sábado, 26 de noviembre de 2011

MÁS ALLÁ DE LAS MIRADAS || Siete viajes a África | Cultura | elmundo.es

LITERATURA | Cooperación

Siete viajes a África


Mozambique visto por Olvido García. | Mário Macilau


Dicen que los viajes son todos interiores, pero quizá viajar a África suponga un viaje aún más intenso a la raíz de uno mismo; un recorrido para el que no todo el mundo está preparado. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) quiso poner un espejo en el continente negro para mostrar a los españoles el corazón que late allí y el resultado es 'Siete escritores españoles en África', un libro en el que se recogen experiencias y fotografías de siete pesos pesados de las letras en nuestro país.

Esta idea es la segunda parte de un proyecto llamado 'África.es' que comenzó el pasado mes de febrero con una exposición de fotografías en el Círculo de Bellas Artes en la que siete fotógrafos africanos ofrecían sus particulares visiones de nuestros escenarios urbanos cotidianos. Siete miradas africanas sobre España sigue actualmente dos rutas de itinerancia: una en nuestro país y otra en el continente negro.

El segundo capítulo de 'África.es' lo conforman los cuadernos de bitácora de los escritores elegidos por la AECID para hacer esta inmersión cultural. Eduardo Mendoza, Juan Bonilla, Luis Goytisolo, Clara Sánchez, Olvido García Valdés, Manuel Gutiérrez Aragón e Ignacio Martínez de Pisón tuvieron libertad para elegir el destino al que querían viajar y las cosas que, una vez allí, querían visitar.

Viajes a Senegal, Guinea o Mozambique

Así, por ejemplo, Juan Bonilla se decidió por Senegal (su primera idea fue viajar a Guinea Ecuatorial, pero Gutiérrez Aragón ya había elegido ese destino) y decidió centrarse en Dakar y en la lucha 'laamb'; el deporte nacional senegalés. "Allí los Cristiano Ronaldo y Messi son luchadores, no futbolistas, y ganan cantidades ingentes de dinero", explicó. En su recorrido le acompañó Matar Ndour, el fotógrafo que firma las instantáneas de su reportaje. Bonilla fue el único de los escritores españoles que apeló a la ficción para retratar la realidad de Senegal. "En realidad la única ficción es un personaje que aparece en el texto", asegura. El resto es todo tan verdad como que "la última impresión es que Dakar es una ciudad que no tiene arreglo. Una impresión falsa, seguramente", escribe.

Olvido García Valdés, poetisa y autora de ensayos, es la única escritora del septeto de viajeros que no suele "escribir ficción nunca", así es que dejó que África fuera hablando a través de las preguntas que se le iban planteando. "No sabemos casi nada de África, pero tenemos muchas cosas en la cabeza sobre este continente", explicó la autora, que definió Mozambique, su destino en esta experiencia, como un lugar extraordinario, hermosísimo y paupérrimo.

Eduardo Mendoza hizo 'Un viaje de ida y vuelta al exotismo' en Uganda y pronto sintió que "no tenía más que copiar lo que el país iba dictándome". "No creo que se pueda encontrar a siete escritores más distintos que nosotros en España, pero leyendo lo que hemos escrito uno se da cuenta de que es más lo que nos une que lo que nos separa", comentó.

Quien quizá tuvo una experiencia completamente distinta a todos los demás fue el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón que visitó Guinea Ecuatorial, "uno de los pocos países africanos que todavía reivindica su herencia española y que entiende la época colonial como un paso positivo en su historia". Durante la presentación de 'Siete escritores españoles en África', en el Círculo de Bellas Artes, los autores reconocieron que Guinea era el destino más codiciado por todos, puesto que el español es allí la lengua vehicular. Al final, quien se llevó el gato al agua fue Gutiérrez Aragón quien describe el país como "enormemente atractivo en muchos aspectos, extraño, perdido, oscuro... Todos los tópicos se cumplen en Guinea", aseguró.

Clara Sánchez e Ignacio Martínez de Pisón tuvieron, quizá, más suerte en sus destinos. Ella visitó Kenia y él Cabo Verde, probablemente el país africano que mejor ha sabido emplear la ayuda al desarrollo. Frente a ellos, Luis Goytisolo optó por regresar a Etiopía, un país (de los más pobres de África) del que no se cansa, sobre todo teniendo en cuenta que no era la primera vez que iba. En su regreso, el escritor se centró en la meseta de Abisinia y las diferencias sociales y culturales entre las partes musulmana y cristiana del país.
"Son gente extremadamente amable", comentó, aunque en este viaje también descubrió que, en algunas regiones, aún existe cierta animadversión hacia el colonizador, un día que un hombre masculló a su paso: "Fucking white man".
Siete viajes a África Cultura elmundo.es
para no omitir:


