miércoles, 15 de junio de 2011

MEDUSA [Μέδουσα] Y LA LUZ || Físicos crean por primera vez un láser viviente - ABC.es

Ciencia
Físicos crean por primera vez un láser viviente
Los investigadores utilizaron una sola célula humana y un poco de proteína de medusa. El hallazgo puede revolucionar la biología al iluminar un sistema vivo desde su interior
neoteo
Día 14/06/2011 - 10.57h

Malte Gather .Imagen microscópica del láser viviente en acción

Según aparece publicado en la revista Nature Photonics, por primera vez en la historia una célula viva ha sido inducida a producir luz láser. El trabajo, elaborado por un grupo de investigadores de Estados Unidos, utiliza una sola célula humana y un poco de proteína de medusa para crear un rayo láser de débil intensidad. La luz producida tiene un espectro de emisión único, que depende tanto de la estructura de la célula como de las proteínas que se encuentran en su interior. Las células emiten rayos láser direccionales, visibles a simple vista, sin que su estructura sufra daño alguno.

Un equipo de científicos estadounidenses, pertenecientes al Centro Wellman de Fotomedicina del Hospital General de Massachusetts, liderado por Malte Gather y Seok-Hyun Yun, consiguieron por primera vez que una célula viva emitiese luz láser. Los investigadores utilizaron una proteína verde fluorescente (GFP, por green fluorescent protein) como "medio activo" del láser, es decir, el sitio en el que tiene lugar la amplificación de la luz. La GFP es una molécula conocida y bien estudiada, que fue aislada por primera vez en las medusas. El trabajo, que ha sido publicado en la revista Nature Photonics, tiene el potencial de revolucionar la biología, ya que proporciona una suerte de “linterna” que permite iluminar un sistema vivo desde su interior.

Pero, ¿cómo es posible que una célula viva emita luz láser? La técnica empleada por este equipo parte del desarrollo de células de riñón modificadas genéticamente para que sean capaces de producir la mencionada proteína proveniente de las medusas incandescentes que emite luz. Luego, las células se colocaron entre dos minúsculos espejos, de unas 20 millonésimas de metro de ancho, para que hiciesen las veces de "cavidad láser". Dentro de esa cavidad la luz rebotó, atravesando repetidamente cada célula. Al bañar cada célula con luz azul se la vio emitir un haz intenso de láser color verde. El procedimiento no dañó las células, que se mantuvieron vivas durante y después del experimento.

Luz desde el interior

Los autores del trabajo explican que si durante el proceso de la emisión de luz láser las proteínas emisoras de luz resultan destruidas, la célula simplemente se “autorepara”, produciendo más GFP. "Esto nos posibilitará observar procesos intracelulares con una precisión sin precedente", dijeron los científicos al referirse a las implicaciones que puede tener su investigación en el campo de la medicina.

"En general se buscan mecanismos para hacer que un haz láser generado en el exterior pueda penetrar profundamente el tejido, para mejorar terapias, diagnóstico y técnicas de imagen basadas en luz. A partir de ahora, podremos resolver este problema de otra forma, amplificando la luz que se encuentra en el propio tejido". La luz láser se diferencia de la luz común en que su espectro de colores es muy reducido y sus “ondas” oscilan todas en forma sincronizada. "La tecnología láser comenzó en la física, y son vistos como dispositivos de ingeniería", dice Seok-Hyun. "Es la primera vez que utilizamos materiales biológicos para construir un láser y generar luz a partir de algo vivo", agrega. Las células provienen de los riñones de embriones humanos, y aunque la luz que emiten es mucho más débil que la de un láser basado en semiconductores, su intensidad es al menos 10 veces mayor que la luz que emite la fluorescencia natural de las medusas.
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el dispensador dice: quién era MEDUSA, veamos a la wikipedia: "En la mitología griega, Medusa (en griego antiguo Μέδουσα Médousa, ‘guardiana’, ‘protectora’)[1] era un monstruo ctónico femenino, que convertía a piedra a aquellos que la miraban. Fue decapitada por Perseo un semidiós,quien después usó su cabeza como arma[2] hasta que se la dio a la diosa Atenea para que la pusiera en su escudo, la égida. Desde la antigüedad clásica, la imagen de la cabeza de Medusa aparece representada en el artilugio que aleja el mal conocido como Gorgoneion.[3]"

