viernes, 16 de abril de 2010

LOS SEGUNDOS...


"existe un abismo entre el abrazo y el sentimiento genuino"

Evangelio: Juan 6,1-15
"Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron"


En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: "¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?" Lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: "Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo." Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: "Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?" Jesús dijo: "Decid a la gente que se siente en el suelo." Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: "Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie." Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: "Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo." Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

el dispensador dice:
al amanecer de aquel día,
los ojos se dirigieron al horizonte,
buscando la frescura del amanecer,
pero inquiriendo por algo más,
algo semejante a un milagro,
una señal que alentara a sus almas,
a despegar hacia el mañana...

asomándose los reflejos,
sin atender a las luces, ni siquiera a los destellos,
aparecieron unos cirros llamativos,
dibujando hilos, vínculos, uniones,
el sentimiento de los observadores,
recibió una sensación, que en verdad era un mensaje,
"atiende tu hoy, que mañana aún no llega"...

en algunos invadió la desazón,
mientras que en otros se agrandó el corazón,
para los primeros no existía razón,
para los segundos, alguien había atendido,
mostrando comprensión y compasión,
así las mentes resignadas asumieron su día...

unos sumergidos en sus propios abandonos,
otros atendiendo que habían sido reconocidos,
sin embargo, el mensaje había sido uno solo:
"sólo se puede ser rey de la propia alma".
el dispensador: sapiencias de la gracia de elegir y ser elegido. Abril 16, 2010.-
DEDICADO A: los segundos.




Madre eterna, protege a tus hijos en las horas por venir... Hágase tu voluntad, hoy y siempre... Abril 16, 2010.-

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