domingo, 18 de abril de 2010

"Me gusta contar los argumentos que ofrece una historia fascinante como la nuestra"


| OTRA PERSPECTIVA. O’ Donnell dice que rescata personajes a los que la historia no ha tratado con justicia. LA GACETA/ARCHIVO

CICLO LA GACETA| PACHO O'DONNELL

"Me gusta contar los argumentos que ofrece una historia fascinante como la nuestra"

Domingo 18 de Abril de 2010 | Para reconstruir el pasado de los argentinos, Pacho O' Donnell conjuga la pregunta psicoanalítica con la pasión del narrador. El historiador, dramaturgo y psicoanalista hablará de "Los antecedentes de mayo", el martes, en el Centro Cultural Virla. Un crítico de la Argentina unitaria


" El centralismo porteño, en su origen, se materializó cuando a partir de Mayo se consideró con derecho para posesionarse de la aduana y por ende de los únicos recursos significativos de las entonces Provincias Unidas. Ello condenó a las provincias a la miseria y al atraso y ése fue el motivo del surgimiento de los caudillos que expresaron la rabia federalista", afirma Mario "Pacho" O’Donnell, en su interpretación de una historia argentina que continúa signando al Presente.

De este tema - entre otros - hablará el martes O’Donnell, en el Virla, en el ciclo de LA GACETA. A las 20.30, el historiador, psicoanalista y dramaturgo hablará de los "Antecedentes de Mayo", y será presentado por Carlos Páez de la Torre (h).

- El "bicentenario" se puso de moda, y hay una vasta producción que intenta mostrar aspectos novedosos de la revolución de mayo. ¿esa moda puede llegar a banalizar la mirada historica?

- El revisionismo histórico es una corriente historiográfica respetable cuya propuesta es devolver a nuestra historia aquello que no fue investigado o que le fue escamoteado, y su perspectiva es diferente, pero no opuesta, a la de la historia oficial, la que escribieron los vencedores de las guerras civiles, los liberales, como se rebautizaron los unitarios. El revisionismo "lee" la historia desde una perspectiva nacional y popular, muy próximo al ideario peronista fundacional, y su mayor antecedente fue Alberdi en su conflicto con Sarmiento y su adhesión a la Confederación provincial de Urquiza en contra de Buenos Aires. Años más tarde quien mejor desarrolló la historiografía revisionista fue José María Rosa con su formidable Historia Argentina en once tomos. El fuerte interés que esta corriente ha despertado en los últimos tiempos en nuestra Argentina ha generado desviaciones quizás inevitables pero lamentables. Una de ellas es la que usted bien señala: una obsesión por aspectos desconocidos de nuestra historia, si no se los encuentra se los inventa. Una tendencia "amarillista" hacia el chisme que revelaría, supuestamente, intimidades de nuestros próceres: vicios, tendencias sexuales, conflictos sentimentales, etc. También un encendido "antimitrismo" que falsea y banaliza el ciclópeo trabajo de quien dio cuenta de momentos fundamentales y lo hizo fundando la historiografía moderna argentina.

- En "Los héroes malditos", usted exhuma a sectores a los que la historia oficial no les ha dado mucho lugar. Cuáles son sus "malditos favoritos"? ¿por qué?

