miércoles, 8 de septiembre de 2010

CARAVANAS


Hallazgo
Ruinas del antiguo Egipto en el desierto

Noticias de Ciencia/Salud: Miércoles 8 de setiembre de 2010 | Publicado en edición impresa

NUEVA YORK ( The New York Times ).- Durante las últimas dos décadas, John Coleman Darnell y su esposa, Deborah, estudiaron la zona desértica que se extiende al oeste de Luxor, Egipto, y descubrieron cerámicas y ruinas donde soldados, mercaderes y otros viajeros habían acampado en tiempos de los faraones.

Allí hallaron inscripciones consideradas uno de los primeros ejemplos de escritura alfabética. La Investigación de los Caminos del Desierto, proyecto de la Universidad de Yale dirigido por los Darnell, llamó la atención sobre el significado hasta ahora no apreciado de las rutas de las caravanas y los oasis durante la antigüedad egipcia. Pero hace dos semanas, el gobierno egipcio anunció el hallazgo más espectacular del proyecto: las ruinas de un asentamiento -aparentemente un centro administrativo, económico y militar- que floreció hace más de 3500 años a 175 kilómetros de Luxor. Hasta ahora, no se había hallado un centro urbano tan antiguo en el desierto.

En el oasis de Kharga, una hilera de casi 100 kilómetros de áreas con buen acceso al agua, encontraron restos de paredes de ladrillos, piedras de amolar, hornos, pilas de cenizas y moldes de pan, así como silos, edificios administrativos y talleres de artesanos. Esperan que el descubrimiento ayude a reescribir la historia de un período poco conocido del pasado egipcio.

HallazgoRuinas del antiguo Egipto en el desierto
lanacion.com | Ciencia/Salud | Mi?oles 8 de setiembre de 2010


el dispensador dice: existe un viejo (antiquísimo) dicho en el África Sahariana: "las arenas hablan, sólo sigue sus sonidos"... Indudablemente, dicha frase no tiene sentido en occidente ni tampoco puede ser comprendida por fuera de sus contextos. Sin embargo, la oración ha dado sentido a miles de años de caravanas que transitan el desierto sin perderse, siguiendo una brújula ancestral que se sustenta en sentidos mayormente extinguidos. En occidente podrá relacionarse con la posición del Sol, con las estrellas o las geografías, sin embargo en el desierto el suelo se modifica diariamente y nada es como parece, motivo por el cual permanecer con vida en un ambiente hostil, implica conocer "detalles", minucias que alientan a que los sentidos estén alertas. Se perdían las gentes "blancas" en el Paris-Dakar, pero nunca se han perdido las caravanas de camellos y tribus que viven en el desierto desde que dicho territorio no era tal, sino un vergel. El Sahara y sus subsistemas guardan todo tipo de sorpresas, desde restos de ballenas antidiluvianas, por ende restos de mares desaparecidos, meteoritos despedazados y medio ocultos bajo toneladas de arenas que cambian el paisaje todos los días, restos de asentamientos humanos de vaya a saber cuándo, y mucho más, todo inimaginable en las mentes de occidente, visiones que se chocan contra el edificio de enfrente y jamás se proyectan en un horizonte distante. Las arenas hablan y ello es verdad. Sucede que no son muchos los que interpretan su lenguaje. Quizás sea muy cierto aquello que establece algún papiro desmerecido por algunos estudiosos de las conveniencias de la historia, esos mismos que han tratado de abordar a las culturas antiguas bajo preceptos occidentales contaminados por siglos de deformaciones de los saberes universales, saqueando yacimientos arqueológicos, robando historias y reescribiendo antojos, profanando tumbas en nombre de una ciencia sin bases filosóficas... "cuando los nubios llegaron a los valles del Nilo para transformarse en una civilización, la egipcia, las pirámides, los templos, los oráculos y hasta la propia esfinge, ya hacía miles de años que estaban perdidas entre arenas". Ello revela que la historia es otra y que las páginas que refieren a los pasados, están lejos de las esencias de esos mismos tiempos. De allí que el hombre reescriba la historia según sus sueños o sus mezquindades, según sus sueños o sus limitaciones, distanciándose cada vez más de la verdadera, de aquella que transitaron quienes nos han precedido, siguiendo sus propios silencios, pero sin perderse. Septiembre 08, 2010.-

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