domingo, 1 de agosto de 2010

CARTA AL ROSARIO



el dispensador dice: te he visto en mis sueños, donde me has revelado tus milagros, las capacidades que contienes, tu esencia de ser puerta, ventana, umbral de dimensiones, uniendo la espiral de la vida, el ángel propio, al espíritu santo hecho consciencia individual, con las esferas que rigen los equilibrios de ese otro lado que llamamos paraíso, allí donde está mi madre, la disparadora de mi vida que partió a mi llegada... donde está mi padre, un alma andante y luchadora sumida en silencios intangibles... allí donde moran mis afectos genuinos. Gracias por revelarme el sentido de la misericordia, ya que ésta contiene el potencial de la vida en aquel mundo donde no hay tiempo ni tampoco aires... Gracias por enseñarme el sentido de la compasión, donde cada acto habilita una flor en los jardines del señor. Cada cuenta es un peldaño de una escalera que comunica el alma mediante un hilo de plata invisible que funciona al modo de un cordón umbilical, imprescindible para transitar la vida. No lo vemos, pero nace en nuestra frente y llega al cielo, y tu me has llevado de ida y vuelta en cada oportunidad que los cielos han debido abrirse... cuando partimos, este hilo es recogido guiando al espíritu nuevamente a su morada de eternidades... así como cuando nacemos, este hilo se desenrolla para bajarnos a la matriz. Pero la escalera de la oración sólo funciona si ésta se expresa con FE auténtica, y sus gracias se aplican tanto al aquí como al allá, alcanzando todos los ámbitos del universo. Gracias también por haberme explicado cómo funcionas enlazando las esencias de la vida con el destino individual, ese que es escrito en el libro de la vida, antes de ser engendrado... ese mismo que es fruto del árbol de la vida, ése que es raíz de raices, rama de ramas, brote de brotes, hoja de hojas, situado en el centro del jardín de los ancestros. Gracias por explicarme el por qué nunca se debe orar con una representación tuya confeccionados con elementos inertes, de allí que cargue con los tres rosarios hechos por almas puras, usando las semillas que los árboles de la selva liberan para unir sentimientos con afectos. Gracias por hacerme comprender por qué abres los tiempos cerrando los abismos, y al mismo tiempo por qué abres los cielos dando fin al paso respirable... gracias, en nombre de la humanidad. Por último, dado que nadie puede ignorarte como tampoco prescindir de ti, más allá de los cultos, quiero expresarte mi eterno agradecimiento por haberme habilitado a comprender la esencia que contienes uniendo a los espíritus de la luz, esencia que no debe ser razonada, tampoco reflexionada, mucho menos pronunciada, apenas asumida como propia, bendición de bendiciones. Gracias. Agosto 02, 2010.-

DEDICADO A: los que nacen con cada oración...


"anímate, sube esta escalera, hazlo tantas veces como tu consciencia lo indique..."

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