martes, 18 de septiembre de 2012

SAO PAULO || Estamos conectados con todas las personas y nunca hubo tanta soledad - La Gaceta

Estamos conectados con todas las personas y nunca hubo tanta soledad - La Gaceta

LA GACETA Literaria
Domingo, 16 de Septiembre de 2012
ENTREVISTA A LUIZ RUFFATO

"Estamos conectados con todas las personas y nunca hubo tanta soledad"

Uno de los narradores contemporáneos más destacados de Brasil nos cuenta cómo radiografió San Pablo (foto), la ciudad más poblada, frenética y compleja de Sudamérica. "En San Pablo las cosas ocurren una sola vez. Es posible conocer a alguien y luego nunca más verla. Y es posible caminar por las calles de un barrio hoy que no existirá más un año después", afirma Ruffato. También dice que la vida cotidiana en el siglo XXI está hecha de ruinas, de fragmentos de historias, de pedazos de paisajes.
- Considerando su novela Ellos eran muchos caballos, ¿cómo surge la idea de una radiografía de la ciudad?

- Yo pienso que escribir sobre una ciudad como San Pablo es un desafío terrible, ya que es una ciudad casi insondable, habitada por una multitud de personas, cada una con su propia historia, oculta entre calles, avenidas, callejones, casas, edificios, barracas... Y está la cuestión del tiempo y del espacio, que, como sabemos, no son datos objetivos sino construcciones subjetivas. En San Pablo el tiempo es simultáneo, no es sucesivo. Y el espacio es percibido de forma diversa por un ejecutivo que vuela sobre la ciudad en helicóptero y un trabajador que viaja en vagones abarrotados del subte. Lo que intenté hacer fue capturar esta complejidad en las páginas de un libro...

- ¿Por qué eran muchos los caballos? ¿Por qué decidió unir en capítulos diversos y aislados historias paralelas? En un momento de la lectura, pensé en su novela como la versión exagerada y exuberante de Las palmeras salvajes, de Faulkner.- Como dije, como en San Pablo el tiempo es simultáneo y el espacio es percibido diversamente por cada uno de los habitantes. La idea de capítulos aislados intenta representar un recorrido por la ciudad, como un flaneur que escucha sólo fragmentos de historias, que ve sólo fragmentos de paisajes y que por lo tanto sólo comprende la ciudad al montarla como un rompecabezas. Hay una lectura de Faulkner, ciertamente, pero hay también recursos de la poesía de vanguardia de fines del siglo XIX y hay Cervantes, Sterne, Machado de Assis, nouveau roman y concretismo...

- ¿De qué manera pensó en San Pablo como escenario de la novela?

- Ellos eran muchos caballos es una homenaje a la ciudad que me recibió hace 20 años. Era un gran desafío intentar narrar San Pablo. Es una ciudad tan gigantesca y compleja que exigía una forma diversa de enfoque. En San Pablo las cosas ocurren una sola vez. Por ejemplo: es posible conocer a alguien y luego nunca más verla... Y es posible caminar por las calles de un barrio hoy que no existirá más un año después... El dinamismo de la ciudad me fascina, pero me asusta también...

- ¿Cómo ve el lugar de la experimentación con el lenguaje en su escritura? ¿Qué piensa sobre esto?

- Yo creo que así como el capitalismo cambia, la novela, que es la expresión mayor del capitalismo, cambia también. La aprehensión del tiempo en el siglo XIX, un mundo sin automóviles, aviones, televisiones, teléfonos, con la mayoría de la población viviendo en el campo o en pequeñas ciudades, era muy diversa de la del siglo XXI, un mundo en que la rapidez es la palabra que ordena. Entonces, la experimentación formal, de la cual el lenguaje es una manifestación, se torna una exigencia para aprehender esta nueva realidad. La vida cotidiana en el siglo XXI está hecha de ruinas, de fragmentos de historias, de pedazos de paisajes... Estamos conectados con todas las personas y nunca hubo tanta soledad... Nunca hubo tanta riqueza... y tanta miseria... tanto aparato de seguridad... y tanta violencia... Es muy difícil narrar este tiempo, no sucesivo, no lógico, en que una multitud se está siempre moviendo de aquí para allá, usando los instrumentos novelísticos del siglo XIX... Por lo tanto, para mí, la experimentación era una necesidad.

- ¿Se podría leer la novela de manera arbitraria, es decir, salteando capítulos o yendo de atrás hacia adelante?