Bien para comenzar, pero veamos qué agrega: Las tres hermanas gorgonas —Medusa, Esteno y Euríale— eran hijas de Forcis y Ceto, o a veces de Tifón y Equidna, en ambos casos monstruos tónicos del mundo arcaico. Esta genealogía la comparten sus otras hermanas, las Greas, como en el Prometeo liberado de Esquilo, quien ubica ambas trinidades muy lejos, en la «espantosa llanura de Cistene»:

No lejos, las alígeras hermanas
Con serpientes por cabellos; las gorgonas
Enemigas del hombre

Perseo con la cabeza de Medusa, por Benvenuto Cellini, instalada en 1554.Aunque los pintores de vasijas y talladores de relieves griegos antiguos imaginaban a Medusa y sus hermanas como seres nacidos con forma monstruosa, los escultores y pintores del siglo V empezaron a imaginarla como hermosa a la par que terrorífica. En una oda escrita en el 490 a. C. por Píndaro ya se habla de la «Medusa de bellas mejillas».[4] En una versión posterior del mito, narrada por el poeta romano Ovidio,[5] Medusa era originalmente una hermosa doncella, «la celosa aspiración de muchos pretendientes» y sacerdotisa del templo de Atenea, pero cuando fue violada por el «Señor del Mar» Poseidón en él, la enfurecida diosa transformó su hermoso cabello en serpientes e hizo su cara tan terrible que su mera visión convertía a los hombres en piedra. En el relato de Ovidio, Perseo describe el castigo de Atenea a Medusa como justo y merecido. Por ello medusa representa la Lujuria.
En la mayoría de las versiones de la historia, Medusa estaba embarazada de Poseidón cuando fue decapitada mientras dormía por el héroe Perseo, que había sido enviado a buscar su cabeza por el rey Polidectes de Sérifos. Con la ayuda de Atenea y Hermes, que le dio las sandalias aladas, el casco de invisibilidad de Hades, una espada y un escudo espejado, Perseo cumplió su misión. El héroe mató a Medusa haciéndole mirar su reflejo en el espejo en lugar de enfrentarse directamente a ella para evitar quedar petrificado. Cuando cortó su cabeza, del cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor, quien más tarde se convertiría en el héroe portando la espada dorada.
Jane Ellen Harrison argumenta que «su potencia sólo comienza cuando su cabeza es cortada, y aquella potencia reside en la cabeza; ella es en una palabra una máscara con un cuerpo más tarde añadido... la base del Gorgoneion es un objeto de culto, una máscara ritual incomprendida».[6] En la Odisea, Homero no menciona específicamente a la gorgona Medusa:
el pálido terror se apoderó de mí, temiendo que la ilustre Perséfone me enviase del Hades la cabeza del horrendo monstruo grisáceo[7]
Lo que Harrison traduce como «la gorgona fue creada del terror, no el terror de la gorgona.»[6]
Según Ovidio, Perseo pasó por el noroeste de África junto al Titán Atlas, que estaba allí sujetando el cielo, y lo transformó en piedra. De forma parecida, se decía que los corales del Mar Rojo se habían formado de la sangre de Medusa que salpicó las algas cuando Perseo dejó la cabeza petrificadora junto a la playa durante su breve estancia en Etiopía, donde salvó y se casó con la hermosa princesa Andrómeda. Incluso se decía que las víboras venenosas del Sáhara habían brotado de las gotas caídas de su sangre.[5] [8]
Perseo voló entonces a la isla de su madre, donde ésta estaba a punto de ser casada por la fuerza con el rey. Gritó «Madre, protege tus ojos», y todos menos ella fueron convertidos en piedra por la vista de la cabeza de la Medusa.
Entonces le dio la cabeza a Atenea, quien la colocó en su escudo, la égida. Según algunas fuentes, la diosa le dio la sangre mágica de Medusa al médico Asclepio, pues la que manaba del lado izquierdo del cuello era un veneno mortal, y la del lado derecho tenía el poder de resucitar a los muertos.[9]
Aunque algunas referencias clásicas aluden a las tres gorgonas, Harrison considera que la multiplicación de Medusa en un trío de hermanas era un rasgo secundario del mito:
La forma triple no es primitiva, sino simplemente un ejemplo de una tendencia general... que hace de cada diosa una trinidad, lo que nos ha dado a las Horas, las Cárites, las Erinias y una multitud de tríos más. Es inmediatamente obvio que las gorgonas no eran realmente tres sino una más dos. Las dos hermanas supervivientes son meros apéndices debidos a la costumbre: la auténtica gorgona es Medusa.[6]
Según cuenta Pausanias, el mito de Medusa es una versión novelada de la historia de una reina quien, tras la muerte de su padre, habría recogido ella misma el cetro, gobernando a sus súbditos cerca del lago Tritonide, en Libia. Habría muerto de noche durante una campaña contra Perseo, un príncipe del Peloponeso.[10]

