martes, 9 de marzo de 2010

la deuda original


Evangelio: Mateo 18,21-35
"Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará"


En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?"

Jesús le contesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.

Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."

el dispensador dice:
¿dónde se inicia una deuda?
existen deudas de gratitud,
existen deudas de conducta,
existen deudas de amistad,
existen deudas de amor,
existen deudas de sentimientos,
y todas pueden resolverse de manera simple,
con el asentimiento de la eternidad,
comprendiendo que la deuda de hoy,
se compensará con la ayuda que llegará mañana,
algún día, más adelante, siempre, nunca...
asumiendo que aquello que se brinda desde el alma,
no es en realidad una deuda, sino por el contrario,
un deber de vida para con el prójimo.

¿cómo se entiende una deuda?
cuando la deuda es de dinero,
por bienes u otras razones,
ya no cabe el alma, mucho menos el espíritu,
tampoco lo hace la calidad humana,
porque en realidad dicha deuda es propia de una circunstancia efímera,
avalada por la condición humana,
lejana de la universalidad divina,
distante de los valores genuinos,
lejana de las esencias ciertas,
en las antípodas de las verdades eternas...

la deuda de dinero,
humilla al deudor,
enaltece al acreedor,
pero desmerece a la gracia de la vida,
destruyendo a la comunidad,
quebrando sus puentes,
cortando el hilo de plata que une a las almas.

cuando la deuda rompe el futuro,
cuando la deuda somete a las partes,
cuando la deuda nubla las razones,
cuando la deuda cierra los espíritus,
cuando la deuda ahoga los sentimientos,
cuando la deuda quiebra la esperanza,
cuando la deuda pulveriza la ilusión,
curiosamente, muy curiosamente,
somete el destino de las partes,
deudor y acreedor,
a una deuda mayor por haber transgredido,
aquella deuda original del hombre con su creador,
la deuda de la GRACIA por la VIDA.
el dispensador: viendo lejos. Marzo 09, 2010.-
DEDICADO A: los que no comprenden el sentido esencial de la deuda, cualquiera sea.

Recuerda que los imperios caen por sus propias deudas... Recuerda que el dinero acumulado en las cajas de las vanidades no alcanza para pagarle al creador la gracia de la vida...

No hay comentarios: