lunes, 3 de octubre de 2011

CORDÓN UMBILICAL || El enigma de los sueños - La Gaceta

LA GACETA LITERARIA

El enigma de los sueños

Domingo 2 de Octubre de 2011 | ¿Qué son esos productos psíquicos que aparecen en forma de imágenes, provocándonos algunas veces sensaciones placenteras y otras, vivencias de angustia o pánico? El sueño es la vía regia para acceder a nuestros deseos ocultos. Todos tenemos la llave para develar sus misterios.
 OTRA MIRADA, OTRO TRAZO. De Salvador Dali, su Morfología del cráneo de Sigmund Freud.
 | OTRA MIRADA, OTRO TRAZO. De Salvador Dali, su Morfología del cráneo de Sigmund Freud.

Por Alfredo Ygel
Para LA GACETA - Tucumán

Desde sus orígenes, el hombre se ha preocupado por sus sueños y les atribuyó algún sentido a partir de una interpretación sobre eso que le sucedía mientras dormía. Desde la más remota antigüedad, han sido muchos los significados ocultos atribuidos a los sueños, desde mensajes de los dioses, predicciones del futuro, y todo tipo de interpretaciones mágicas o míticas. Estos productos oníricos se nos presentan como enigmas que nos inquietan y que relatamos a algún otro con el fin de resolverlos. Fue Sigmund Freud, creador del Psicoanálisis, quien descubrió el enigma y significado de los sueños. Investigando el mundo onírico, buceando en sus propios sueños y en los de sus pacientes, logró encontrar la llave y descifrar desde una perspectiva científica, la significación de los sueños y los mecanismos de su formación.
Freud postuló que los sueños son realizaciones de deseos reprimidos, y que estos deseos se expresan en forma disfrazada. Es decir que en los sueños se expresan nuestros ocultos deseos inconscientes, aquellos que en nuestra vigilia no podemos admitir como propios. Así, una persona que en su vida cotidiana se comporta como alguien respetuoso de las leyes de su comunidad puede, en sus sueños, aparecer como alguien que roba o mata. Agreguemos que se trata de una realización de deseos que expresa  en forma disfrazada, velada, no directa, deseos e impulsos del soñante. Esta característica hace que el producto onírico, lo que aparece en nuestro recuerdo, se lo denomine contenido manifiesto y lo que se encuentra escondido, lo que hay que descubrir, se lo llame contenido latente. 
Al contenido oculto o latente se llega por medio del relato en palabras del soñante y de las asociaciones y ocurrencias que este hace en relación a las distintas partes del sueño. El gran mérito de Freud  no solo fue descubrir el significado de los sueños y los mecanismos que lo producen, sino establecer un método para su desciframiento, el método psicoanalítico de interpretación de los sueños. El sueño es entonces la vía regia para acceder a nuestro Inconsciente, revelándonos nuestros deseos ocultos. Es el propio sujeto quien tiene la llave para acceder al develamiento de sus enigmas. Es verdad que existe un simbolismo que nos da pistas para interpretar los sueños, pero siempre es necesario que cada sujeto asocie sus ocurrencias descubriendo aquello que se encuentra escondido. Cuando hay sueños que nos inquietan, dado que nos producen angustia o malestar, el revelar el contenido oculto nos posibilita liberarnos de esas sensaciones que nos mantenían atrapados. En el tratamiento psicoanalítico se utiliza para acceder a los contenidos reprimidos, el análisis e interpretación de los sueños del analizante. 

Tipos de sueño
Debemos tener en cuenta que todas las noches soñamos. Lo que sucede es que a veces no los recordamos. Esta falta de recuerdos obedece a la censura que no deja pasar los contenidos indeseables. Existen diversos tipos de sueño que acompañan nuestra existencia. Están aquellos sueños que nos provocan angustia y, a causa de ella, se interrumpen. Estos se denominan sueños de angustia y lo que sucede es que el contenido latente se acerca demasiado a algo indeseable para la conciencia o los ideales del sujeto. El despertar es el recurso que utiliza el soñante para evitar el encuentro con la situación penosa que quiere evitar. También son frecuentes las pesadillas, que diferenciamos de los sueños de angustia. En estas el sujeto se encuentra atrapado en el sueño y no puede despertar. Aquí se traduce en el sueño algo que en la vida despierta mantiene capturado al sujeto, frente a lo cual este no encuentra los recursos necesarios para salir. Los sueños repetitivos reflejan situaciones conflictivas que buscan en su repetición una diferencia; que algo nuevo se produzca posibilitando la solución del conflicto.
El misterioso y enigmático mundo de los sueños permite el acceso a nuestro psiquismo. Analizarlos y descifrarlos posibilita que cada sujeto descubra aspectos ignorados, inconscientes, permitiéndole a partir de esa verdad que ahora conoce, hacerse responsable de su vida y realizar una acción transformadora sobre su realidad,  que le posibilite realizar su deseo y eliminar aquello que le provoca malestar y sufrimiento. ©  LA GACETA

