martes, 16 de marzo de 2010

el regreso de las fuentes...


Primera Lectura: Ezequiel 47,1-9.12
"Vi que manaba agua del lado derecho del templo, y habrá vida dondequiera que llegue la corriente"


En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo. Del zaguán del templo manaba agua hacia levante -el templo miraba a levante-. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar. Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho. El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia levante. Midió mil codos y me hizo atravesar las aguas: ¡agua hasta los tobillos! Midió otros mil y me hizo cruzar las aguas: ¡agua hasta las rodillas! Midió otros mil y me hizo pasar: ¡agua hasta la cintura! Midió otros mil. Era un torrente que no pude cruzar, pues habían crecido las aguas y no se hacía pie; era un torrente que no se podía vadear. Me dijo entonces: "¿Has visto, hijo de Adán?" A la vuelta me condujo por la orilla del torrente. Al regresar, vi a la orilla del río una gran arboleda en sus dos márgenes.

Me dijo: "Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente. A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales."

el dispensador dice:
cuando en el escenario divino,
donde reinan el orden y la armonía,
se observa la necesidad de rectificar el momento,
aparecen repentinamente fuentes de aguas prodigiosas,
nunca antes vistas, jamás apreciadas,
y así como así, las aguas curan la senda del enfermo,
llevando la sanidad a los destinos designados...

el milagro se ha repetido infinidad de veces,
bendiciendo a las culturas elegidas,
corrigiendo las sendas erradas,
devolviendo salud a quienes guardan una pizca de FE en sus espíritus,
la suficiente como para aceptar el sentido del milagro,
asumir la curación sin descubrir la esencia de una eventual segunda oportunidad...

el que es bendecido suele entender,
que era un deber de "alguien" el bendecirlo...

el que no lo es, se aleja del milagro,
entendiendo que no ha sido atendido,
cuando aún lo pensaba merecido...

las fuentes originales guardan propia entidad,
también sus milagros, el sentido de los mismos,
sus momentos y sus destinatarios...

el destino se corresponde con sus fuentes,
y estas últimas siempre conducen hacia su destino.
el dispensador: momentos elegidos... Marzo 16, 2010.-
DEDICADO A: los que saben distinguir las aguas benditas de aquellas otras...


ahora viene el tiempo en que brotarán las fuentes,
milagros nuevos para una nueva era,
plena de espíritus entregados a la FE,
suelos nuevos, nueva luz, sinfonía de sintonías...

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