- Llamo "malditos" a aquellas mujeres y aquellos hombres a quienes nuestra historia consagrada no les ha dado el lugar que se merecen. Un "maldito" es José de San Martín a quien a regañadientes se le ha concedido el indiscutible e lugar de prócer máximo pero mutilando su ideario y pensamiento. Si le preguntamos a un ciudadano común acerca del Libertador, nos dirá que cruzó los Andes, recordará el nombre de las batallas que libró, ; pero no podrá hablar de sus proyectos políticos, de lo que ambicionaba para Argentina y para América. ¿El motivo? San Martín tuvo serios conflictos con los gobiernos porteños, Rivadavia y Alvear fueron enemigos declarados. Además Buenos Aires nunca le perdonó que no cumpliera con la insensata orden de Rondeau, Director Supremo, de regresar con el Ejército de los Andes, abandonando la campaña del Perú, para defender a Buenos Aires del acoso de los caudillos Estanislao López y Francisco Ramírez. Don José fue obligado al exilio en 1824 cuando los "decentes" porteños temieron que se erigiera en el jefe del proyecto constitucional federalista que promovía el caudillo cordobés Bustos. Tampoco fue aceptable la excelente relación San Martín con Juan Manuel de Rosas, al punto de que al morir le legó su sable. Consecuencia: sus restos tardaron treinta años en ser repatriados. Otro "maldito" es Alejandro Heredia, un caudillo tucumano que desmiente la versión que la historia consagrada se ha empeñado en dar de los jefes federales, describiéndolos como bárbaros, crueles e ignorantes. Heredia provenía de una familia de alcurnia y tenía una ecuación infrecuente en aquellos tiempos: era graduado universitario y dominaba el latín. Como gobernador, a pesar de las dificultades de la guerra fratricida, hizo una gestión progresista e incorporó a varios unitarios en un inútil gesto de conciliación. Fue asesinado en una ominosa emboscada y nuestra historia se ha compadecido más de su verdugo, Marco Avellaneda, que de Heredia.

- ¿Qué le aportan su mirada de psicoanalista y de dramaturgo a su reflexión sobre la historia?

- Soy propenso a indagar las motivaciones personales; por ejemplo en el caso del Che me intrigaban los condicionantes básicos, infantiles, que forjaron una personalidad tan particular. De allí la importancia que le dí a su asma y a la relación son su madre, factores íntimamente relacionados entre sí, ya que el vínculo entre madre e hijo era tan estrecho que lo asfixiaba. Por otra parte el germen de su ideología pude rastrearlo en su infancia en Alta Gracia, adonde se radicó su familia a causa de su asma rebelde. Allí buscaron refugio varios "rojos" exiliados de la Guerra Civil española que hicieron estrecha relación con los Guevara. En cuanto al teatro o a la literatura, me gusta "contar" y desarrollar, investigándolos, los maravillosos argumentos que ofrece una historia fascinante como la nuestra. Eso hace que mis libros puedan leerse sin el empaque de la árida pseudociencia.

- ¿ Por qué la Argentina es tan poco federal?

- Porque vencieron los unitarios en una contienda que no terminó en Caseros sino que se extendió hasta la guerra de la Triple Alianza. Nuestra patria se organizó según el interés de los vencedores, la oligarquía librecambista porteña, quien definió su proyecto en el dilema sarmientino "civilización o barbarie". Civilización era Europa y su espejo argentino, Buenos Aires y su puerto. Lo bárbaro eran las provincias, los federales, la "chusma", las tradiciones cristianas, hispánicas y criollas. El centralismo porteño, en su origen, se materializó cuando a partir de Mayo se consideró con derecho para posesionarse de la aduana y por ende de los únicos recursos significativos de las entonces Provincias Unidas. Ello condenó a las provincias a la miseria y al atraso y ése fue el motivo del surgimiento de los caudillos que expresaron la rabia federalista. El centralismo, cuando se produjo la capitalización en el interregno de los gobiernos de Avellaneda y Roca, se trasladó al Poder Ejecutivo nacional, no casualmente instalado a orillas del río de la Plata, que hoy cuenta con recursos y leyes para condicionar a las provincias y si lo considera necesario, extorsionarlas.

Perfil
Nació en Buenos Aires. Médico, se especializó en psiquiatría y psicoanálisis. Profesor invitado en la UBA y en la Universidad de Bilbao. Escritor, dramaturgo, historiador, fue Secretario de Cultura de Buenos Aires y de la Nación, Senador nacional y embajador en Panamá y en Bolivia. Fue condecorado con la Orden de Isabel la Católica (España) y con las "Palmas Académicas" (Francia).
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Madre eterna, protege a tus hijos en las horas por venir... Hágase tu voluntad, hoy y siempre... Abril 18, 2010.-

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