Alfredo Ygel - Psicoanalista, profesor de la Facultad de Psicología de la UNT, presidente del Grupo de Psicoanálisis 
El enigma de los sueños - La Gaceta


el dispensador dice:
puedes soñar en blanco y negro
puedes soñar en colores
puedes soñar tragedias
puedes soñar en colores
puedes soñar señales
puedes soñar mensajes
puedes soñar oraciones
puedes soñar revelaciones
puedes soñar anuncios
puedes soñar renuncios
puedes soñar presencias
puedes soñar ausencias
puedes soñar creencias
puedes soñar querencias
puedes soñar clemencias
puedes soñar inclemencias
puedes soñar audiencias
puedes soñar con personas que creer no conocer
puedes soñar con otras que te vienen a ver...
pero el ser humano no puede prescindir de sus sueños, porque ellos son parte de su cordón umbilical con el más allá, con el mundo verdadero al cual pertenecen su alma y su espíritu, un mundo que no es éste, la Tierra... sueña el hombre antes de nacer... sueña el hombre mientras recibe su baño de madre... sueña el hombre apenas nace, y lo hará a lo largo de su vida... porque ello mantiene vivo su nexo ancestral con el más allá de los distintos, los que fueron antes de él, y aún mismo con aquellos que aún no son pero que devendrán del paso presente... algo que usualmente no forma parte del pensamiento humano apurado por prisas y oportunidades. El hombre sueña pero desconoce el genuino sentido de los sueños... sus aportes, sus legados, sus luces y sus sombras... y el hombre asume que soñar es parte de las entelequias indescifrables de la vida... entonces no atiende a los sueños, no sus sonidos, no sus enunciados, no sus expresiones... y la vida se va... regresas a la verdadera vida habiendo desperdiciado el sentido original del cordón umbilical que une al alma y su espíritu a un más allá, contiguo, santuario de santuarios, y recién allí descubres que lo importante, justamente ello, no fue considerado... y te dirán que fuiste avisado de esto y aquello, y más aún, tendrás oportunidad de verlo, ya sin ojos, y te sentirás despreciado por innecesarias omisiones. El hombre no puede tomar un cuerpo sin soñar... tampoco puede respirar sin soñar... pero en los sueños residen los dobleces del destino, esos mismos que fueron letra del libro de vida y brote del árbol de la vida antes de revelarse un ser humano en sus tiempos respirables. Cuando sueñas números... sueñas mucho más que números... Cuando sueñas sermones... sueñas mucho más que llamados de atención... Cuando sueñas músicas... asciendes más allá de los pentagramas. Y entonces los sueños dejan de ser un enigma para convertirse en un aporte comunicacional con aquello que se desmerece por invisible o que se desprecia por intangible... culturas antiguas consideraban a los sueños aportes angulares al mañana necesario, y se ocupaban en interpretar prolijamente sus contenidos, documentándolos como significantes de la conexión entre aquellos que respiran y aquellos otros que ya lo hicieron o bien, los que aún no lo hacen porque dependen de nuestra huella. Cada sueño guarda su sentido, más aún guarda su esencia... y no hace falta razonar sus aportes, ya que las respuestas suelen aparecer mágicamente delante de nuestros días, revelándose con contenidos que superan largamente cualquier interpretación ligera, aventurera, oportunista o artera. Los sueños son de todos, pero cada quién tiene los propios, íntimos, indivisibles, que sólo podrán ser compartidos atrapados bajo el sentido de la palabra... y ello, justo allí, los hace únicos. Cuando niegas tus sueños, cortas tu cordón umbilical y te transformas en un ente cegado por el egoismo de pretenderse supremo... y a pesar de ello, seguirás necesitando soñar... tanto como respirar. No te vayas de ti mismo sin haber descubierto las esencias de tus sueños... ellas son únicas... y propias. Octubre 03, 2011.-

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