viernes, 26 de febrero de 2010

palabras en el espejo


el dispensador dice:
este mensaje quedó establecido para el día 26 de febrero, pero por motivos del éter no fue plasmado ya que algo me impulsó a dejarlo para el día siguiente... pero el sábado me fue imposible ingresar al servidor de internet. Curiosamente todo el sistema de comunicaciones del conosur colapsó entre las 03.00 am de Chile y las 12.45de Argentina, oportunidad en las que la tierra tembló destruyendo todo a su paso, por extraño artilugio del destino que las ciencias no acaban de desentrañar, mucho menos desvelar, ni siquiera intuir.

lo que iba a escribir se relacionaba con las señales que se están diseminando por la Tierra, informándonos que las asimetrías humanas que repudian la vigencia del reino que llamamos naturaleza no da para más...

pero la causalidad es más imperativa que la intencionalidad de toda la raza humana en su conjunto y así fue que los hechos superaron a mi intención, enseñando que el poder de aquello que no vemos pero está, subyace bajo nuestros pies, tiene capacidades para modificar nuestras realidades, nuestros destinos, los paisajes vivibles y los intuibles, superando nuestros asombros y reclamando nuestros respetos.

de hecho, para la naturaleza las expresiones humanas son algo semejante a un castillo de arena, se ve hermoso, quizás majestuoso, pero ante las fuerzas desatadas, las no-armónicas, no significan nada... pudiendo borrarnos de la faz de la Tierra en menos de un segundo cataclísmico.

esta década se ha iniciado con variadas temibles enseñanzas de las que la mayoría no ha tomado absolutamente nada, a efectos de mostrar nuevas soberbias y mayores desprecios. Sin embargo, lo acaecido está allí a la vista de quien lo quiera ver, más aún, disponible para atender el mensaje intrínseco...

en escasos días la naturaleza nos ha pronunciado su propiedad, indicándonos que ninguna generación humana es, ha sido, ni será dueña de nada ya que todo aquí es prestado por un lapso ínfimo y que nuestra finitud es incluso propiedad de ella, la naturaleza cuya potestad es universal, equidistante y responde a cosas que estamos lejos, lejísimo de conocer.

cuando se produjo el sismo de Salta a las 12.45 horas del sábado próximo pasado sentí que la Tierra se revolvía bajo mis pies... además de una sensación íntima, lo percibía con claridad en mi alma. Dicha sensación y sentimiento duró por al menos el tiempo de las temibles réplicas y perdura hasta hoy (se sucedieron varios sismos hasta incluso ayer a media mañana).

Salta tiene un pacto con Dios por los sismos de hace varios siglos atrás, pacto que dio origen al MILAGRO... pero dicho pacto se va transformando en un simple recuerdo y apenas un homenaje por cosas de otros tiempos para aquellos que no vivieron el sentido original de las circunstancias que le dieron lugar, tiempo, y espacio en la oración.

el milagro debe ser reverenciado cada día, debe ser revivido con oración sincera, humilde y humillante porque los designios están por sobre nuestras vidas, las de todos, ricos, poderosos, pobres, marginados, excluidos, amados y despreciados... no importando el culto ni la imagen sino la acción, la conducta esencial ante la importancia del pacto...

el pacto demanda eternidad y la eternidad demanda entrega sin condiciones, sin fechas humanas, sin impedimentos que excusan lo inexcusable... es tiempo de revelaciones y por ende de entrega a la oración, ya que mañana, tu mañana, puede ser tarde...

por mi parte, no sólo creo en los pactos de eternidad, además, los cultivo con una fe que está más allá de las cuestiones cuestionables, por ende lejanas de las actitudes mezquinas... todos nosotros pertenecemos a una esencia llamada Dios. No asumir eso es no comprender el sentido de la vida.
el dispensador: revelando los sentimientos de la madre tierra y sus espíritus eternos. Febrero 26, 2010 y Marzo 02, 2010.-


cuidado, mira tus palabras en el espejo

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