martes, 27 de septiembre de 2011

A LA VUELTA DE LA LUZ

el dispensador dice: la existencia y permanencia del ser humano en la Tierra está indisolublemente unida a la LUZ... pero la existencia y permanencia del espíritu humano, de su alma, sin cuerpo, fuera de la Tierra, en una dimensión contigua, también lo está... indisolublemente unida a la LUZ en todas sus formas y expresiones... esa misma LUZ que es vehículo del verbo causal y también del verbo consecuente, por ende es soporte de la palabra como expresión sónica del espíritu y además es el pensamiento como expresión silenciosa del alma. Una Luz donde anida la idea, esférica por excelencia, que se multiplica hasta el infinito dando espacio al "mundo de las ideas" tomado por los griegos de profundos conocimientos extinguidos a manos de imperios desaparecidos, esclavos ahogados en sus pesares y sentidos cuyas estelas permanecen en el aire para ser respirados. Una LUZ donde se replica todo lo que existe, permitiendo a las almas contener sombras y contraluces, o bien recogiéndolas en esencias de una luz que no da lugar a las sombras ni tampoco a sus tonos así como a los grises. Esa misma LUZ es transporte desconocido para los humanos encarnados... es cordón umbilical con la dimensión de los ancestros, los distintos, los que fueron y son motores de los destinos de los que aún no son, pero aún no lo saben... almas que esperan por ver cómo se
escribe un destino en el libro de la vida, o bien, como se es savia de un árbol donde se contiene la esencia de la raza, la estirpe del brote, de la hoja, de la flor, el fruto... y el sentido profundo de lo que se correlaciona con las vibraciones y energías de lo que coexiste y guarda sentido de creación... esa característica que hace que la duplicidades se produzcan sin que nadie se dé cuenta. Esa misma LUZ que es esencia de número y forma... que es nota de diapasón y color de paleta... sólo cuando se desagrega para la vida, ya que antes y después concentra todo en la blancura del manto... una LUZ que puedes escalar a través de la oración o que puedes negar por falta de compasión... una LUZ que puede ser nido de las concordias o que puede ser el otro lado de las discordias de aquellos que no saben de misericordias. Una LUZ que contiene un universo múltiple que sólo se revela a los ojos de las existencias semejantes a las humanas, pero que se diluye en el allá para dejar lugar a una infinidad de dimensiones que expresan los sentidos de la vida respirable y de otras que no lo son... la LUZ es llave de umbrales y santuarios, de oráculos y escenarios, de ideas y plenarios, de creadores y también de sabios, de ángeles y consciencias, de arcángeles y dependencias, donde no hay lugar ni para los mitos ni tampoco para las leyendas ya que todo no es más que distintas expresiones de una misma consciencia. A la vuelta de la LUZ, está la esencia... de allí que la presencia no sea más importante que la ausencia. Septiembre 27, 2011.-

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