sábado, 10 de septiembre de 2011

EL CAMINO DEL MILAGRO - COLORES


EVANGELIO

Lc 6, 43-49
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús decía a sus discípulos: "No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla su boca. ¿Por qué ustedes me llaman: 'Señor, Señor', y no hacen lo que les digo? Yo les diré a quién se parece todo aquél que viene a mí, escucha mis palabras y las practica. Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la inundación, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en práctica se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande".



el dispensador dice: cada milagro que llega a la Tierra y capta la atención humana, conlleva destellos y energías movilizadoras suficientes como para alterar el sentido de los ciclos, sus contenidos, sus signos y señales, modificando incluso los polos de las auras de las personas involucradas directa o indirectamente... el camino del descenso se relaciona con cómo se alcanzó la gracia y a cómo ella fue concedida... dicho sentido contiene (se expresa a través de) un color o varios que podrían describirse como semejantes a un arco iris, solo que en el caso del milagro los mismos son invisibles al ojo humano, aunque no al de perros y gatos que suelen seguir con extrema atención su curso, de carácter celestial para el hombre y sus limitadas capacidades. El milagro no desciende en línea recta sino en espiral ya que se debe conjugar con las circunstancias y los destinos cuya forma esencial es la misma. Así como el milagro produce sorpresa en algunos seres humanos, produce incredulidad en otros, mientras que los más osados intentan explicarlos mediante diferentes criterios, siempre distantes del verdadero criterio, el divino, aquel se ubica lejos de nosotros, por sobre la condición humana... en dicha sorpresa, las auras modifican sus colores en señal de resignación y agradecimiento de modo que éste (milagro) se incorpora a sus almas como un misterio que permanecerá en suspenso a lo largo de sus vidas... será tenido por un acto de gracia y FE suficientes como para extender (establecer) un puente "colgante" entre la oración o el ruego (lo pedido) y el más allá, de donde procedemos... dicho puente es eterno en tanto y en cuanto el alma permanezca abierta a la "aceptación"... pero se cortará en caso que el alma desprecie alguno de sus ángulos. Los colores de los milagros enseñan su importancia y condición... cuando superan el rango visible del violeta proceden del manto mismo... mientras que el blanco inmaculado los hace ancestrales, esto es hacia atrás y hacia adelante... al cambiar lo establecido en los destinos estampados en el libro de la vida... al cambiar el sentido de las savias que recorren el árbol de la vida donde cada ser humano es brote... también se cambian las substancias de los frutos, adquiriendo jugos y fragancias distintos que hacen al mañana necesario y sus nuevas gracias. No hay milagro sin gloria, tampoco hay gloria sin colores... pero todo ello se aprecia cuando prescindiendo de los ojos, el hombre se atreve a "mirar" con el alma, aprendiendo a escalar los umbrales que nos rodean... quien siendo objeto de un "milagro", manipula su sentido usándolo en propio provecho, se enfrentará a los túneles de la confusión... Septiembre 10, 2011.- 
 
"... no negociarás las cosas de Dios. Tampoco harás uso personal de sus gracias."

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