miércoles, 4 de noviembre de 2009

efímero...


Evangelio: Lucas 14,25-33
"El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío"


En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: "Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.

Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar." ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío."

el dispensador dice:
la vida tiene un comienzo en el llanto
que induce la respiración...
la vida tiene un final donde ya no estas en capacidad de retener tu alma en aquello que fue tu cáscara...
la vida, finalmente, es efímera...
pero el espíritu genuino no lo es,
permanece por siempre...
ganar el cielo no es un simple crédito,
ganar el cielo es "pensar" la vida
construyendo lo justo y necesario para transitarla,
pero abriendo las manos para asir otras,
poniendo el hombro para sostener a otros,
apropiando las circunstancias propias a favor del prójimo...
ganar el cielo no es "ser elegido",
ganar el cielo es un "deber de vida"
que exige no pronunciar jamás aquello que no debe ser dicho,
que exige pensar siempre en el "otro",
sin perder el rol que le cabe a cada destino...
lo que construyas aquí se estampará en el aire...
donde las huellas no se ven, aunque están ciertamente...
cuando te vayas, los que sigan usarán aquello que entiendan como conveniente para sus propias vidas...
pero la esencia de los tiempos respirables se extingue en la muerte...
que deja lugar a la presencia de otros en los ríos de sangre que bajan desde el árbol de la vida, sumando herencias que deben nacer para ocupar espacios que suman a los que han antecedido en el libro de la vida...
seguir la FE...
es subirse al espíritu propio,
y simplemente, dejarse llevar.
el dispensador: arrojando mochilas innecesarias. Noviembre 04, 2009.-
DEDICADO A: los que sólo se transportan a sí mismos...

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