jueves, 16 de julio de 2015

HUELLA... LEGUA...



Mari Lauquen (Trenque Lauquen) 
Pueblos BuenosAires







el dispensador dice:
horizontes lejanos,
paisajes cercanos,
mucha distancia,
historias pasando,
huellas marcadas,
sentimientos desarraigados,
muchos se fueron, 
pocos llegaron,
leguas y leguas,
yuyos... praderas... campos...
ningún recuerdo pendiente,
abandono de lo olvidado...

camino que se abre,
vida rodando,
sentidos opuestos,
risas y llantos,
mejillas secas,
rostros que se han ido arrugando,
pocos triunfos,
nada ganado,
el bienestar se evapora,
a medida que el tren va pasando,
modificando los sentidos,
de lo atendido,
de lo comprendido,
de lo nunca escuchado...
mucha palabra suelta,
imágenes repicando,
aves traviesas,
sonidos sin cantos,
mucho torbellino,
para seguir mirando...
los humedales llaman,
cuerpo y descanso...

vi una yegua que me estaba observando,
la soledad llega por espalda,
mientras que el silencio se va ganando,
asumiendo que la palabra,
no reemplaza a lo profundo de un abrazo,
ni al estrecharse las manos,
pero los ojos no dicen todo,
cuando la costumbre se asume por lo engañado...

¿para qué el alambre?,
¿para qué el alambrado?,
¿para qué los postes?,
¿para qué el envarillado?,
los campos no huyen,
de sus propios espacios...
demasiado yuyo,
para esconder tantos vagos,
que se dicen laboriosos,
mientras andan robando...

mucha tranquera,
batalla sin soldados...
campos a sus suertes,
arados oxidados...

cabalgué sin descanso...
la lejanía no intimida,
cuando la voluntad se despliega,
y el esfuerzo se nutre del canto,
siempre hay un ave... que sus alas y sus vuelos... te va cobijando.
JULIO 16, 2015.-

leguas adentro... huellas borrando.


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