Regresamos a la letra perdida del dispensador, y éste dice: es curioso cómo los tiempos han ido deformando la significancia de las Gornonas, de Medusa, Esteno y Euríale, que como todo lo vinculado con la Atlántida, ha sido intencionalmente tergiversado intentando borrar la historia profunda del paso humano por la Tierra. Sucede que las mentadas Gorgonas jamás fueron del patrimonio cultural griego, antes bien lo fueron de los Atlantes, y tan difundidas estaban que siendo simultáneas a los lemures, aparecen en todo el planeta humano antiguo, en la antigua Persia, en el Indo, en la China, en toda la cuenca del Pacífico, en América del Norte, en la Central, en la del Sur, entre los celtas, entre cualquiera de las culturas ancestrales del cuarto SOL y previas. Tenían entonces dos capacidades: sacar la lengua para repeler las segundas intenciones expuestas miradas mediante (ha perdurado en numerosas esculturas)... y más aún, utilizaban una especie de casco que emitía una luz que cegaba a aquel de cuyos ojos emanaban dichas segundas intenciones... traducido, las gorgonas eran portadoras de la luz que encandilaba a quiénes actuaban por desprecio hacia el prójimo. Su paso, angular en el pasado, ha quedado registrado incluso en cada uno de los rincones del África, desde las arenas hasta donde se juntan el Atlántico con el Índico. Hoy ya nadie sabe que Medusa y sus hermanas eran portadoras de la "luz" y por ende sus custodios de cara a la eternidad. Claro, era época de oráculos y gestas de las que los griegos entendían poco y nada... ya que aquello que se hereda por ausencia, no implica ni sentimiento ni tampoco querencia, por ende ni siquiera puede conferirse contenido. En la mitología griega, una gorgona (en griego antiguo γοργώ gorgō o γοργών gorgōn, ‘terrible’) era un despiadado monstruo femenino a la vez que una deidad protectora procedente de los conceptos religiosos más antiguos. Su poder era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado, por lo que su imagen se ubicaba en todo tipo de lugares, desde templos a cráteras de vino, para propiciar su protección. La gorgona llevaba un cinturón de serpientes, entrelazadas como una hebilla y confrontadas entre sí. Esta tergiversación dio lugar a lo que hoy se dice de Medusa, sin embargo, ella sabía de la luz y sus luces, mucho más que toda la ciencia humana actual. Curioso, ¿no?... Cuando lleguen las Gorgonas a tus sueños, no las espantes, traen la luz hacia ti. Junio 15, 2011.-

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