio que abunda en dimensiones tangibles y no tangibles... visibles y no visibles... perceptibles y no perceptibles... audibles y no audibles... y cuando son audibles... son musicales, no verbales... son pentagramas, no palabras...

curiosamente, según sabían aquellos "genios" de la antigüedad ignota... la música conectaba a los universos confiriéndoles un orden matemático y geométrico que se ensamblaba mediante engranajes que ordenaban el todo desde cada una de sus partes y componentes, algo semejante a un complejo mecanismo de relojería sólo creable por una mente prodigiosa de índole superior, distante de la miseria humana y sus cuitas, distante de la mezquindad y sus cinismos, distante de la hipocresía y sus desprecios...

y así debe ser... porque la música es un puente desde y hacia a la eternidad... así como el número lo es... así como la forma lo es...

un juego de complejidades donde la casualidad no existe y donde la causalidad siempre encaja donde estaba planificado que lo hiciera... porque de hecho, cada destino porta una fórmula musical que le es inherente, propio, e indivisible... y cada alma suena según su propio diapasón... JULIO 19, 2016.-

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