sábado, 9 de junio de 2012

DE PERLAS PERDIDAS || Cuando Mogadiscio era la 'Perla del Índico' | Internacional | EL PAÍS

Cuando Mogadiscio era la 'Perla del Índico' | Internacional | EL PAÍS


Cuando Mogadiscio era la 'Perla del Índico'

Una exposición en Nairobi recuerda la belleza de la capital de Somalia antes de su destrucción a principios de los años 90



Vista del centro de Mogadiscio en los años 70 / Somali Cultural and Research Center




La fotografía muestra una avenida rodeada de palmeras, una catedral, un arco, el minarete de una mezquita y varios edificios que mezclan un estilo árabe con influencias italianas. La ciudad es Mogadiscio, en Somalia, la fotografía fue tomada en los años 70 y hoy hace ya más de 20 años que lo que muestra no existe.
"Me siento mal al ver estas imágenes", dice Mubarak Salat, un joven de 22 años, mientras señala a su alrededor, "aunque ya he venido dos veces porque la verdad es que me gusta ver cómo era en los 50 y en los 70".

Salat nació en la capital somalí pero huyó de su país en 2007 para poder estudiar en la universidad. Hoy ha vuelto a la exposición "Mogadiscio antes y después", que la Alianza Francesa en Nairobi ha inaugurado esta semana. En la sala hay antiguas fotografías de la ciudad junto a otras más recientes, que muestran los reconocibles edificios derruidos y paredes llenas de agujeros de balas.

Tuve mala suerte en cuanto al momento para nacer, cuando tenía seis meses, ocurrió el golpe de Estado que depuso a Siad Barré y empezó la guerra"
Mubarak Salat, 22 años
Pero ésta no ha sido siempre la cara de Mogadiscio. Hubo un momento en que esta ciudad era conocida como "la Perla del Índico", a mediados del siglo XX y hasta principios de los años 90, y algunas de estas fotos son testigos de esa época. Mezquitas, plazas enormes, paredes blancas de casas llenos de ventanas árabes, arquitectura y cafés italianos y unas playas de arena blanca y palmeras que atraían a muchos de los diplomáticos y turistas que venían al este de África.

Una imagen de 1983 muestra la principal playa de la ciudad llena de gente y con las mujeres en bikini, algo impensable hoy. En otra, de 1976, se ve la discoteca del hotel Juba, en la que hombres y mujeres, africanos y europeos, bailan vestidos con los pantalones de campana y las faldas típicas de entonces.

La situación política estaba lejos de ser perfecta, ya que el régimen del entonces presidente Siad Barré era en la práctica una dictadura comunista. Pero, para los que se lo podían permitir, Mogadiscio sí era una ciudad con muchos encantos para vivir o visitar.

"Tuve mala suerte en cuanto al momento para nacer", comenta Salat, "cuando tenía seis meses, ocurrió el golpe de Estado que depuso a Siad Barré y empezó la guerra".

Eso fue en enero de 1991 y, desde ese momento, Mogadiscio y gran parte de Somalia se hundieron en un conflicto muy complejo que aún dura hoy. Entonces, diferentes milicias y señores de la guerra se enfrentaron entre sí y contra tropas de Estados Unidos, cuyo objetivo era proteger la entrega de alimentos de la ONU durante la hambruna de 1992-93.

En octubre de 1993, tuvo lugar la batalla descrita en la película "Black Hawk derribado" y unos meses después los soldados estadounidenses y la misión de paz de la ONU abandonaron Somalia.

La guerra civil continuó y los bombardeos y las balas convirtieron a Mogadiscio en la ciudad que es hoy. Actualmente, la milicia islamista radical Al Shabab, que aún controla una parte importante del centro y sur del país, está enfrentada a las tropas del Gobierno y a la misión de paz de la Unión Africana (AMISOM).

La exposición ha sido organizada por Rasna Warah, una escritora y periodista keniana. Warah cuenta que, tras visitar y escribir sobre Mogadiscio en noviembre del año pasado, un somalí que vive en Estados Unidos le escribió y le envió varias fotos antiguas de la ciudad. "Me sorprendió ver lo hermosa que Mogadiscio había sido y de ahí nació la idea de la exposición".

El objetivo último es que la gente de Mogadiscio pueda ver la exposición. Muchos son jóvenes que nunca han visto estas imágenes"
Rasna Warah, organizadora de la exposición
Este emigrante la puso en contacto con Mohammud Diriye, encargado del Museo de Mogadiscio antes de la guerra, que tras convertirse en refugiado se estableció en Estados Unidos y que durante todos estos años ha guardado muchas viejas fotos de su ciudad. Entre Diriye y Warah seleccionaron varias imágenes que contrapusieron a las que la escritora keniana tomó durante su viaje a Somalia y así nació esta muestra.

"El objetivo último es que la gente de Mogadiscio pueda ver la exposición", dice Warah en conversación telefónica, "muchos son jóvenes que nunca han visto estas imágenes y la idea es que les sirvan de inspiración para reconstruir su ciudad".

Warah, autora de varios libros sobre urbanismo, destaca que Mogadiscio era la mayor y más importante ciudad del oriente africano, con una larga historia y una rica tradición cultural y arquitectónica que se remontan al siglo X. Además, lamenta que hoy nadie parece recordar estos hechos. "En los últimos 20 años, la historia de Mogadiscio ha sido contada por dos tipos de gente: la ONU, para quien todo el mundo tiene hambre, y los periodistas occidentales, que sólo ven en ella guerra y terrorismo".

La escritora espera que esta exposición sea un primer paso hacia el momento en que los somalíes puedan contar su propia historia al resto del mundo. "Aunque es verdad que es irónico y extraño que yo misma no sea somalí y que hayamos montado la exposición en Nairobi y en la Alianza Francesa", reconoce hoy.

Desde que en agosto del año pasado Al Shabab abandonara Mogadiscio, han ido poco a poco apareciendo artículos que describen la cierta vuelta a la normalidad de la ciudad. Además, en las últimas semanas las tropas gubernamentales y de AMISOM ocuparon la ciudad de Afgoye, cercana a Mogadiscio desde donde Al Shabab preparaba sus atentados en la capital. Por su parte, las tropas kenianas tomaron Afmadow, necesaria para lanzar la ofensiva sobre el último bastión de la milicia islamista: la ciudad portuaria de Kismayo. Militares y diplomáticos en la región consideran que la pérdida de Kismayo podría ser el principio del fin para Al Shabab y el inicio de la reconstrucción del país.

Mientras tanto, hoy Mogadiscio muestra sus dos caras y su doble historia en Nairobi. "Somalia lo ha perdido todo en términos de economía y de educación", resume Salat con seriedad, "y que una ciudad o un país colapsen es fácil pero reconstruirlos es muy difícil".



el dispensador dice: la perla es en sí misma una sublimación de la naturaleza, antes de la intervención del hombre y sus afanes comerciales, la rareza distinguía a su creación... desde una partícula intrusa ingresada al seno de una ostra hasta su transformación en una gema recubierta por un carbonato de calcio cristalizado sumado a una proteína llamada "conchiolina" que dan forma a un nácar... y éste hace de la partícula invasora algo precioso... para la naturaleza significa una respuesta... para el hombre un elemento de ostentación y poder. Así como la naturaleza es capaz de crear, mediante intrincados mecanismos químicos y físicos, expresiones de belleza extraordinaria, sin costo alguno más allá del tiempo y sus transformaciones, el hombre se desespera por poseer algunas de dichas expresiones para enseñar a  los otros, sus prójimos, su capacidad para "tener" y ser "más" que los demás, cercanos o lejanos. Incluso, el hombre es capaz de inducir las "invasiones" múltiples en ostras a efectos de poder comerciar con sus resultados, perlas industrializadas que consumirán el destino de las ostras. Desde otro ángulo, el hombre posee el don de dar forma a una perla para luego arrasarla a partir de su propia deshumanización... la historia acumula ejemplos trágicos, siempre sintonizados con las miserias humanas exacerbadas. En verdad, el hombre desconoce el sentido intrínseco de la "perla"... sólo le llama su atención y la considera "poseíble", no más que eso... luego vendrán las envidias y los desprecios. Recorriendo los distintos continentes del mundo humano, la historia se repite una y otra vez... desde Babilonia hasta Mogadiscio... desde Jericó hasta Irak, da igual, siempre habrá algún motivo mezquino que dará lugar a la entidad de conflictos, en sí mismos innecesarios, siempre justificables a partir de las necedades de unos enfrentando las negligencias de otros, victimizando a los anónimos indefensos que se verán afectados sin otro derecho que el dejar todo atrás buscando continuar con la propia vida, marginados o expulsados, excluídos o negados. Pareciera que el hombre no soporta la "perla"... la desea, mas cuando la tiene y ya ha sido objeto de envidia, entonces encuentra la "razón" necesaria para despreciarla, luego destruirla, y posteriormente arrasarla... y en ello, los quiebres de las sin razones imperarán diluyendo los destinos... para mucho más tarde, ante el implacable paso del tiempo y la culminación de los procesos de los poderes, tener que pedir perdón ante Dios, una y otra vez... siendo que aquel que poseyó la "perla"... caminará indefectiblemente hacia la dimensión de los infiernos inciertos, sin derecho a réplica. 



te conocí cuando aún descollabas,
eras parte de mi África amada,
eras perla con destellos de almas,
luego de mi paso se quebró tu calma...


he aprendido que el hombre no repara,
en las perlas perdidas por sus macanas,
apenas justifica sus obras erradas,
dando argumentos que avergüenzan el alma...


me fui de allí creyendo haber estado,
en un cielo distinto con espíritus elevados,
no regresé la mirada para evitar el hado,
me fui despacio por mi sendero, descalzo...


algo ocurre en este mundo alterado,
el desmadre corre como río alocado,
no veo calles, gentes ni árbol,
la locura del hombre todo lo ha arrasado...


entre despojos andan las gentes,
sus miradas se comportan como sobrevivientes,
ojos perdidos, silencios hirvientes,
calles desiertas y con tanta gente...


las arenas cubrirán tu linaje legado,
las arenas serán dueñas de tu ilustre pasado,
aquello que fue quedó evaporado,
tras las demencias del poder arrastrado...


hoy hay pobreza y clamores cerrados,
nada queda sobre lo que estuvo parado,
no regresé la mirada para evitar el hado,
algo en mi conciencia me impulsó a besarlo...


ahora no hay futuro y todo es lejano,
cada una de sus luces se han apagado,
los miserables dominan paisajes quemados,
lo que se ha consumido son las vidas del árbol.
Junio 09, 2012.-




No hay comentarios: