martes, 19 de mayo de 2015

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Los otros sudafricanos >> África no es un país >> Blogs Internacional EL PAÍS

Lola Huete Machado



África no es un país

"Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí. Un blog coral creado y coordinado por Lola Huete Machado.

SOBRE LOS AUTORES

Lola Huete MachadoRedactora de El País y El País Semanal desde 1993, ha publicado reportajes sobre los cinco continentes. Psicóloga y viajera empedernida, aterrizó en Alemania al caer el muro de Berlín y aún así, fue capaz de regresar a España y contarlo. Compartiendo aquello se hizo periodista. Veinte años lleva. Un buen día miró hacia África, y descubrió que lo ignoraba todo. Por la necesidad de saber fundó este blog. Ahora coordina la sección Planeta Futuro.
Chema CaballeroChema Caballero. Llegó a África en 1992 y desde entonces su vida giró en torno a sus gentes, su color y olor, sus alegrías y angustias, sus esperanzas y ganas de vivir. Fue misionero javeriano y llevó a cabo programas de educación y recuperación de niñ@s soldado en Sierra Leona durante dos décadas, que fueron modelo.
José NaranjoJosé Naranjo. Freelance residente en Dakar desde 2011. Viajó al continente para profundizar en el fenómeno de las migraciones, del que ha escrito dos libros, 'Cayucos' (2006) y 'Los Invisibles de Kolda' (2009), que le llevaron a Marruecos, Malí, Mauritania, Argelia, Gambia, Cabo Verde y Senegal, donde aterrizó finalmente. Le apasiona la energía que desprende África.
Ángeles JuradoÁngeles JuradoPeriodista y escritora. Trabaja en el equipo de comunicación de Casa África desde 2007. Le interesa la cultura, la cooperación, la geopolítica o la mirada femenina del mundo. De África prefiere su literatura, los medios, Internet y los movimientos sociales, pero ante todo ama a Ben Okri, Véronique Tadjo y Boubacar Boris Diop, por citar solo tres plumas imprescindibles.
Chido OnumahChido Onumah. Reputado escritor y periodista nigeriano. Trabaja como tal en su país y en Ghana, Canadá e India. Está involucrado desde hace una década en formar a periodistas en África. Es coordinador del centro panafricano AFRICMIl (en Abuja), enfocado en la educación mediática de los jóvenes. Prepara su doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su último libro se titula 'Time to Reclaim Nigeria'.
Akua DjanieAkua Djanie. Así se hace llamar como escritora. Pero en televisión o en radio es Blakofe. Con más de tres lustros de carrera profesional, Akua es uno de los nombres sonados en los medios de su país. Residente en Reino Unido, fue en 1995, en uno de sus viajes a Ghana, cuando llegó su triunfo televisivo. Hoy vive y trabaja entre ambos países. La puedes encontrar en su página, Blakofe; en la revista New African, en Youtube aquí o aquí...
mapa de África



Los otros sudafricanos

Por:  18 de mayo de 2015
"Este lugar es el infierno en la Tierra", se lamenta un coolie, al describir la plantación de caña donde es explotado a finales del siglo XIX. La plantación se sitúa en Kwazulu Natal, al este de Sudáfrica, una colonia compartida entre británicos y holandeses en la época, bañada por el aturquesado Océano Índico en su orilla oriental y por el Atlántico en la occidental. Quien firma estas palabras (que probablemente fueron pronunciadas realmente) es Aziz Hassim, novelista sudafricano de origen indio que las utiliza en su obra Revenge of Kali. Narra la historia de los primeros indios que llegaron a Sudáfrica, a bordo del S.S. Truro y reclutados en Calcuta y Madrás fundamentalmente. Contratados en algunos casos de manera casi ilegal, eran mayoritariamente hindúes e intocables o de casta baja y trabajaban en condiciones de semiesclavitud en los alrededores de Durban. El derecho de pernada del amo, que no jefe, estaba institucionalizado. Se sentían en el fin del mundo, siempre a un paso de la muerte.
Apenas diez años después de la llegada de los primeros indios a Sudáfrica, una nueva oleada de nacionales del país asiático se desplazaría hasta el sureste del continente africano. Esta vez, con intención de asentarse como comerciantes en la zona, procedentes de Gujarat y fundamentalmente musulmanes. Se les denominó "pasajeros" porque pagaban sus billetes y llegaban por su propia voluntad. Su historia aparece en las páginas de The Wedding (2001), una novela de Imraam Coovadia, en forma de saga familiar. Su presencia incrementó la hostilidad de la población blanca hacia la comunidad india que creaba lazos con el país. 
800px-Gandhi_group_South-AfricaMahatma Gandhi con los líderes de la resistencia no violenta india en Sudáfrica. Wikimedia
Las novelas de Coovadia y Hassim forman parte de un estudio del grupo Raknakara (repositorio de joyas en hindi), un colectivo de investigadores y doctores universitarios decididos a explorar la riqueza cultural del Índico y que documenta, entre otras cosas, la evolución de la diáspora india en Sudáfrica desde sus orígenes como trabajadores de las plantaciones hasta su su realidad actual como ciudadanos de pleno derecho de la nación del arco iris. Felicity Hand y María Isabel Alonso forman parte de este grupo y de esta investigación. Mezclando historia, testimonios de la época y literatura, elaboran un retrato de la comunidad india sudafricana. Una comunidad muy particular que ha prescindido del sistema de castas y que antepuso su africanidad a sus lazos con la India. Una comunidad que ha vivido a la sombra de Mahatma Gandhi y que se implicó en el nacimiento del Congreso Nacional Africano y la muerte del apartheid.

