domingo, 15 de abril de 2012

HABÍA UNA VEZ || Fotógrafos al tren | Andalucía-Sevilla | elmundo.es

Fotógrafos al tren | Andalucía-Sevilla | elmundo.es

EXPOSICIÓN | 'Caminos de hierro' se exhibe en Santa Justa

Fotógrafos al tren

'Vida bajo tierra', de Inés Blanco, 'Alta Velocidad', de Luis Fernando Benzo, y la obra presentada por Enrique Truchuelo. 'Vida bajo tierra', de Inés Blanco, 'Alta Velocidad', de Luis Fernando Benzo, y la obra presentada por Enrique Truchuelo.
  • La estación de Santa Justa expone las fotografías del certamen fotográfico
  • En esta edición, la vigésimo sexta, han participado 1.321 autores de 25 países
  • Recoge 57 fotografías y 11 series fotográficas, incluidas las premiadas
  • La muestra viajará por varias de las estaciones de trenes más importantes
Ignacio Díaz Pérez | Sevilla
Actualizado sábado 14/04/2012 17:21 horas

Será el misterio de unas paralelas que al final se unen en el punto de fuga. O la hermosura del duro y frío hierro en contraste con el etéreo cielo. O la evocación de los sueños que siempre entraña un viaje. Pero pocas cosas hay que emocionen tanto, juntas, como la fotografía y el ferrocarril.

Nacieron con pocos años de diferencia a finales del XVIII y en los albores del XIX y desde entonces su camino ha corrido paralelo como las vías del tren. Y ese camino ha llevado a ambos, de momento, hasta la estación de Santa Justa, donde se expone la muestra 'Caminos de hierro', que celebra 26 años de fotografía y ferrocarril en la estación sevillana.

Más de 60 autores participan en la exposición, que exhibe un total de 57 obras individuales y 11 series de fotografías todas relacionadas con el ferrocarril. Entre los fotógrafos que exponen en 'Caminos de hierro' hay seis andaluces, uno de ellos el malagueño Luis Fernando Benzo, ganador de uno de los accésits.
La obra de Chantal Stoman. La obra de Chantal Stoman.

La muestra, que se podrá visitar hasta el 23 de abril próximo en el vestíbulo de la estación de Santa Justa, está organizada por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, recoge las mejores obras presentadas al XXVI Concurso Caminos de Hierro.

Creado en 1986, el certamen fotográfico se ha consolidado como un evento de primer orden, con 30.131 participantes y 68.126 fotografías presentadas a lo largo de sus 26 ediciones, de las que 344 fueron premiadas y 2.641 expuestas. En esta ocasión, en la que los premios han ascendido a 17.000 euros, han participado 1.321 autores procedentes de 25 países, con un total de 2.634 obras, 2.345 fotografías individuales y 288 series.

Tras Sevilla, la muestra se exhibirá también en otras ciudades con estaciones de Adif, en un recorrido de más de 5.000 kilómetros hasta el mes de enero del año próximo, en las que la visitarán más de cinco millones de personas.

Así, visitará Málaga y posteriormente se expondrá en las estaciones de Adif de Cáceres, Valladolid, Pontevedra, Oviedo, Bilbao, Santander, Logroño, Zaragoza, Girona, Valencia, Cartagena, Ciudad Real y Madrid, en el marco del Programa Estación Abierta Adif.
La obra ganadora, 'Once upon a time', de Simone Maestra. La obra ganadora, 'Once upon a time', de Simone Maestra.

Los premiados

Once upon a time es el título de la fotografía ganadora del Primer Premio, dotado con 6.000 euros. Su autor es el italiano Simone Maestra, fotógrafo italiano residente en España y diplomado en la Escuela Superior de fotografía y Artes Visuales de Padua (Italia).

El segundo premio, de 3.000 euros, es para Locomotions, de Francisco José Calderón Lozano, nacido en Badajoz en 1972. Ha estudiado en varios centros de España, entre los que figura la Escuela Spectrum Sotos, de Zaragoza, con Pedro Avellaneda, a través del cual descubre la fotografía de la segunda mitad del siglo XX.

El Premio Autor Joven, con una dotación de 1.800 euros, es para la fotógrafa madrileña Inés Blanco por su obra Vida bajo tierra. Comienza a interesarse por la fotografía en el Bachillerato y en 2011 recibe el título de Técnico Superior de Imagen.

Han recibido un accésit Luis Fernando Benzo Sáez (Málaga), Carlos Bravo (Castellón), Vari Caramés (A Coruña), David García Torrado (Asturias), Emilio Muñoz Blanco (Bilbao), Yvonne Ramona Ribes (Alicante), Chantal Stoman (París, Francia), Enrique Truchuelo (Burgos), Carlos Verdú (Alicante) y Roberto Zaldívar (Logroño).

El malagueño Luis Fernando Benzo Sáez ha sido premiado por su obra Alta Velocidad. En esta edición del concurso han participado 187 fotógrafos de Andalucía, 57 de ellos de Sevilla.

