lunes, 18 de mayo de 2015

ARENAS DE CELULOIDE ▲ Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

Lapices
En el Sahara, desde hace mucho tiempo, hay grandes poetas que lanzan al mundo un par de versos con la intención de que otro gran poeta los continúe. Hasta que no aparece alguien a la altura de la calidad de los primeros versos, el poema queda incompleto. Y así, poco a poco, se va construyendo un poema con muchas voces. De manera paradójica, comenzamos con una Despedida, el título del poema que inaugura la sección de la mano del poeta Larosi Haidar. Dice así…

Cuán dulce es amar
y sentirse a la vez amado
pero amargo es el dejar
a quien tanto se ha esperado.

¡Poetas! os animamos a participar y así completar, esperamos, un gran poema coral.


Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb


SOBRE LOS AUTORES

Sukina Aali-TalebHija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.
Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.
Bahia Mahmud AwahBahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.
Willy VeletaWilly Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.
Liman BoichaLiman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.
Larosi HaidarLarosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.


FiSahara, un festival de cine inolvidable

Por:  14 de mayo de 2015
  FiSahara_Ali Salem ISelmu                           
     Campamento de Dajla, Tindouf, Argelia, lugar donde se celebra el FiSahara
En esta edición del FiSahara, contamos con un cronista excepcional. Uno de nuestros poetas, Ali Salem Iselmu, ha viajado a los campamentos saharauis para contarnos de primera mano la marcha de un festival que ya celebra su decimosegunda edición. Con sus palabras nos trasladamos al calor del desierto en el mes de mayo y a la emoción de una inauguración de cine.

El avión atravesó el Mediterráneo; atravesó los campos de almendros, de olivos y de viñedos, y aterrizó en el desierto, cargado de cineastas y activistas solidarios, que cada año vuelven al campamento saharaui de Dajla para proyectar al aire libre, sus películas. Comparten con los refugiados sus experiencias y les recuerdan que el mundo no los olvida, se acuerda de ellos y los abraza con imágenes que se confunden con el brillo de las estrellas.  

Después de 40 años de exilio, de generaciones que solo conocen un campo de refugiados, de las mil y una resolución, y negociación frustrada.  El cine tiene el poder de devolverte la esperanza cuando está al servicio de la justicia y de los derechos humanos. Una película documental como Granito de Arena de los neoyorquinos Pamela Yates y Paco de Onís, con unos testimonios extraordinarios, sentó a un criminal al banquillo por genocidio y devolvió la dignidad a las víctimas, Efraín Ríos Montt fue condenado a 50 años de cárcel, gracias a la acción de la justicia y el trabajo de archivo de imágenes y testimonios que dejaron al desnudo, unos crímenes deleznables que el documental Granito de Arena, recoge con mucha profundidad. Esta película se llevó el premio Fishara 2015 e ilusionó al público demostrando que el cine es una herramienta contra la desmemoria y la impunidad.

Otra película documental que se llevó el segundo premio, fue Timbuktu de Abderrahman Sisako, una película que planeta problemas que se desarrollan en una ciudad multicultural y que un grupo de fanáticos, intenta aplicar su forma de entender la justicia, alejada de los principios de la tolerancia que han caracterizado los habitantes de esta ciudad.

El cine, los derechos humanos con Nora Morales de Cortiñas, perteneciente a una línea fundadora de las madres de la Plaza de Mayo en Argentina, presentó la película Verdades,Verdaderas de Nicolás Gil Lavadera en la que se cuenta la historia de una madre, que busca a su hijo desaparecido, o La Semilla de La verdad de Eztizen Miranda que cuenta el hallazgo de una fosa común en el Sáhara Occidental.

Dos pantallas gigantes al aire libre, proyectaron diversas películas como Mortadelo y Filemón contra Jimmy El Cachondo, devolvieron por unos momentos a los niños saharauis la sonrisa, en medio de la dureza, junto con la actuación de Payasos en Rebeldía que quieren romper El Muro de la Vergüenza que levantó Marruecos en el Sáhara Occidental, a base de tirarle tartas y flores, son sus armas particulares en esta batalla por la justicia.

El Festival Internacional de Cine en El Sáhara Occidental, en su decimosegunda edición, dejó un buen sabor de boca a los organizadores, a las autoridades y al público, a pesar de la ausencia de ViggoMortensen por el fallecimiento de su madre.

Poesía, música, danza y cine, hicieron su magnífico trabajo y volvieron a tender puentes entre los refugiados saharauis y el resto del mundo, reafirmando que ninguna batalla se pierde, ni ninguna lucha se olvida, mientras permanece la injusticia. Es en la memoria del arte contra la guerra, el horror y la estupidez, donde la humanidad muestra sus mejores herramientas para ganar la batalla del futuro.

Ningún genocidio será olvidado, si somos capaces de guardarlo en nuestra memoria y en la memoria del cine que deja al descubierto las oscuras páginas del horror.

Las dunas, las rutas nocturnas de las estrellas, la espuma del té verde que rompe el silencio; mezclado con la voz de Oona Chaplin, la nieta de Charles Chaplin, te devuelven la sonrisa y la belleza del momento, y te dejan ver por unos momentos, otra realidad que sólo el cine y el desierto del Sáhara, te pueden dar, cuando te hablan de justicia universal

el dispensador dice:
cultura,
paciencia,
sabiduría,
dulzura,
ternura,
lágrima,
amargura,
pocos recursos,
llevando una vida dura,
donde la voluntad apura,
donde el esfuerzo puede tornarse tortura,
vientos,
remolinos,
locuras...
si no sabes de estrellas,
tampoco sabes de arenas,
las palabras no son suficientes,
para medir horas calientes,
los silencios sobran entre tanta gente,
mucha distancia,
alma impaciente,
no se puede llegar,
si no se navega con la frente,
ojos al este,
espíritu al oeste,
sólo se construye,
haciendo de lo poco,
un "hecho" suficiente,
para agregar valor a todos,
repartido justamente...

aparece cultura humana,
donde el sentimiento está presente...

aparece humanismo genuino,
donde el impera el sentido de la tribu como estirpe que hierve...

no escribas en la arena,
no escribas en el agua,
no escribas en el aire,
no escribas en el fuego...
graba en tu memoria,
la imagen que te asombra,
aprende de la huella,
justo un instante antes... cuando se borra...
aprende de la sombra,
que acompaña al modo de una alfombra...
los hechos que dejan marca,
son aquellos que se transforman en cultura,
cuando los otros comprenden,
es tiempo de agradecer el tiempo,
la gracia... y su Luna...
MAYO 18, 2015.-

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