Felicity Hand y María Isabel Alonso presentaron algunos avances de su estudio enCasa África a finales de abril y mencionaron a un puñado de pioneras en los derechos de las comunidades sudafricanas no blancas y las mujeres como Ela Gandhi o Frene Ginwala. También leyeron fragmentos de obras de Farida Karodia, como Against an African sky y Boundaries y de Achmat Dangor, como Fruto amargo.
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"Gandhi abandonó Sudáfrica en el año 1915", explicó Felicity Hand, pausadamente, en el auditorio de Casa África. "El 10 de enero de 1908 se produjo su primer arresto, por negarse a llevar encima el salvoconducto que debía identificar a toda la población no blanca. Gandhi protestó contra este salvoconducto quemándolo y animando a sus compatriotas a seguir su ejemplo". Así comenzó la resistencia pasiva, la no violencia, que acabaría liberando a la India de la colonización inglesa y que también funcionó como puntilla del apartheid.
Felicity precisó que Gandhi ha marcado la historia de la comunidad india en Sudáfrica y que aparece en muchas novelas, como The lotus people, de Aziz Hassim, por cuyas páginas también transita la doctora Goonam o doctora coolie, una pionera de la resistencia feminista y anti-apartheid nacida en Durban en 1906 y muerta también en la ciudad sudafricana en 1999. Hassim dedicó su novela a esta figura política sudafricana, encarcelada 17 veces por su trabajo en favor de una Sudáfrica justa y libre. Forzada a exiliarse en Inglaterra, regresó a su país en el año 1990 y pudo votar en 1994, apenas cinco años antes de morir. Fue vicepresidenta del Congreso Indio de Natal. Además de todo esto y de una condena de seis meses de trabajos forzados, era doctora en ejercicio.
Las mujeres son, precisamente, uno de los pilares fundamentales de la comunidad india sudafricana. Con sus propias sagas familiares, como se refleja en novelas tipo Other secrets, de Farida Karodia. La violencia sexual contra las mujeres de esta comunidad también es una constante en la literatura y la historia, representada en la ficción escrita e incluso filmada a través de historias como The world unseen, de Shamin Sarif, una novela que además de atreverse con las relaciones interraciales, ilegales en el país desde 1927, novela la homosexualidad. 
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Felicity y María Isabel sólo desvelaron una parte del estudio, complejo y en constante evolución y crecimiento. Apenas un aperitivo que deja entrever la riqueza de la cultura sudafricana y de la hibridación entre India y Sudáfrica. Dos de  sus conclusiones, sin embargo, fueron que  los indios sudafricanos quieren ser, ante todo, sudafricanos y que, desgraciadamente, África está muy ausente en los estudios poscoloniales.


el dispensador dice:
somos,
cada uno,
en tanto y en cuanto,
los otros...

sin los otros,
no somos,
más que soledad,
en aislamiento,
sin poder apreciar la diferencia,
entre espíritu y ciencia,
entre número y paciencia,
entre geometría e impaciencia,
entre Fe y vehemencia sin fuente ni pureza...

nacemos para ser tribu,
hasta que nos subimos al caballo,
para luego bajarnos del estribo,
regresando al suelo amigo,
después de haber andado respirando,
hechos que nos han "hecho" testigos,
de circunstancias y de abrigos,
caminos recorridos,
cercanos, conocidos, enemigos,
envidiosos y cuenteros que nos han mentido,
para apoderarse de conveniencias,
por las que nada hicieron,
por las que nada han construido,
pero de las que se han apoderado,
mediante artilugios prolijamente urdidos...

aún así,
los otros son cruzados elegidos,
por algún otro,
aquel que escribe los destinos,
y todo finalmente es bueno,
a pesar de lo malo que se haya vivido,
porque andar es el objeto,
y llegar a alguna parte el objetivo,
y de pronto te encuentras,
y se mezclan recuerdos y olvidos,
y de pronto sos regreso,
porque nunca dejaste el espíritu,
y te enfrentas a tu esencia,
a la que has pertenecido,
y comprendes que ha sido un sueño,
esto de haber nacido.
MAYO 19, 2015.-

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