sábado, 27 de agosto de 2011

CRISTALES ► Cuencos: la música que armoniza el espíritu - La Gaceta

SONIDOS CRISTALINOS

Cuencos: la música que armoniza el espíritu

Viernes 26 de Agosto de 2011 | Un joven tucumano devela los secretos de una terapia vibracional utilizada por antiguas culturas. Las notas actúan armonizando la energía de las personas y buscando su paz interior.

Fotos

 EN PLENO CONCIERTO. Gustavo Escalante ejecuta con una mano el cuenco de cuarzo (blanco) y con la otra el udu (parece una vasija de cerámica). LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA
ampliar foto ampliar | EN PLENO CONCIERTO. Gustavo Escalante ejecuta con una mano el cuenco de cuarzo (blanco) y con la otra el udu (parece una vasija de cerámica). LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA
Una oleada de aroma a incienso es la primera percepción. El cuarto luce alfombrado y despojado de muebles. Señal de que hay que sacarse los zapatos para entrar. Periodista y fotógrafo toman un almohadón cada uno y se ubican en el piso. Gustavo Escalante se acerca descalzo con una bandeja: trae un blend de canela, jengibre y té rojo en pequeños vasos de cerámica. Comienza la entrevista.

"Las culturas más antiguas te enseñan que una de las formas del ser humano de conectarse con lo sagrado es por medio del sonido. De ahí el uso de instrumentos musicales en las ceremonias rituales. Los sonidos se utilizan como medio para equilibrar el cuerpo y el alma, para tratar enfermedades y equilibrar la energía", explica Escalante, vestido con pantalón blanco y camisola lila.

Al fondo de la habitación, en su casa del barrio Kennedy, descansan extraños instrumentos: cuatro cuencos blancos de cuarzo, de distintos tamaños, un cuenco tibetano (hecho con aleación de siete metales), un gong (especie de platillo de bronce que se usaba hace 4.000 años) y un didgeridoo (instrumento de viento -como una enorme caña- de origen australiano). Lo acompañan elementos naturales, entre ellos palos de lluvia, chaschas (racimos de pezuñas de cabra) y vainas gigantes.

Son instrumentos simples de tocar, pero cada uno emite un sonido profundo y abrazador. Gustavo logra con cada mano distintos sonidos. Cada caricia que arrastra por el borde de los cuencos de cuarzo genera un murmullo interminable, suave primero e intenso después.

El golpeteo sobre el udu, una especie de vasija de barro cocido, acostada sobre una manta, marca un ritmo suave y seco, tan africano como el origen de este instrumento. De tanto en tanto, para cortar, hace sonar los pines armonizadores, que recuerdan al mágico xilofón. Cada sonido nace, se eleva, se sostiene y se pierde, mientras otro va surgiendo al mismo tiempo.

Arrullado en los sones, el cuerpo se va relajando. La mente comienza a fluir en libertad. Una inspiración profunda termina por acomodarnos en una frecuencia de bienestar y tranquilidad...

"La vibración sonora de estos instrumentos nos lleva al equilibrio físico y energético. Por medio del principio de la resonancia el sonido tiene la capacidad de afectar la materia. Esto convierte al sonido en un instrumento terapéutico, porque ayuda al equilibrio físico, emocional y espiritual", explica.

Una larga búsqueda

¿Cuándo comenzó esta historia de la terapia vibracional? A los 27 años. Gustavo -que hoy tiene 33 - se había recibido de licenciado en Administración de Empresas pero no se sentía satisfecho. "Allí comenzó mi búsqueda. Empecé con yoga, que me cambió la vida y que nunca abandoné, y seguí con control mental, reiki, terapia con piedras y cristales maestros, hasta que llegué al sonido en un viaje a Capilla del Monte. Fue cuando conocí a mis maestros Marcela y Sebastián. Ellos me enseñaron muchas cosas, y a partir de ahí comencé a investigar", cuenta.

Asegura que los sonidos pueden armonizar el cuerpo y el alma. Él mismo padecía de ataques de pánico que fueron desapareciendo gracias a la terapia vibracional.

"El universo es una gran sinfonía", destaca. "Cada órgano y hueso de nuestro cuerpo tiene una resonancia -explica-. Cuando aparece un bloqueo el órgano deja de vibrar con el resto del sistema, produciendo como resultado algún tipo de enfermedad o desequilibrio. Por eso esta terapia sirve para elevar la frecuencia vibracional y ponerla en armonía con el universo".




Dónde y cómo escucharlos

En Internet se pueden encontrar varias páginas que muestran brevemente cómo suenan los instrumentos. La más confiable -según Gustavo Escalante- es espacioazul.com.ar. Allí se podrá encontrar música e información. También se puede descargar gratis música de "sonidos cristalinos". En YouTube se puede escuchar la descarga libre de "Trilogía cristalina". En Tucumán también se dan conciertos; hay que averiguar comunicándose a gustavoecosdelsol@yahoo.com.ar.
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El poder del cuarzo actúa sobre los chacras


Viernes 26 de Agosto de 2011 |

"El tono de los cuencos de cristal produce un campo de sonido vibracional que resuena con la luz de los chacras. Cada sonido corresponde a un área específica del cuerpo", explica Gustavo Escalante. Según el hinduísmo y algunas culturas asiáticas, los chacras son siete centros de energía ubicados en distintas partes del cuerpo humano a lo largo de la espina dorsal, comenzando por el coxis y terminando por la coronilla.

"El cuarzo puro contiene todo el espectro de luz relacionado con los siete colores del arco iris y con los siete centros de energía (chacras). De esta forma, al escuchar el sonido de los cuencos estos nos van armonizando, induciendo luz pura a través del sonido y colores específicos en el aura (energía que rodea a las personas y que es representada como una corona en el caso de los santos)", comenta.

"Los cuencos de cristales actúan como amplificadores. A partir de la resonancia cristalina se generan ondas de frecuencia en nuestro cerebro que inducen a un viaje interior. A veces, la sensación de armonía es inmediata, y en otros casos va actuando en forma pausada, hasta que en algún momento la persona comienza a sentirse bien", añadió Escalante.

Al tomar registro de las ondas producidas por los cuencos se descubrió que los patrones eran equivalentes a las ondas alfa que produce el cerebro en estado de relajación profunda. De allí que al escuchar estos sonidos haya una sensación de distensión total. También destacó que el cuarzo tiene una afinidad natural con el cuerpo. "Estamos formados por sustancias de estructuras cristalinas, como el líquido cristalocoidal del cerebro -ejemplificó-. Es indudable que hay una gran afinidad, de allí que es tan fácil lograr la armonía con cuarzo".


el dispensador dice: los cristales están vibrando, lo hacen por propia decisión... los cristales están sonando, han hallado su punto de armonías... los cristales están manifestándose en el mundo humano... los cristales están unidos en la re-armonización de la Tierra... por ahora sus sonidos convergentes parecen inaudibles, sin embargo son presencias que tienen propia entidad, que manejan su propio pentagrama, a través del cual descienden sus signos y señales. Diseminan sus ideas... en un mundo de densidades que todo lo nublan, distorsionan, sumiendo las almas en las tinieblas de la pena y sus incertidumbres. Los cristales están sonando... cuida tu cielo, llama a tu ángel, escucha a tu consciencia, cuida tu huella, no pierdas a tu sombra. Agosto 27, 2011.- 

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