- Sí. Hay incluso una variante muy interesante. La edición colombiana de esta novela tiene una secuencia de capítulos o fragmentos completamente diversa de la edición argentina. El editor, John Naranjo, propuso la modificación y yo acepté. En verdad, la idea original de esta novela era la publicación en páginas sueltas en un sobre, con páginas adicionales en blanco. Para que el lector no solo pudiera montar su propia novela (en una secuencia que él determinase) sino también añadir sus propios capítulos o fragmentos...

© LA GACETA


PERFIL

Luiz Ruffato nació en Minas de Gerais, en 1961, y vive desde los 90 en San Pablo, donde fue director periodístico de Jornal da tarde. Ganó los premios de la APCA (Asociación Paulista de Críticos de Arte) y el Machado de Assis por Ellos eran muchos caballos, libro publicado en castellano y en la Argentina por la editorial Eterna Cadencia. La novela también fue publicada en Italia, Francia y Portugal. Las dos primeras novelas de su serie Infierno provisorio fueron distinguidos como las mejores ficciones de 2005 por la APCA.
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el dispensador dice:
enrejados profundos,
panales tremebundos,
desfiladeros rotundos,
huellas sin rumbo...

conexiones ciertas,
comunicaciones inciertas,
pórticos sin siestas,
noches desiertas...

Calores intensos,
aluviones tremendos,
sofocones espesos,
sombras sin huecos...

sí, las gentes están comunicadas más que nunca antes, pero curiosamente, también están más aisladas que nunca antes... los afectos son endebles y las amistades flotan inertes... se habla de amor pero suena a seco, así como los vínculos humanos se muestran densos... todos tratando de llegar primeros, sin darse cuenta que lo que les espera no es más que un agujero, abismal, abisal, de caídas interminables, de sensaciones de vacío. Muchos consideran que el sexo es el río... pero luego de él se agigantan los vacíos, los huecos y sus consecuentes hastíos. El ser humano no puede permanecer aislado, sin embargo diseña sus habitaciones para estarlo, sus ciudades para padecerlo... distancias imposibles... horarios inentendibles... exigencias inaceptables... reñidas con los ritmos y hasta con los biorritmos. Todo consiste y reside en producir, no importa qué, cada vez más, no importa dónde, cada vez más, no importa para qué, cada vez más... ya no hay sentido de tribu... y se ejerce una confrontación contínua, un todos contra todos para tratar de demostrar a un sistema impersonal, que la entrega es absoluta a cambio de un mendrugo de pan. Manera singular de estar esclavizado, atrapado en una telaraña de cemento que condiciona y condena. Vivir detrás de una reja, desconociendo al vecino tras la cerca... caras circunspectas... nostalgias y añoranzas de soledades y arenas. Todo se muestra como un caos... pero es aceptado como algo ordenado, ¿por qué se habrá condenado a tantas gentes a vivir atadas a un modelo que va en contra de la propia naturaleza humana, y más allá, en contra de la naturaleza toda, como expresión de vida?... ¿nacen para esto?, ¿para estar condenados a los antojos de los poderes económicos?, ¿para correr tras una zanahoria que se irá diluyendo con los años hasta hacer de la persona una entidad descartable?, ¿para tener hijos y luego olvidarlos, o para tener padres y más tarde negarlos?... todo es paradojal, contradictorio, imprudente ante la lógica matemática de las significancias de la vida, inaceptable ante la lógica geométrica de los sentidos de los espacios comunes al tiempo de cada quien... pero se insiste en el esquema... porque nadie se atreve a quebrar la imbecilidad de la imposición... nadie se atreve a enfrentar el poder hueco... y todo bosque es estepa... y toda selva queda lejos. Vivimos en un mundo de peluche... donde las esencias se están extinguiendo... y no nos damos cuenta, que junto con ellas (esencias) se nos está secando el alma. Siempre hay un horizonte más allá de nuestros ojos... mejor aún, siempre lo hay más allá de nuestro espíritu... y la única misión de la vida humana, es descubrirlo durante un lapso de ejercicios. No más que eso... Septiembre 18, 2012.-

he vivido un tiempo largo en Moema, en otros años, bajo otras estrellas... muchas cosas me unen a Sao Paulo... nombres, gentes sencillas, afectos, presencias... uno debe estar agradecido a lo que le vida le coloca por delante... y lo estoy... no importan los resultados... ninguno lo es... sí importan lo que uno se lleva de cada encuentro que ofrece la vida, de allí los ángulos que proporcionan las historias cruzadas... contrariamente a lo que se cree, los resultados deben ser construídos paso a paso... y cuando a pesar de ello no se dan, no hay fundamentos extraños, simplemente no debían suceder de dicha mano, quizás de ninguna, tal vez de otras... y dado que lo que nos revela son nuestras propias circunstancias... allí reside el eje de la gracia.

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