martes, 4 de septiembre de 2012

DOLOR ▲ El 'funeral' de los pájaros | Natura | elmundo.es

El 'funeral' de los pájaros | Natura | elmundo.es

ETOLOGÍA | En ejemplares de 'Aphelocoma californica'

El 'funeral' de los pájaros

Un ejemplar en el Joshua Tree National Park de California. | Jarek Tuszynski Un ejemplar en el Joshua Tree National Park de California. | Jarek Tuszynski
El comportamiento animal no deja de sorprender por su sofisticación y su chocante similitud con el 'Homo sapiens'. Una nueva investigación ha descubierto cómo algunos pájaros llegan a brindar 'funerales' a sus muertos. Una reacción que no es la primera vez que se observa en otras especies y vuelve a reabrir el debate sobre la consciencia y el sufrimiento por la muerte en el reino animal.

El estudio de la Universidad de Californa en ejemplares de la especie 'Aphelocoma californica', común del oeste de los EEUU, observó como estos pájaros cambian radicalmente su comportamiento cuando advierten la presencia de un miembro de su especie fallecido. En el momento en que percibían al animal muerto, lo rodeaban y comenzaban a realizar señales de alarma.

Esta actuación sirve a la especie para percatarse de un peligro cercano, generalmente un depredador, y posteriormente advertírselo al resto. "Usan esa muerte como un indicador del riesgo existente en el área y se lo comunican al resto de pájaros" afirma Teresa Iglesias, investigadora principal del estudio, a ELMUNDO.es.

El experimento se llevó a cabo colocando una serie de objetos y animales para ver la reacción de las especies. Entre ellos había trozos de madera coloreada, pájaros muertos y simulaciones de depredadores.

Las aves reaccionaban de un modo indiferente a los objetos de madera, pero cuando observaban un pájaro muerto, cambiaban por completo su comportamiento. De inmediato comenzaban a lanzar señales de alarma, advirtiendo al resto de ejemplares. De este modo, los pájaros lo rodeaban y atendían durante todo el día. Una conducta "ligada a un desarrollo de inteligencia elevado y a un comportamiento social desarrollado" explica Santiago Merino, miembro del Departamento de ecología evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

El hecho de que no reaccionaran a los otros objetos demuestra que no es la novedad lo que les cambia el comportamiento, sino otro motivo mucho más complejo. Son conscientes de la muerte de sus congéneres y además les sirve para mejorar su seguridad, alertándose entre ellos del peligro de los deprededadores y disminuyendo de esta manera el riesgo. Son conscientes, aunque la investigación no confirma "que estos animales sufran emocionalmente por estas muertes", destaca Iglesias.

Sin embargo, para la científica "sería presuntuoso pensar que somos los únicos que sufrimos por la muerte de algún pariente". De hecho, la consciencia de la muerte no es exclusiva de estos pájaros. No es el primer caso descubierto de un animal que lleva a cabo ritos y honores a sus fallecidos. Ese fue el caso de una jirafa en Zambia que se negaba a abandonar el cuerpo de su cría difunta y durante cuatro días recibía la 'visita' de otras jirafas que rodeaban al cadáver.

Lo mismo se ha comprobado con los elefantes y los chimpancés, que muestran sufrimiento ante al fallecimiento de sus seres queridos. Para Merino, "probablemente sea un comportamiento aún más extendido de lo que conocemos hoy en día". Una muestra más de la complejidad del comportamiento animal y de que la muerte, para ellos, también puede ser motivo de dolor.


el dispensador:
me duele tu dolor,
me apabulla tu estupor,
cuando el vuelo se torna en vapor,
cuando el silbido no halla su eco,
trinos se conjugan en el cielo,
recibiendo a un espíritu sin sus plumas,
sufrimientos en relieves de runas,
quedan flotando latentes,
mientras la Tierra humana,
se desborda de destinos pendientes,
muchos clamores se sienten,
atravesar contiguas dimensiones,
almas que reclaman corazones,
a quienes han olvidado sus sensaciones,
en los olvidos no hay pensiones,
como en los recuerdos tampoco hay opciones,
lo que se pierde en sin razones,
sea en tiempos,
sea en espacios o en alientos,
deja letargos de sentimientos,
que no hallan paz,
porque son valores los que se andan perdiendo.
Septiembre 04, 2012.-

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