PASAJERO

el dispensador dice: me lo encontré caminando por la banquina de una ruta, aquí en Salta... entiendo que se dirigía hacia Cachi, o hacia Seclantás, o hacia Molinos, o hacia Angastaco, o hacia San Carlos, o hacia Animá, o hacia Cafayate... o en verdad, hacia ninguna parte, porque lo bueno de caminar es que no necesitas tener una dirección, sino simplemente andar hacia la vida... lo reconocí de inmediato, era mi personaje preferido que había saltado de un cómic hacia la realidad de los sueños imposibles, hacia las ilusiones exterminadas por el poder desquiciado de las corporaciones nazi-sionistas de la Europa medieval... era Juan Salvo... un muchacho pobre como yo, que venía huyendo de la sirianización de la Tierra, llevada adelante por los invasores extraterrestres de otras dimensiones, de un universo no visible, tampoco contiguo, y ni siquiera paralelo...

estos invasores se meten en la mente humana y la carcomen haciéndoles creer que es bueno devorar a los prójimos... que es mejor negarlos... que es prudente mentirles, pero que es superior el traicionarlos... de allí que se hayan consumido a las familias, colocando a los padres contra los hijos y a estos contra los padres... imponiendo la burrada de los mediatismos del rating que impone el antivalor del valor, la descalificación del despojado y el enaltecimiento del delincuente... o lo que es lo mismo, la justicia que condena a las víctimas, salvando a los victimarios... o lo que es lo mismo, un mundo con humanismos invertidos, donde todo lo malo es bueno, y donde todo lo bueno es estúpido...

hablé con él un rato largo, luego de detener el carro a la vera del camino para que pasten los radiadores y se alimenten las bombas de aguas...

¿vió lo que está sucediendo?...

vaya que si lo veo y lo sufro en carne propia...

¿no sabe nada de Martita?... 

no... sólo sé que la Tierra está envuelta como para regalo a los infiernos... y aquellos que Usted padecía en la tira, ahora están encarnados por economistas funcionales al poder que sufre de Alzheimer global, una rara enfermedad que les hace creer que los mortales son otros, siempre otros, cambiando la dignidad por bienestares inaceptables que  nadie tiene tiempo de disfrutar... raro pero real, vio?...

parezco un Sirio huyendo de mi patria, obligado por el terrorismo europeo que se está comiendo a la humanidad y a todo el planeta, para beneficio de diez gatos locos...

todos somos Sirios sin Siria... aquí ya no hay musulmanes, judíos, cristianos, budistas, ni nada... a estos invasores sólo les importa devorar los humanismos, incluyendo en ello la cultura, los derechos humanos y ciudadanos, la salud, la educación, la dignidad, el ser persona, la calidad y la condición humanas... bien espantoso el paisaje...

¿sigue nevando en algunos lugares de la Tierra?...

peor que eso... ahora cae granizo como jamás se ha visto... los rayos impactan en cualquier parte menos en los pararrayos... las tormentas son verdaderos huracanes... y te mata la sequía o te ahoga la lluvia... todo eso mientras a los estados del imperio les hace cosquillas que se mueran las sociedades humanas, las especies y las no especies... léase, la naturaleza y sus contenidos les importan menos de un bledo, o lo que es lo mismo, un carajo...

tengo la sensación de que el mundo ya es una cloaca dominada por los invasores...

coincido... es lo más parecido al infierno del Dante pero sin él... un infierno donde el Vaticano mueve piolines de desprecios que semejan las últimas de los dinosaurios en la Tierra... un segundo antes del cataclismo terrenal... prolijamente borrado de la historia para que nadie sepa que por entonces ya había humanos pastando en las praderas... dicho sea de paso, ¿hacia dónde se dirige?...

ando buscando al "mañana necesario", pero unos extraterrestres de los buenos me han dicho que ya nunca llegará, ni tampoco regresará...

sí... es verdad... el caos domina todos los paisajes... los actuales y los por venir... ¿por qué no se viene conmigo?...

y Usted... ¿hacia dónde se dirige?...

hacia ninguna parte... soy un viajero que ha prescindido del tiempo... que se ha liberado de las miserias humanas de los otros, quebrando las cadenas que lo tenían atrapado como Prometeo a la roca... todos los días me devoraban el hígado y las entrañas... hasta que gracias a un contraluz pude verles las auras, y todos eran demonios disfrazados de buenas personas... desde entonces también huyo de las miserias humanas y de las mezquindades de los indignos...

¿puedo acompañarlo durante un rato?...

no tengo ratos porque ando sin tiempo... pertenezco a la luz... y tampoco soy de este universo... vengo desde tan lejos que ya ni me acuerdo... aunque de las pirámides tengo un souvenir que me traje del Egipto de Orión, y eso me tiene a salvo... como su apellido... ah!, entiendo que a Martita la cruzaron de umbral... y de allí no se regresa... no hay forma... debe conformarse con la suerte que le ha tocado, igual que yo... debo conformarme con lo que me toco en suerte o en gracia del destino... no me quejo... es lo que hay...

¿qué sugiere entonces?...

venga, caminemos juntos... sé hacia dónde ir... ya que no hace falta morir para cruzar el umbral... estamos cerca del portal... así que es cuestión ir no más...

cada segundo que pasa me sorprendo más...

bueno, a mi ya no hay nada que me sorprenda... el infierno da para todo... y ya no hay Massada ni esenios, así es que estoy dispuesto a inmolarme de ser necesario... pero sé que no va a serlo (necesario, digo)... porque los que no nacemos ni morimos, simplemente pasamos de un lado al otro por sólo hacer uso de la voluntad mental...

¿es Usted dimensional?...

no... ni dimensión tengo... pertenezco a la luz, ya se lo dije...

bueno, vamos... a algún lado iremos a parar...

ni quiera saberlo... seguramente cruzaremos el espacio-tiempo y terminaremos en Orión... estamos alineados... así es que vamos, sin más, vamos...

¿hay pirámides allá?...

sí... la pirámide es el signo de este lado del universo... y eso no puede perdérselo... es lo único que resguarda de los cínicos y los perversos...

¿para tanto?...

vamos... caminando le cuento. FEBRERO 08, 2016.-