miércoles, 16 de noviembre de 2011

FLUCTUACIONES || Una explicación de los neutrinos veloces sin negar a Einstein - ABC.es

Ciencia

Una explicación de los neutrinos veloces sin negar a Einstein

Un físico español cree que sus colegas del CERN están en lo cierto: sí hay algo que puede ir más rápido que la luz sin saltarse por el camino la teoría de la Relatividad

Día 16/11/2011 - 11.49h
Una explicación de los neutrinos veloces sin negar a Einstein
El físico Bartolome Alles Salom

La posibilidad de que una partícula, el neutrino, sea capaz de viajar más rápida que la luz, resultado de un polémico experimento llamado Opera realizado en el acelerador de partículas del CERN, en la frontera franco-suiza, ha provocado una oleada de reacciones en el mundo de la física. La opinión general de los científicos es que sus colegas habían cometido un error, tan asombrosas resultaban sus conclusiones. Y es que si algo es capaz de dejar a un fotón a su espalda en una carrera, la teoría especial de la Relatividad, uno de los pilares de la Física moderna, se vendría abajo como un edificio en demolición. Sin embargo, una nueva investigación realizada por un fisico español da una vuelta de tuerca al asunto. Publicado en arxiv.org, el mismo archivo científico donde 160 firmas aseguraban el hallazgo de los neutrinos superveloces, el estudio de Bartolome Alles Salom, físico teórico e investigador en el Instituto Nacional de Física Nuclear en Pisa (Italia), sugiere que el experimento del CERN no es erróneo y que los neutrinos sí pueden viajar más rápido que la luz si lo que se mide no es la velocidad instantánea sino la velocidad media, algo que la relatividad sí permite.

En la Teoría de la Relatividad de Einstein se demuestra que, en efecto, nada puede moverse más rápidamente que la luz, una aparente verdad universal que ha sido verificada en miles de experimentos desarrollados durante los más de cien años que han transcurrido desde que Einstein la anunciara en 1905. Por ello, «el resultado anunciado por el experimento Opera ha causado una enorme sorpresa», explica Alles Salom a ABC.es. Efectivamente, la sensación general fue que el equipo que realizó el trabajo había cometido algún error, pero ¿cuál? El investigador español ha apostado por una segunda opción: ¿Y si resulta que en realidad no se equivocaron y la teoría que hoy aceptamos como correcta es capaz de explicar lo ocurrido?

«Resulta que si construimos la Teoría de la Relatividad en presencia de un campo gravitatorio obtendremos la llamada Teoría de la Relatividad General que Einstein descubrió en 1916. Y si se elabora esta última teoría se hallan efectos muy sorprendentes. El último de ellos, que aparece en mi trabajo, es que en realidad las partículas sí pueden viajar más veloces que la luz si lo que se mide no es la velocidad instantánea sino la velocidad media», apunta Alles Salom. Y lo explica con un ejemplo muy claro. «Imaginemos que viajamos en coche de Madrid a Segovia. Imaginemos que en cada metro del recorrido a lo largo de la carretera hubieran instalado un autovelox. E imaginemos que cada uno de esos autovelox mide mi velocidad instantánea y siempre obtiene 90 km/hora. Por otra parte, al llegar a Segovia podré evaluar mi velocidad media. Pues lo que he descubierto es que, si incluyo efectos de la Relatividad General (debo hacerlo porque me estoy moviendo con mi coche en la gravedad terrestre), esa velocidad puede salirme superior a los 90 km/hora, aunque en cada instante yo haya estado viajando a 90 km/hora exactos», argumenta el científico.

Más rápido


Por supuesto, el ejemplo es «aplicable a las cosas que viajen a la velocidad de la luz: la velocidad instantánea será siempre la de la luz, pero la velocidad media al final del trayecto bien puede ser mayor que la de la luz», apunta Alles Salom. «Lo que realmente me hizo saltar de la silla es constatar que lo que han medido realmente en Opera es la velocidad media de los neutrinos en su viaje desde el CERN en Suiza hasta el laboratorio del Gran Sasso en Italia, no su velocidad instantánea. En cada instante, esas partículas viajaban a la velocidad de la luz (y por lo tanto, ningún autovelox les podría infligir una multa por 'exceso de velocidad lumínica') y, sin embargo, al dividir la distancia CERN-Gran Sasso por el tiempo que han tardado en salvar aquella distancia, podemos obtener una velocidad media superior a la de la luz».

En definitiva, según la investigación, este efecto «nos hace cambiar la opinión que teníamos de la relatividad y sus límites de velocidad: no es un anatema afirmar que las cosas pueden ir más veloces que la luz».

Los neutrinos, una partícula de moda


Una explicación de los neutrinos veloces sin negar a Einstein - ABC.es


el dispensador dice: todo lo que reposa en el espacio, fluctúa, oscila, vibra, zigzaguea, ajustándose al equilibrio de las energías conocidas, pero mucho más, adaptándose a aquellas energías que el hombre no percibe, ni siquiera intuye... las soberbias suelen no admitir aquello que no les cuadra para argumentar la teoría de los vacíos y los huecos, agujeros que contienen todo aquello que la irracionalidad de las razones no aceptan. Los antiguos percibían el universo con una sabiduría singular, entendían el vainven de las dimensiones sin siquiera cuestionar la voluntad del verbo, de los siguientes creadores y de los subsiguientes formadores... aceptaban la multiplicidad factorial, y sus mentes iban más allá de la importancia de la velocidad de la luz y sus ángulos. Ellos mismos se entendían como parte de un todo tan complejo como sencillo. Asumían la filosofía de las paradojas y encontraban respuestas apropiadas al hecho de pertenecer temporalmente al mundo de los cuerpos, y atemporalmente al universo de los espíritus... ¿qué quebró los puentes?... simplemente las soberbias y sus desprecios, cuando el hombre se asumió a sí mismo como propietario de las circunstancias, éstas comenzaron a engullirlo. Hoy, el hombre está devorado por sus frustraciones, sus apuros y sus acosos... ya nadie recuerda el sentido y la esencia de la creación, como tampoco reconoce el sentido y la esencia de los formadores. El hombre al que se convida con las gracias de la luz, suele vivir entre penumbras de sus propias sombras, esas mismas que no quieren entender cómo son las cosas, negando sus dones y burlando sus talentos. El hombre ya no reconoce el sentido de la piedra, del aire, de la tierra, del agua y del fuego, tanto como tampoco reconoce el sentido de los equilibrios de la naturaleza cósmica y cosmogónica que lo contiene apenas por un lapso efímero que es nada en relación a la eternidad que lo circunscribe. Las almas andan perdidas entre altares falsos e imágenes de yeso o mármol que no escuchan sus ruegos, mucho menos sus oraciones... Los espíritus reclaman a Dios, pero ellos mismos están ciegos y sordos a la hora de la gracia y la bendición, negando el sentido del prójimo y burlando a los próximos. Mientras las energías del verbo circulan en sus armonías sinfónicas, el hombre insiste en desafinar y arruinar el sentido y la esencia de los pentagramas, sin darse cuenta que ellos (pentagramas) no son otra cosa que una escala matemáticamente diseñada que conduce al neutrino del espíritu, el Santo, aquel que es parte del todo, lo que se ve y también de lo que no lo hace. Noviembre 16, 2011.-

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