el dispensador dice: en el África, continente donde la historia ha sido borrada para luego ser reemplazada por vagas apreciaciones del occidente depredador, te devoran las distancias. África es una tierra de asimetrías fabricadas por el hombre blanco, para luego inducir temibles exclusiones y peores ausencias, propias de robos y esclavitudes, para luego hablar de insurrecciones, paganismos y hasta primitivismos, en una tierra asaltada por las avaricias europeas comunes a reinos que funcionan como barriles sin fondos, esponjas que todo lo chupan hasta secar los vívidos desiertos. He visto pieles curtidas, esas mismas que algunos inconcientes llamaban "sucios", cuando en verdad se trataba de esforzados descalzos, capaces de caminar cientos de kilómetros sin pedir nada a cambio... He visto rostros carcomidos por las arenas soleadas o las otras congeladas, lugares donde el hombre blanco teme por su vida tanto como por sus cegueras implacables... He visto almas clamando por piedad a un Dios que ha perdido su capacidad de atención, presente para las conveniencias de la piel y su color, ausente ante la necesidad acuciante que se impone a partir de las miserias humanas expresadas en actos aberrantes... a pesar de todo lo arrasado, África persiste en su simpleza, sapiencias ancestrales que indican que dentro de un instante todo se tornará mejor, luminoso, equilirbrado y donde los afectos serán cristalinos. Hay gentes amables sí, que conviven con otros que han vendido su dignidad a cambio de las necedades del poder en pizcas... una vez más los muchos se ven sometidos por los pocos, escasos de espíritu, negados de mente, ciegos de corazón, que sólo han aprendido las segundas intenciones del blanco, para luego hacer culto a la mentira y sus traiciones. A pesar de ello, las gentes andan en  busca de agua, cargando a cuestas sus hepatitis aberrantes o su sidas impuestos por la teconología de una violación silenciosa, sin justicia, sin respuestas... un sidismo posterior al sifilismo del siglo pasado, y del anterior y del otro precedente. Las ausencias se sienten a través de todo el continente, en el norte como el sur, en el este como en el oeste, en el centro, vaya donde se quiera habrá una historia perversa que ha dañado a alguien. Tanto es así que las culturas residentes desde siempre han aprendido a vivir en el día... hoy se puede... mañana no se sabe. África, sana desde el principio de los tiempos, se enfermó a partir de la llegada de los falsos embajadores de reinos vacíos, virreinos desesperados de angurrias, principados soberbios amparados en verdugos comprados... y hoy, en este mismo instante, es el suelo más enfermo del mundo, porque allí sólo cura la misericordia de los pocos, la compasión de los menos, el abneguismo anónimo de desconocidos que actúan por vocación y hartazgo. En África no hay nombres, apenas personas que se encuentran y se abrazan, o simplemente se alejan en la desconfianza que el blanco ha sabido sembrar entre la sencillez de las simplezas... donde el cielo es sólo eso, un cielo... donde el agua es un tesoro llamado agua... donde el suelo es una bendición para los vivos y aún para los muertos. Las fronteras no existían ni siquiera en la época de los tribus... no había banderas que separaran los tonos de la piel negra... hoy las fronteras las disponen las corporaciones de los oros y los diamantes, una minería que además de comerse a la tierra y sus recursos, fabrica pobrezas a escalas que aseguran que mañana habrá más, y más, y más exclusión, eternos marginamientos que nadie atenderá. Occidente, a pesar de destruir África, desconoce sus esencias tanto como sus sentimientos... lo que había escrito se quemó en hogueras virtuales... ahora ya no hay otra historia que la que se cuentan boca a boca... sin embargo, los vestigios atlantes aún perduran como ecos en diversos rincones del continente, lo hacen a la espera de nuevos pentagramas, de diferentes mañanas, donde aquellos que se perdieron entre desidias y tramas ajenas, regresen a vivir sus destinos incumplidos, divisando praderas bendecidas por gracias de un Dios gentil a las inocencias... algo que el hombre blanco desconoce, algo que sus ojos no son capaces de ver, algo que su corazón no puede sentir, algo que su alma no sabe cómo contener, algo que su espíritu denso no entiende cómo descifrar. África sí... detrás de la tierra y otras arenas, hay rostros sanos y manos libres de piedras. Noviembre 26, 2011.-


"... donde no moran los corazones, anidan las segundas intenciones".

Más allá de las miradas,
verás miles de almas golpeadas,
por avaricias extrañas,
angurrias que nunca acaban,
asaltando sueños y destinos,
reinos de desatinos,
son los que gobiernan el mundo,
emanan olores nauseabundos,
de soberbias y desidias,
ya no alcanza con los oros,
tampoco con los diamantes,
inteligencias quemantes,
ensucian el suelo,
contaminan el aire,
desprecian las fuentes,
pero andan sonrientes,
esclavizando a otras gentes,
esas que no aparecen,
en las inequidades del hombre,
el ser humano se ha extraviado,
entre los trastos olvidados,
los recuerdos se han quebrado,
engañando sentimientos,
lapidando los afectos,
química de insectos,
es lo que han impuesto,
sin embargo en esta esquina,
una sorpresa les aguarda,
a los poderes que tardan,
en interpretar realidades,
no son casualidades,
seguramente verbos secuenciales,
serán los que van sonando,
anunciando a cuatro vientos,
por la rosa de los sesgos,
que el cambio está llegando,
trayendo consigo escarmientos,
el que ande solo por desprecios,
será raptado hacia los infiernos,
de las ausencias y sus yerros,
a esta altura nadie escapa,
del supremo y sus designios,
está llegando el momento,
de presentar verdadero dueño,
de estas propiedades asaltadas,
no se hallarán purgatorios,
no habrá escalas ni reclamos,
todo lo que se ha atropellado,
deberá ser devuelto,
gramo a gramo,
geometrías en la mano,
se verán como necesarias,
todo aquello que fue negado,
a través de aquello dicho,
ahora será pesado,
en la balanza de los ocultismos,
y aflorará la palabra,
la intención y sus sentidos,
aquello que los ha afligido,
de eso serán liberados,
aguarden por un instante,
tengan todavía paciencias,
aquellos que los han empujado,
despreciado y hasta negado,
serán los que padecerán el hambre,
de la sed de sus pecados.
Dios bendiga al África. Noviembre 26, 2011.-
"... sabes, acaso, que hay detrás de las miradas".

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