miércoles, 30 de marzo de 2011

DE MENSAJES Y CONTENIDOS

el dispensador dice: existió una armonía entre el mundo de las ideas y el hombre, fue hace mucho tiempo, pero sus ecos aún resuenan en bibliotecas olvidadas, así como en documentos que recogen polvo antes que lecturas, textos que fueron motivación de autores y fuentes de lectores interesados en descubrir la esencia del sentido de las tradiciones y las herencias... los sabios se iluminan por una gracia angular a sus dones, un "algo" que los transforma en "observadores" que reflexionan sobre las esencias que dan significado y significancia a los tiempos, a las vidas, a sus huellas y a las sombras... las inteligencias, varios escalones por debajo, se nutren de aquellas guías que están siempre por delante de sus tiempos, avizorando la importancia de los ciclos y sus gestas, y la funcionalidad operativa de cada alma incluída en sus circunstancias, algo semejante a una ecuación imposible de alcanzar para la mente del humano que está de paso por la Tierra, pero que guarda un sentido divino que excede largamente las capacidades que se confieren más allá del paraíso... Así es que hubo un lapso de la convergencia tierra-hombre en el cual había portales abiertos hacia la eternidad y otros tantos que daban acceso a lo finito... hubo un sentido de sinfonía con las piedras, otro con los bosques, así geométricamente se diseñaban redes con el mundo visible y con el otro que nutre los "instantes", sea con vapores en forma de nubes, sea con electricidad estática que va interactuando químicamente con las neuronas y desde éstas con las miradas y los sentimientos, con lluvias que bendicen los días... la llave reside en que el hombre no puede (ni debe) replicarse a sí mismo, ya que forma parte de una fórmula mayor denominada universo donde nada nos pertenece, ni siquiera las herencias... pasamos por él para descubrir, observar, aprender y seguir andando... de allí la importancia de los sueños, de la esperanza, de las ilusiones y de la sintonía de los talentos. Nuestros ancestros, recién llegados de pesadas aventuras, recibieron el legado de sabios ubicados del otro lado de los portales, en su bisectriz..., conocimientos residentes entre humildades e inocencias que jamás se apropian de aquello que pertenece al gran concierto y sólo a él. Ninguna de las culturas ubicadas como cercanas a lo contemporáneo lo fueron en verdad... así es que los quichés, cultores de ciencias inimaginables comulgaban con sus ancestros lemures y sus otros atlantes, activando ejercicios mentales que el hombre ha perdido ganando cargas pesadas, propias de abandonar la filosofía del sentido común, anteponiendo mezquindades a la esencia del espíritu, desplazando el eje de gravedad de las auras de su propia alma para situarlo en altares de mármol o en figuras que no tienen capacidad para reemplazar el manto. En dicho concierto, sabios y profetas, profetas y sabios, legaron visiones precisas que ejemplifican el sentido de las cosas, el genuino, el puro, el que hace al foco del todo y que revela de manera casi naif, qué es y qué debe ser el uno para el otro, y el por qué hay SOLES quietos, otros fríos, algunos calientes, otros alterados y algunos que alumbran, proveyendo energías heladas que cobijan espíritus que tejen futuros y destinos bajo un suelo de hielos azules. Las profecías se contenían en los oráculos, saqueados por griegos y romanos... se conservaron hasta Massada y se convirtieron en cenizas con la inmolación de los últimos esenios, los que se ocuparon en preservar las fuentes dejándolas en grutas del moab, donde las tierras se han ido derrumbando según el hombre se ha ido alejando de su estirpe, ha ido perdiendo el sentido de su paso para tratar de correr tras el destino de los prójimos, envidiándole su huella. Más allá del moab, similares documentos en forma de códices, de papiros, de papel de arroz, de cueros apergaminados y de pergaminos latentes, fueron guardados en distintos lugares del mundo, de aquella Tierra olvidada, a efectos de posibilitar que en el momento de los portales y sus ventanas, las generaciones venideras logren hallar el sentido que las trajo. El sexto SOL, 4-ESPÍRITU su signo no es una casualidad, antes bien es causalidad simétrica al verbo del que proviene... ¿por qué los antiguos reconocían aquellos valores?, seguramente porque no renegaban de su suerte ni tampoco de su paso, no querían cambiar sus destinos... pretendían enriquecerlos sabiendo lo que significa la "oportunidad". Es importante la piedra, es importante el árbol, es importante la especie, porque convergen al sentido de los universos paralelos, de las dimensiones y sus asimetrías, de los agujeros de gusano y los túneles de luz que llevan y traen almas para que de esferas se expresen como espirales y de éstas regresen al estado de esferas, flotando por eternidades oscilantes. Aún cuando el hombre quiera despegarse de su esencia, ello es imposible porque es afín al sentido de la creación y sólo a él y está dicho que nada le pertenece ni en el aquí ni tampoco en el allá, estando obligado a guardar los "momentos" que evolucionan desde raíz, a tronco, rama, brote, flor, fruto, recreando las estirpes y sus anales. Las culturas antiguas reconocían que las gentes de hoy se arrastrarían por el suelo ya que debido a su densidad les sería imposible despegarse de él... justo en este instante donde los portales se están transformando en energía blanca, plenas de luz y armonías del manto del que proviene la raza humana, es necesario atender las señales, esas leves evidencias que despiertan ya no la curiosidad sino el alma... los duendes están saliendo de sus vertiginosas instantáneas para compartir este "instante" irrepetible con el ser humano, para brindarle su mano como último recurso ante los sucesos que están tomando cuerpo, que buscan desatarse para captar la atención de los espíritus, convocar almas y enaltecer auras. Dar atención es comenzar a andar una nueva senda, a transitar un nuevo camino hacia el infinito necesario ese que es doblez de su propio mañana, reflejo de pasados inexistentes y de futuros que jamás tendrán lugar. Tu mensaje está en tus sueños, atesóralos. No olvides que tus hijos, aquellos que devienen de tí, son apenas un doblez de tu destino... ése que aún no ha sucedido pero guarda su tiempo para hacerlo. Marzo 30, 2011.-
"...al hallar su portal, los sabios cruzaron el mismo encontrándose con su propio destino. No murieron. Sus cuerpos no quedaron ni en el aquí ni tampoco en el allá, ya que la ventana portalina concede el sentido y el criterio genuinos y propios de la luz de la cual provienen los conocimientos y sus sabidurías".

"...somos ideas que guardan el sentido del espíritu universal, sólo eso".

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