domingo, 7 de octubre de 2012

GUARDIANES DEL PARAÍSO ▲ Un libro que refleja tejidos del Norte profundo - La Gaceta

Un libro que refleja tejidos del Norte profundo - La Gaceta

Un libro que refleja tejidos del Norte profundo

Guardianes del paraíso, arte textil de los pueblos del Norte se presentó la semana pasada en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno de Tucumán. La Fundación Nicolás García Uriburu se dedica al estudio y la preservación del arte de los pueblos originarios de América.
TODO UN PATRÓN DE RECUERDOS ANCESTRALES. Sobrecama de lana criolla, Baetón, mediados del siglo XX. FOTO DE ALDO SESSA
TODO UN PATRÓN DE RECUERDOS ANCESTRALES. Sobrecama de lana criolla, Baetón, mediados del siglo XX. FOTO DE ALDO SESSA |  Ampliar  (1 de 2 fotos)
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Las colecciones de arte precolombino, popular e indígena de la Fundación García Uriburu son testimonio de las expresiones estéticas de las sociedades tempranas del sur del continente. El libro reúne y ofrece, a través de fotografías, la rica y amplia colección de tejidos de la Fundación.

Las líneas y motivos de esos textiles fluyen de un patrón de recuerdos ancestrales, y el color, de una fusión de naturaleza y conquista. Este arte profano une motivos de carácter arqueológico con estilizaciones botánicas, figuras, estrellas de rayos truncos, en una apasionada comunión mística.

En América la doctrina de la Fe transmitió una imagen del Edén poblada de árboles y pájaros. Una corriente de pensamiento del siglo XVI asegura que existió un Paraíso terrenal y que éste ocupaba un sitio preciso en el Nuevo Mundo: ese Edén estaba ubicado en el Antisuyo incaico.

Una expresión del alma indígena

La riqueza más importante que encontraron los españoles al llegar fue la fuerza de trabajo del indígena. En todos los pueblos que aquellos fundaron, los aborígenes hilaban algodón y lana, tejían lienzo y otras telas con las que confeccionaban prendas de vestir y de adorno. Para mejorar esta producción se trajeron maestros tejedores españoles con utensilios y herramientas europeas.

Luego de la independencia, Europa pasa a comprar la materia prima, perjudicando de esta manera la industria artesanal de Córdoba, Tucumán y Santiago del Estero. Sin embargo, a pesar de esto, siempre se mantuvo un comercio interno de tejidos característicos de cada comarca.

No puede determinarse si los habitantes de la región practicaban antes de la conquista la industria del tejido artístico, tal como se desarrolló y creció en la colonia, pero sí podemos decir que nunca fue una industria urbana, sino campesina, y que le permitió al alma indígena expresar frente al europeo su pensamiento y simbología.

La tejeduría es la artesanía que más fuerza conserva en nuestro país. En ella confluyen rasgos de nuestras dos grandes vertientes culturales: la indígena y la europea. La tejedora de hoy sigue realizando la misma temática decorativa indígena, colonial o precolonial, buscando satisfacer su esencial necesidad de color y de forma.

© LA GACETA
Ruth Corcuera - Licenciada en Historia de la Universidad de Buenos Aires, doctora en Historia de la Universidad Católica de Perú.


el dispensador dice: sales de San Miguel de Tucumán, por autopista hasta Famaillá... lo que sigue es realmente una precisa visión del paraíso... lo único que se percibe del entorno es "PAZ"... sobra la paz, pero no empalaga, tampoco seduce, simplemente se contempla y en la armonía del espíritu produce un goce singular, indescriptible, para el cual no hay palabras... el secreto consiste en mirar, admirar, contemplar, detenerse, respirar, absorber, reflexionar, pensar, introyectar, y seguir andando... tratando de no empecinarse en fotografiar nada... porque la llave está en reconocer los portales e impregnarlos en las visiones de la mente, del alma, del aura, haciéndole un lugar destacado en el altar del espíritu. Hay visiones que son fantasmagóricas... tanto que el paraíso puede sentirse a flor de piel... y otra de las claves es ascender en día de semana, evitando las aglomeraciones de gentes que huyen de sus destinos para luego regresar a ellos con apenas una leve dosis de oxígeno. Mente sin aire equivale a miradas al vacío y cero en comprensiones. Bien, subes... subes... subes... y de pronto apareces en una pradera sin igual... lo que sigue es sólo apto para espíritus que saben de abundancias filosóficas, ya que de lo contrario apenas si serás turista... pasarás rápido, mirando poco, fotografiando mucho y omitiendo más... ¿para qué sirven estas piedras?... ¿infiernillo?... sí... los ponchos de los valles calchaquíes son hermosos, para mi gusto claro... sintonizan con mi voluntad y mis esfuerzos... una vez, hace mucho, pero no hace tanto, subiendo desde Tucumán hacia Cafayate... creí ver en varias circunstancias a duendes corriendo a la par, algunos saludaban, otros asentían, otros estrechaban, otros alardeaban, otros arrojaban besos de alma... camino hacia Mítiko... recuerdo que llovía mucho y en la altura (3 mil y un poco más de metros) la tormenta eléctrica era una imagen de otro mundo... pero invitaba a permanecer, a ver, y justo allí, poco antes de Amaicha ví a tres duendes y sus hadas esperando en una curva... no parecía preocuparles la lluvia y mucho menos los rayos y sus centellas... no obstante ello, y como es mi costumbre, me apiadé y detuve la marcha... descendí y pregunté hacia dónde iban... no hablaron pero me acompañaron y fue así que seguimos juntos por un largo trecho de vueltas y más vueltas... hasta que en el codo de un risco decidieron bajarse... no puedo decirles lo que significó el abrazo que me prodigaron... regresé al vehículo y al mirar por el espejo retrovisor ya se habían esfumado, pero en su lugar estaba una mujer de blanco manto, flotando en el aire, agradecida. Sonreí... y me dije a mí mismo: "este es mi lugar en el mundo"... aunque a decir verdad... algo exactamente igual me había sucedido en Alemania en un lugar extraño, no tan cerca de Lindau y no tan lejos de Meersburg... pero lo que descubrí en ambas ocasiones me lo llevaré a la tumba, no porque no quiera compartirlo, sólo porque me han indicado que lo visto no debe ser contado, y siempre hay que respetar la voluntad de aquellos que conceden la gracia... ¿no lo creen así?. Sí les puedo decir que se trataba de los guardianes del paraíso. Octubre 07/08, 2012.-

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