miércoles, 27 de abril de 2011

CREAR | CREARSE | RECREARSE | Ana María Matute: "El que no inventa no vive" · ELPAÍS.com

[1]
Ana María Matute: "El que no inventa no vive"
La escritora recibe de manos de los Reyes el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas
BORJA HERMOSO - Alcalá de Henares - 27/04/2011



Más breve, menos erudito, más cercano y sincero que discursos precedentes, el de la escritora Ana María Matute este mediodía en Alcalá de Henares, a la hora de recoger el premio Cervantes, ha calado en los asistentes. En presencia de los Reyes, el presidente del Gobierno y otras autoridades, esta frágil señora de 84 años ha desplegado una férrea y bella defensa de la invención como valor supremo en la vida. "El que no inventa no vive", ha aseverado Matute con convicción. Ella es la tercera mujer que recibe el galardón más prestigioso de las letras hispanas. Desde que fuera fundado hace tres décadas, también lo han recibido la filósofa española María Zambrano y la poeta cubana Dulce María Loynaz.

La cercanía de las palabras de Matute quizá ha quedado reforzada por el hecho de que la escritora no haya subido a la solemne cátedra plateresca del paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Sentada en una silla de ruedas, junto a una mesa baja, un halo de intimidad y ternura ha envuelto a las palabras de Ana María Matute mientras esta trazaba un ágil relato de su relación con la literatura: "la mía es una vida de papel".

La capacidad de ficcionar ha servido a Matute de abrigo en una existencia a la intemperie: "La literatura es el faro salvador de muchas de mis tormentas". Vivió la guerra civil con 11 años, cuando conoció "el terror y el odio" y el mundo se volvió de repente "del revés". Ingresó entonces Matute en "la generación de los niños asombrados" y comenzó a comprender la importancia de los textos que arrancan con un "érase una vez...". Matute, en su tierno discurso, ha salido en defensa también del cuento como género mayor.

La ficción funciona para la escritora catalana como territorio de salvación, una suerte de santuario donde parapetarse y en el que los personajes en cierta manera protegen al lector. "Si algún día se encuentran ustedes con mis historias, con mis criaturas, créanselas, porque me las he inventado", ha concluido Matute.

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[2] REPORTAJE
"Sin escribir no soy nada"
Ana María Matute, la tercera mujer que recibe el Cervantes en más de tres décadas de historia del premio, ensalza el papel de salvavidas de la literatura
J. R. M. - Madrid - 26/04/2011




Los días previos a la entrega del Premio Cervantes tienen dos tradiciones. La primera consiste en preguntarle al galardonado por el contenido de su discurso. La segunda consiste en que este responda con una evasiva. Ambas se cumplieron ayer en la Biblioteca Nacional durante el encuentro -otra tradición- entre la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y Ana María Matute, que mañana recibirá en Alcalá de Henares el máximo galardón de las letras españolas.

"Fundamentalmente, lo que haré será dar las gracias", dijo la escritora, que añadió que no había comparado su discurso con el de ninguno de sus predecesores. "Solo he mirado si había alguno tan cortito como el mío", aclaró. Aunque este año la ceremonia ha pasado -cosas de la Semana Santa- del día 23 al 27, otro clásico de estas fechas es hablar del Quijote.

Matute, que en julio cumplirá 86 años, lo leyó por primera vez a los 14: "Me aburrí muchísimo. No entendí nada". Más tarde, con 20 años e "instalada en escritora", volvió a leerlo. Ella era ya otra persona y la novela también parecía otra: "Me enamoró. Fue la primera vez que lloré leyendo un libro. Y no solo porque muere don Quijote, también por lo que se moría con él. Esa muerte trae consigo un desencanto".

Ana María Matute pasa sin perder la sonrisa de la silla de ruedas que empuja su hijo a apoyarse en una muleta que sirve de pareja al brazo de alguna de las autoridades. Ayer, la jornada en la biblioteca de la autora de Primera memoria tuvo también dos partes. Al encuentro con la ministra y la prensa le siguió una tertulia con Juana Salabert y Elena Medel presentada por Carmen Amoraga.

Por supuesto, se habló de la mínima presencia de las mujeres en el palmarés del Cervantes desde que arrancara en 1976: la filósofa María Zambrano (1988), la poeta cubana Dulce María Loynaz (1992) y la propia Matute, que llegó al coloquio con la respuesta ya dada a los periodistas. "Me gustaría que el premio tuviera larga vida y que lo ganaran muchas mujeres, pero también me gusta que lo gane un hombre que se lo merece". Cuando le preguntaron si su premio fue un acto de justicia fue igual de rotunda: "Yo no soy la persona indicada para decirlo. Injusto no ha sido, creo. Es como si me hubieran dicho: '¿Sabes? Esto a lo que te dedicas ha valido la pena. No has suspendido'. Pues yo tengo la sensación de que he aprobado la vida".

Cuando la sociología dio paso a la literatura, la homenajeada subrayó que, pese al tópico, la infancia no es el eje de su obra. "Es recurrente porque nos marca", aclaró, "pero hay otros temas que me hacen pensar y escribir: el amor-odio entre hermanos, la incomunicación, la soledad del hombre actual...".

La autora de Los Abel insistió en su felicidad, pero no dudó al afirmar que "a la literatura grande se entra con dolor y con lágrimas. Escribir es una forma de protesta siempre, un modo de expresar nuestro malestar en el mundo". De un largo dolor, dijo, salió con la ayuda de una de sus novelas más populares, Olvidado Rey Gudú: "Tuve una depresión mala y dejé de escribir. No me interesaba nada. Ese libro me salvó. Volver a escribir fue volver a ser yo misma. Sin escribir no soy yo, no soy nada".

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[3]
Ana María Matute: "Con 'El Quijote' lloré por primera vez leyendo un libro"
La escritora, premio Cervantes 2010, dice estar "muy nerviosa" ante la lectura de su discurso el próximo miércoles
EL PAÍS - Madrid - 25/04/2011


La escritora Ana María Matute (Barcelona, 1925) ha dicho hoy en rueda de prensa estar "muy emocionada, pero también muy nerviosa", ante la lectura, el próximo miércoles, de su discurso de agradecimiento por ser la galardonada con el Premio Cervantes 2010. En esta rueda de prensa, en la que ha estado acompañada de la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, ha dicho que su discurso será muy cortito: "No me he inspirado en ningún otro [discurso], solo he mirado si había alguno tan cortito como el mío", ha dicho a los periodistas.


Si bien no ha querido desvelar el contenido de lo que dirá el próximo miércoles, Matute ha explicado qué sintió la primera vez que leyó El Quijote: "Me lo hicieron leer por obligación con 14 años", ha explicado, "y sinceramente, me aburrí muchísimo, no entendí nada. Pero luego, con 20 años, ya instalada como escritora, lo volví a leer y me enamoré", ha explicado. "Fue la primera vez que lloré leyendo un libro, me dio una pena tan grande que se muriera el protagonista... Pero además, por lo que se moría, con ese desencanto, esa frustración por pensar que tu vida ha sido una pérdida de tiempo..."

Preguntada sobre su próxima novela, Matute ha explicado que recibir el Cervantes le ha retrasado en su escritura, pero que ya la tiene pensada. "Esto es como una cacería, la tengo en la red, pero todavía no he comenzado a escribirla", ha dicho. "Lo que sí estoy casi segura es que después de esto y un par de viajes que tengo que hacer me meteré en la novela del todo. Es como sumergirte en el mar o una piscina, de vez en cuando subes y respiras, pero pasas la mayor parte del tiempo abajo".

Desde 1976

Fallado por primera vez en 1976 -se lo llevó Jorge Guillén- el Premio Cervantes solo contaba con dos mujeres en su palmarés: la pensadora malagueña María Zambrano (1988) y la poeta cubana Dulce María Loynaz (1992). Pero Matute no ha querido dar importancia a esto: "Sí me gustaría que hubiera más mujeres premiadas, pero más que nada me gustaría que el premio fuera de muy larga vida, y se lo dieran a muchas mujeres y muchos hombres buenos escritores", ha dicho.

El Cervantes es el premio que le faltaba a esta escritora. Los ha tenido casi todos, dos nacionales de Literatura Infantil; el Nacional de las Letras (2007); el Nacional de Literatura y el de la Crítica por Los hijos muertos; el Nadal 1959 por Primera memoria; el Planeta 1954, por Pequeño teatro, e incluso el Ciutat de Barcelona 1966 por un relato maravilloso, El verdadero final de la Bella Durmiente.

En la rueda de prensa ha confesado que nunca ha leído un libro que no estuviese editado en papel. "Me encanta el olor del papel, pasar las páginas, el crujido de la página. De los otros no lo sé porque no he leído ninguno", ha dicho, y sin embargo ha explicado que cree que las nuevas tecnologías son positivas para el fomento de la lectura. "Mucha gente que ahora no lee quizás lo considere así más fácil y más cómodo. Pero a mí, que me dejen mis antiguallas".

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IMPERDIBLE
"Si ganara el Cervantes daría saltos" · ELPAÍS.com
"Si ganara el Cervantes daría saltos" · ELPAÍS.com



el dispensador dice: no importa cómo te reflejas en el espejo... importa lo que sientes de ti mismo, esto es cómo te reflejas tu mismo ante tu propia alma, cómo destella tu espíritu, cómo arde tu aura. El cuerpo es cuerpo, duele más o duele menos, caminas más o caminas menos, comes más o comes menos... ¿qué has pensado de tu vida antes de nacer?..., pensaste en la importancia del prójimo?, del otro?, o sólo pensaste en lo que harías contigo mismo como alma encarnada?, no, ya sé que no te acuerdas, pero eso es porque no te has acostumbrado a hablar con tu consciencia y a mirar a tu ángel a los ojos, sin tus ojos, mirándolo con el alma, tal lo que eras antes de venir al mundo humano. En el mundo humano hasy muchas almas que no son humanas, ni siquiera por asomo lo son, ni siquiera por somo lo serían, aún cuando tengan la forma de un ser humano... ¿Has llorado alguna vez leyendo un libro?, sí?, entonces sabes lo que es la esencia de la página, de la hoja, y entiendes el sentimiento que emana de la letra. Si no has llorado, aún estás a tiempo... no puedes irte sin haber derramado lágrimas sobre las hojas de un libro... llorar es parte de la creación, es emocionarse de lo hecho y saberse satisfecho, al menos por un instante, de ser parte de la creación. No te hablo de felicidad que es un sentimiento abstracto que no define nada en la vida, te hablo de este extraño estado de conformidad con uno mismo, que por extraño artilugio no te permite regresar a lo que has creado, a lo que has hecho. Si lo hecho lo está bien y acorde a tu idea, te verás obligado a dar un paso más hacia tu mañana necesario, dejándolo atrás a sabiendas que no volverás allí nunca más... de lo contrario quedarás encadenado, como el mejor o el peor de los Prometeos, encadenado a tu propio destino, ése que negaste cuando tuviste la oportunidad de no hacerlo. La vida es una idea, un alma implantada en un cuerpo durante un tiempo corto, suficientemente corto como para no acostumbrarse... luego debes irte, regresar a aquella idea de evitar lo denso y sus densidades. Aquella idea que trajo hasta aquí tu alma es algo semejante a un sintonía con el verbo, es crear... la gracia es creación a través de la cual te creas a ti mismo traducido en dones y talentos... y el paso por la vida es recrearse a cada instante, recordando que no eres más que espíritu, algo finito inmerso en la infinitud de tus propias letras... uno nace al escribirse, muere cuando deja de pensarse y estamparse en las páginas de su propio destino. Abril 27, 2011.-

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