El jurado

El jurado de esta edición estuvo formado por Mónica Carabias (historiadora de la fotografía y comisaria de exposiciones), Antonio Manzano (Primer Premio de la anterior edición del concurso), Gregorio Merino (coordinador del comité de selección de fotografías), Carlos Pérez Siquier (fotógrafo, Premio Nacional de Fotografía 2003), Enrique Sanz (presidente de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid), Giulietta Speranza (directora artística de Madridfoto) y Juan Altares (Fundación de los Ferrocarriles Españoles) como secretario.


el dispensador dice: había una vez... simbología del pensamiento mágico... extensión del imaginario colectivo de generación a generación... la expresión "había una vez" es algo semejante a una ventana por donde la imaginación humana se cuela para descubrir sus propias capacidades... ¿hasta dónde eres capaz de ir?... ¿qué pretendes alcanzar?... y allí mismo se aprecia que nada impide trasponer la barreras del pensamiento y sublimarse a sí mismo... "creando"... pero sucede que muchas veces, aquello que renueva como idea, ya había sido pensado antes, y tal vez hasta había sido creado en un distinto contexto, diferente circunstancia, sin que se haya podido impulsar la difusión y el conocimiento de aquel "motor" ideológico. Sea palabra, sea letra, sea prosa, sea poesía, sea tela, sea color, sea paleta, sea cincel, sea pentagrama, sea nota, sea  cualquier forma de expresión artística, la creación se acompaña de momentos donde el precepto "había una vez", abre la ventana permitiéndole al alma asomarse a un universo intangible a los ojos, no a las neuronas. Sin embargo lo ficticio siempre supera a la realidad que propone la vida, y aquello que fue pensado se entrelaza mágicamente con una realidad que, entramada en sus circunstancias, suele no habilitar a aquellos que aún viendo carecen del sentido de la observación... los términos pueden repetirse, reiterarse, pero se diferenciarán por esencias intrínsecas al creador... los términos pueden copiarse, robarse, disfrazarse, pero aún así conservarán la "esencia" del su creador legítimo, una "esencia" que se tomará su tiempo para recrearse y revelar la verdadera estirpe creadora, el origen genuino del pensamiento traducido a la cultura, al arte, a la necesidad de "ser" y "decir", de "ser" y "pintar", de "ser" y "musicalizar", de "ser" y de "dar forma". Curiosamente, entre los extraños ejemplos que nos brinda la historia humana, la imaginería religiosa de la "conquista española" no fue diseñada ni tampoco tallada por los inquisidores, antes bien fue obra de los nativos "infieles" que dieron vida a "imágenes" que por entonces tenían ninguna o poca consideración social en la Europa medievalizada, atravesada por sociedades degradadas por sacerdotes que vivían de las pobrezas de los "otros"... Hoy, electrónica mediante, la simbología ha tomado otra forma... por un lado se disemina un mediatismo plagado de yerros sociales donde el anti-valor vende, y por ello ocupa espacios que tergiversan el sentido social para arrasarlo masivamente. Se enaltece la degradación humana, la esclavitud, el secuestro, la prostitución, la violación de los derechos elementales, para luego vendérselos como íconos de una deformación cultural imparable... detrás, las sociedades humanas sobreviven consumidas por sus pobrezas, pobrezas que no se concentran en lo económico, pobrezas que destruyen la dignidad, la educación y la salud de las personas, para luego "enaltecer" todo aquello que es sinónimo de "degradación". Sin embargo, la cultura humana es sinónimo consecuente de "creación", y por ende lo es de su "verbo"... aún muerta, la cultura resucita de sí misma... y se traduce como imagen de un viajero intruso de praderas vírgenes, donde el tren es un fantasma que prescindente de su tiempo, no avanza ni tampoco retrocede, permanece estático mientras criaturas que poco y nada tienen de salvaje, miran azoradas cómo el hombre les invade sus territorios en nombre de una falsa "civilización"... estas vías, paralelas, se cortan en el propio pensamiento creador y permanecen expectantes de un mañana necesario genuino. Puede terminar el cuento... sin embargo, también puede recrearse de maneras extrañas... "había una vez... un rey, soberbio y despreciativo de los destinos de sus gentes... corrupto como todos los reyes... que supo cazar elefantes en extinción mientras su propio pueblo era víctima de las tijeras recortadoras de bienestares sociales de los otros... mientras los muchos padecían, ése mismo rey necio por excelencia, era víctima de sus propias circunstancias... y aquel elefante que había sido asesinado por sus raros antojos de poder, le cobraba su salud quebrándole la cadera...". Pero en los cuentos como en la vida, los reyes suelen no aprender las lecciones... mucho menos sus obsecuentes funcionarios de las mentidas democracias y las desvalorizadas repúblicas... pero justo allí donde se quiebran los puentes del imaginario colectivo y social, justo allí, la historia pega un giro de timón y fabrica un nuevo "mañana necesario", inapelable, favorable al único y verdadero reino... el del Señor supremo. Había una vez un Dios que decidió que ya era tiempo de recuperar su propiedad de las avaricias ajenas de los mortales... y se hizo presente en su magnificencia... y sucedió justo en la segunda mitad del año falso de los gregorianos, en el 2012... y los reyes de la Tierra quisieron huir y esconderse... pero fue tarde, demasiado tarde... y sus funcionarios mentirosos y obsecuentes con el desprecio quisieron huir y esconderse para salvarse... pero fue tarde, demasiado tarde... y todos, sin la piedad de Dios, fueron atropellados sin aquella piedad... por el imperio de la única circunstancia que conserva valor... el destino escrito y estampado en el libro de la vida. Y la ventana fue cerrada... y ya no hubo portal... y el hombre que existió no fue más que su espíritu... Abril 15, 2012.-

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