viernes, 11 de marzo de 2011

GUARDO MI ESPERANZA


el dispensador dice: las noticias corren por el mundo electrónico informando acerca de la calamidad padecida por Japón y apenas ayer por China. Guardo mi esperanza que la humanidad despierte de su letargo de inconsciencias y asuma que la Tierra, nuestro suelo de vigilias y sueños, de tiempos respirables, de pasados ancestrales y de gestas convergentes de esfuerzos y voluntades, nos está padeciendo y por ende, se queja y da señales de su malestar. La Tierra no es nuestra propiedad ni tampoco tiene dueño humano alguno, aún cuando algunos de esos pocos se arrogue el derecho a poner fronteras, banderas, alambradas, muros o cualquier otro mecanismo para separar su pretendida realidad del resto de los mortales. La humanidad, ante su sexta era en la Tierra, merece más espíritu, más comunidad, comulgar más con su alma y con cuestiones ciertas que dan forma a los afanes de cada quién, dando forma a una sociedad que está demandando nuevos equilibrios, más justos, más equitativos, menos despreciativos, más cuidadosos con lo que nuestra casa (Tierra) nos proporciona. La Tierra demanda nuestra misericordia y nuestra compasión para lo cual se hace necesario nuestra comprensión... El hombre NO puede vivir en otro lugar que no sea aquel que nos fue concedido por el verbo causal y por el otro consecuente. El hombre NO puede vivir en Marte (ya lo hizo y arrasó dicho paisaje), tampoco en la Luna, ni en ningún otro sitio que no sea éste (Tierra). El hombre no puede repetir con el resto del sistema solar aquello que está haciendo aquí con su propio suelo, esto es diezmarlo para justificar economías inciertas y vanidades miserables envueltas soberbias ciegas. La Tierra no da para más y más allá, ningún otro planeta debe padecer a la condición humana... Nuestros ancestros dejaron legados precisos acerca de lo que no se podía y de aquello otro que no se debía. Este quinto SOL muestra a un hombre rodeado de comodidades pero simultáneamente ciego, sordo, y mudo para los valores genuinos... enseña a un hombre con un corazón que reniega de su propia alma. Guardo mi esperanza que la reflexión envuelva como pensamiento a esta Tierra donde los humanos transcurren sus gracias y provoque el desencadenamiento de una oración convocante de una nueva actitud y una nueva conducta. El imperio económico no está en condiciones de brindar nada más que zozobra y penurias a los muchos, a las gentes, a los miles de millones de personas que han pedido al Señor un tiempo de gracia para dejar las alas y colocar dichos espíritus en cuerpos. Si ello se niega, si aquello que fue pedido no se repeta, no deberá sorprendernos la ira de nuestro espíritu universal que bien sabe de equilibrios. Guardo mi esperanza que la humanidad se una en oración y dé lugar a un mañana posible para nuestras descendencias... por el contrario, de no ser así, asistiremos a una nueva y peor Atlántida y a una nueva y peor Lemuria, y ya en el portal se comprenderá que el sexto SOL, 4-Espíritu su signo no nos merece. Guardo entonces la esperanza que seamos merecedores de este nuevo SOL. Marzo 11, 2011.-

"... guardo mi esperanza que el hombre se recree de sus cenizas y dé crédito a su espíritu, a su ángel y a su consciencia, antes que el Señor decida regresar la estirpe al polvo". Amén.

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