viernes, 13 de mayo de 2011

EL QUE TENGA OJOS... que vea | EL QUE TENGA OÍDOS... que oiga | EL QUE TENGA ENTENDIMIENTO... que reflexione


el dispensador dice: existía una expectativa cierta en aquel que escribía una carta, existía otra semejante aunque distinta en aquel que la recibía... existía un sentido de la espera y existía otro que implicaba captar la atención del destinatario. Podía suceder que la comunicación que se pretendía no se tradujera en comprensión, al menos no en el rango estimado por el redactor, pero la conexión establecida mediante papel, letra y sobre, estampilla, remitente y destino, conformaban una red de pensamientos, reflexiones, inteligencias comunicadas, de alguna forma, bien o mal... esto sucedía hasta hace no mucho tiempo, hasta antes de crearse el correo electrónico. Se dependía de barcos o aviones, primero de aquellos, después de los segundos. El correo escrito era parte de la conducta humana de intentar estar cerca del otro a pesar de las distancias... no hacían tanta falta las imágenes, sí era imprescindible la letra, escribir y leer, documentar el "momento" del redactor, sus sentimientos mientras se escribía... así como "tomar" el preciso instante en que el lector hacía suyo aquellos contenidos. El mundo de la electrónica, el éter electrónico, ha diseñado herramientas importantes que han dado lugar a algo semejante a un universo de conocimientos que se pueden compartir a tiempo real, se piensa, se escribe, se lee, todo con un prolijo sentido de la simultaneidad... No obstante ello, las personas están menos comunicadas que cuando escribían de puño y letra... los sentimientos han cambiado y ya no son los mismos y todo se ha vuelto frío, distante, aún bajo un criterio de comunicación plena. Muchas personas presionan teclas y se están olvidando del sentido de la letra, del sentido del pensamiento, del sentido de la reflexión, de la búsqueda de los términos apropiados... la gramática es parte de algo que se está extinguiendo y muchas frases se escriben de una forma y serán leídas e interpretadas de otra muy distinta... traducido, no habrá una comunicación genuina sino extremos que se pronuncian sin nutrir al colectivo imaginario. Algo se ha roto. Quizás sea que el átomo no es patrimonio del conocimiento humano, que se empecina en describir aquello que no sabe... que no sabe porque no reconoce las esencias propias de dimensiones que le son ajenas por la gracia original de aquel que dio sentido a la vida, no como palabra, sí como tránsito, lapso, vivencia... Soy un convencido (no por agorero, tampoco por futurista) por una extraña condición de "sensible", "visionario" u "observador", o todo ello junto, que la electrónica ha abierto una puerta de espacio-tiempo que conducirá al humano a perder definitivamente su memoria, obligándolo a comenzar de cero, regresándolo a la edad de piedra... no por intención, sí por imprevisión, soberbia, necedad. Lo que ha sucedido apenas ayer con la conducta "Google" es un claro ejemplo de ello... apagaron la red y se murió el contenido existente, así de sencillo. Alejandría fue incendiada por cristianos exaltados que repudiaban a supuestas ideas paganas... mataron de un plumazo el ideario ptolomeico por mencionar sólo uno de sus contenidos incunables... no fue la única, muchas son las bibliotecas arrasadas por los falsos fundamentalismos, por los sentidos inquisidores de los "otros" que atropellan los valores del prójimo en honor a sus propias miserias, para ocultarlas, disimularlas, negarlas, discriminando y despreciando lo "hecho" por otro que pensaba diferente, o que llevaba ventaja en el pensamiento filosófico. La historia del hombre está repleta de intolerancias, lejanas, ubicables allá por milenios casi indescifrables e inubicables... otras cercanas, donde occidente se empecina en exterminar todo aquello que no le conviene, para lo cual inventa enemigos propiciatorios o induce circunstancias que ameritan reacciones que darán lugar a represalias explícitas y justificables en falacias. Ecos conocidos que los medios nos arrojan al rostro cada día, antes dependiendo de corresponsales, carteros, personas que llevaban o traían noticias... hoy, en tiempo real, donde el corresponsal es uno mismo, sea mediante un foro, un blog, o cualquier otro mecanismo de interconexión social (facebook, twitter, etc.). Entiendo que la Tierra está expuesta a situaciones potencialmente ciertas, válidas, que ya han sucedido y prometen regresar cíclicamente... las alteraciones solares son un hecho genuino, verificable... el cambio de los polos magnéticos terrestres también... sumado ello al cambio climático, más que evidente... sin perder de vista otras variables que nos exceden largamente, afines a los espectros atómicos en el espacio sideral donde "todo es" hasta que repentinamente deja de serlo para convertirse en "otra cosa". El espacio contiguo está nutrido por multidimensiones y vasos comunicantes que contienen energías que son entelequias en la pobre mente humana. Google ayer, repentinamente decidió exterminar los contenidos, justificándose en razones técnicas... inapelables... que se tradujeron en el exterminio de un sinnúmero de ideas plasmadas en tiempo y forma. A nadie le importa las consecuencias de "antojos" atemporales, finalmente serán calificados como "daños colaterales" por unos y por "visiones fantasmales" por otros. La decisión implicó un daño que se esfumará en las rutinas de los "vinculantes" y los "vinculados"... Pero ha dejado en evidencia que más allá del genio imperante en el Silicon Valley, factores externos están en condiciones de extinguir el conocimiento y las comunicaciones humanas en mucho menos de un segundo. La inversión de los polos o una "extraña" tormenta solar pueden dejar a la humanidad a oscuras de sí misma, aislada en su propio conjunto, sometida a la oscuridad sin atenuantes o a un Sol de efectos insoportables, sin aires acondicionados, sin ventiladores de techo, sin agua, sin electricidad para encender una computadora o bien sin energía para recargar baterías. ¿Entonces?... hete allí la importancia del papel, del libro, de los rollos del Mar Muerto, del pensamiento reflexivo, del sentimiento impregnado en letras ciertas, no mediante teclas... Quien ha nacido con la tecnología contemporánea no estará en condiciones de dimensionar lo que expreso... sí lo podrán hacer los que han recorrido las experiencias comentadas... más allá de las aceptaciones, las negaciones, los despertares, lo descripto es real, preciso, factible o posible según la interpretación de cada quién. Cuando se perdía una carta padecían los extremos (remitente y destinatario)... la impersonalidad de la electrónica permite hoy burlar y burlarse: "lo envié" | "no lo recibí", o bien: "no anda internet", o bien: "silencio de conveniencias y oportunismos". Las generaciones actuales no tienen en sus mentes la capacidad de acostumbrar a sus ojos a la oscuridad de la noche cerrada, cosa que sí sabíamos aquellos que nos hemos criado en el campo abierto, desconociendo la importancia de la "lamparita", la llave para encender y apagar... la mayoría de las generaciones actuales no saben lo que es "ver con el alma", yendo más lejos que el propio sentido de las palabras... Si no ves con el alma, mucho menos lo harás con tus ojos. Entonces, que será de la humanidad expuesta a los extremos temporales?... aprenderá, aprenderá como lo ha hecho siempre, adaptándose, sobreviviendo y recomenzando. El hombre debe saber que la electrónica es parte de su final, no así de su comienzo, tampoco de su principio... no porque lo diga quien suscribe (el dispensador), sino porque las evidencias suelen ser inapelables más allá de los empecinamientos de los individuos... y dado que el quinto sol se está consumiendo para dar lugar al nuevo sexto sol, 4-ESPÍRITU su signo, cabe esperar que lo que debe suceder, finalmente, más tarde o más temprano sucederá, nunca en la víspera, sino ateniéndose a los designios del verbo causal, aquel que ha dado sentido y oportunidad al todo, y cuando digo al todo, incluyo a todos sin excepciones. Mayo 13/14, 2011 (el año quiché del no tiempo).-
"...antes se volaban los papeles... y el viento podía hacer estragos con el orden pensado... ahora, estamos a punto de sufrir un apagón sin regreso... el cambio de la polaridad de los átomos en la Tierra nos dejará sin memoria. ¿Estás preparado para ello?".

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