sábado, 23 de abril de 2016

SUEÑO [सपना] sapana


Thuk Je Che Tibet
Thuk Je Che Tibet.

MEDITEMOS...

Comienza la meditación con la conciencia de que, incluso la tierra sobre la que estás sentado, está sujeta al cambio. 

Cuestiónate si alguna vez has visto o encontrado un ser sobre o bajo tierra que no haya experimentado la muerte.

Si la respuesta es no, permanece en meditación con la conciencia de que tú también experimentarás transitoriedad.

Incluso tu opinión y tu visión así como el esfuerzo que inviertes en pensar en las cosas, sean beneficiosas o no, distraídas o conscientes, es efímera. Siempre que puedas, contempla la transitoriedad y la muerte de todas las cosas, dentro y fuera de tí.

A continuación, piensa en todo el tiempo perdido en distracciones, falta de atención, dudas y sopor o incluso esperando a que lleguen las circunstancias apropiadas. Añade el número de años que ya han pasado y el número de años que pasarán en semejantes estados en el futuro.

De hecho, ¿cuánto tiempo te queda para darte cuenta de que esta vida es un sueño?....

La transitoriedad está presente en las causas imaginables e inimaginables. Una causa externa, por ejemplo un medicamento, puede prolongar la vida o causar la muerte.

Elementos como la tierra, el agua, el fuego, el viento u otros fenómenos naturales como las montañas o árboles podrían causarnos la muerte.

Circunstancias interiores, tales como la enfermedad o nuestras propias dudas, vacilaciones o pensamientos, también pueden manifestarse como causas de muerte.

Tales fenómenos, externos e internos, tienen plena capacidad para ser causa de transitoriedad y muerte.

La impermanencia es el resultado de todas las causas transitorias o karma que hemos creado. El mismo Buda explicó que todo lo que surge de una causa -toda percepción, movimiento y forma- se deja atrás en el momento de la muerte. Sólo el karma nos acompaña en ese momento. Por muy fuerte que sean nuestra fijación y apego, no podemos llevarnos bienes materiales, cuerpo físico, amigos, parientes, maestros, séquito o discípulos. No importa cuantos seres queridos nos rodeen en esta vida deseando no separarse nunca de nosotros; no importa qué rango o poder tengamos, no importa cuánto nos hayamos esforzado en mantener un hogar, una posición, conocimientos o habilidades en la oratoria o el debate, nada puede incorporarse a la experiencia de la muerte.

Pretender conservar algo en el momento de la muerte no añade nada a nuestro tiempo o felicidad y no tiene en cuenta la simplicidad de soltar. No nos permite tener una sensación de logro en ese momento ni de ser una causa de felicidad para nadie más.

Si lo entendemos ¿por qué seguimos tratando de afianzar las posesiones materiales y el resto de apegos?

La fijación y el apego sólo pueden subsistir en una mente en la que todavía hay esperanza: “tal vez un día pueda llevarme algo, si no cosas samsáricas, al menos algo budista: mi devoción, maestros, enseñanzas, objetos rituales”.

Sin embargo, no se puede incorporar nada a la muerte salvo la causa y efecto de nuestro karma acumulado y la trascendencia de nuestra mente y visión, hasta donde sea ésta útil.

Thuk Je Che Tíbet.

Thuk Je Che Tibet


el dispensador dice: vas subiendo y a pesar del esfuerzo de la trepada no te das cuenta que el terreno te va distanciando de los valles, que son pocos, porque todo es escarpado desde las laderas hasta los llanos... ¿has volado en sueños alguna vez?... ¿te has despegado de tu cuerpo y te has observado yaciendo en un lecho, en la gramilla, o flotando en el viento?... ¿qué sensación te ha dominado?... ¿has sentido paz o te ha invadido el miedo?... ¿te has despertado sobresaltado?... ¿sudoroso?... ¿sabiendo que algo real te ha cruzado... mientras el descanso se ha evaporado?... ¿te has sentido denso soñando teniendo relaciones sexuales con un cuerpo no identificado?... ¿te ha pesado o te ha liberado?... ¿has muerto en tu sueño o en el de al lado?... ¿te has visto cuando eras enterrado?... ¿te han hablado...?... ¿has escuchado o has olvidado?... ¿te has visto en otro cuerpo distinto al que has tenido o al que has negado?... ¿has visto a tus hijos antes de engendrarlos... has hablado con ellos... o simplemente los has negado?... ¿has sentido placer o el drama te ha atravesado?... ¿te han anunciado el futuro o permaneces atado al pasado?... ¿te has sumergido en un presente que jamás ha cursado?... ¿has sentido impotencia ante alguien a quien no has salvado?... ¿te has sentido caer en un vacío sin espacios?... ¿te has visto nacer sin haber sido engendrado?... ¿te han mostrado cómo se escribe el destino en el libro de la vida?... ¿te han mostrado como tu alma ha sido inscripta en el árbol de la vida?... ¿te has visto hoja?... ¿te has visto raíz?... ¿te has visto fruto?... ¿te han enseñado el error de no haber encarado el camino concedido ingresando a un atajo?... ¿te han enseñado que eres efímero ante la esfera y el cubo que no es cuadrado?... ¿te sientes libre o aún estás amarrado?... ¿has soñado con la mentira esgrimida por aquel que has amado... te han mostrado el momento en que la traición se ha consumado?... ¿te has sumergido en la confianza o has preferido negarlo?... ¿has hablado o te has callado?...

al despertar... ¿has colgado tu oración en el viento helado?... si no lo has hecho aún, procede a trepar por la ladera del espíritu olvidado... alcanza la cima de tu propia alma... ata al poste lo que hayas recibido mediante la consciencia o los hados... luego desciende unos metros para darte cuenta que allí no has estado, que debes regresar porque la altura aún no te ha tomado... y regresa al sueño para seguir en continuado... hay barcas que deben seguir navegando... 

no te ates a nada que sea pesado... sea cosa... pensamiento... bienestar... o humano... 

no te sometas a la voluntad ajena...

no tomes por asalto el esfuerzo ajeno...

no pronuncies anunciando...

no consideres la palabra como un salto al futuro que aún no ha llegado... puedes encontrarte con el vacío inesperado... ése que nace junto con el desprecio y el reclamo... ése que nace con la soberbia del cinismo que te va devorando...

concéntrate en el hecho de aquello que te ha marcado...

el sueño... es sólo un paso... de creer que has respirado. ABRIL 23, 2016.-

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