sábado, 24 de octubre de 2009

UNAM... el ejemplo del silencio


Sin ciencia propia, un país maquilador: Narro
La UNAM recibió ayer en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias en el rubro de Comunicación y Humanidades de manos de Felipe de Borbón, quien expresó que sin la existencia de la Universidad Nacional la sociedad mexicana sería mucho menos próspera y vital.


Sábado, 24/10/2009 - 05:22

Felipe de Borbón y su esposa Letizia con José Narro, rector de la UNAM. Foto: Felix Ordóñez/ReutersSin la Universidad Nacional Autónoma de México su país sería menos próspero y vital”, expresaba en su discurso el príncipe Felipe en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2009 donde la Universidad fue galardonada en la categoría de Comunicación y Humanidades. El heredero de la corona española también destacaba que la UNAM no solamente ha contagiado a la sociedad mexicana, sino a toda Iberoamérica el culto a la justicia, la tolerancia y la democracia.

Los asturianos celebraron ayer su mayor fiesta cultural del año mirando pasar jubilosos y rumbo al Teatro Campoamor de Oviedo cada uno de los automóviles que transportaban a los premiados e invitados especiales, entre ellos varios ex rectores de la UNAM, como Juan Ramón de la Fuente y José Sarukhán, académicos y personajes de la cultura mexicana.

En su discurso, el príncipe Felipe expresó que la UNAM “ha contribuido decididamente a vertebrar, abrir y modernizar una sociedad que sin la existencia de la UNAM sería, sin ninguna duda, menos próspera y mucho menos vital”.

Además, el sucesor de la corona española destacó que la UNAM “ha contagiado a la sociedad mexicana y a la de muchos otros países iberoamericanos el culto a la justicia, a la tolerancia y a la democracia”.

Felipe de Borbón tampoco quiso pasar por alto que “en España nunca podremos olvidar la enorme generosidad de la UNAM con muchos de nuestros compatriotas, mujeres y hombres que, tras la Guerra Civil, se vieron obligados a exiliarse a tierras americanas en condiciones difíciles y amargas. Les ofreció aulas, sus publicaciones, sus institutos de investigación y toda clase de ayudas que contribuyeron a que estos ‘españoles del éxodo y el llanto’ como los llamó uno de ellos pudieran rehacer sus vidas”.

Al tomar la palabra, José Narro, rector de la UNAM, agradeció el premio en nombre de la comunidad universitaria por reconocer el trabajo académico y el compromiso social de la institución.

“El premio que se otorga a la Universidad es una gran motivación para reafirmar nuestro compromiso con la educación y las causas de la sociedad. Para el ser humano siempre ha sido importante, pero ahora es fundamental. Se trata de un aliciente que fortalece nuestro compromiso con la calidad de la educación y con las causas y necesidades de la sociedad”, expresó.

Enseguida, criticó “el desinterés de algunos en la materia (educación), como que en muchos sitios no sea una prioridad o que se le escamoteen los recursos para su generación y transmisión. Sin ciencia propia, sin un sistema de educación superior vigoroso y de calidad, una sociedad se condena a la maquila, a la medianía en el desarrollo”.

En este sentido, el rector señaló que resulta indispensable reivindicar el derecho a la educación. “Como bien público y social, la educación superior debe ser accesible a todos bajo criterios de calidad y equidad. Por eso duele que en el mundo de hoy, con sus grandes desarrollos, vivan cerca de 900 millones de personas que no saben siquiera leer y escribir”.

En su breve discurso, que se caracterizó por lo crítico y la defensa a la educación, Narro subrayó que frente al éxito quimérico, el egoísmo, la corrupción o la indiferencia, el mejor antídoto son los valores laicos de ayer y siempre.

“Por esto, la crisis que enfrenta la población mundial requiere de una revisión a fondo de los valores que transmitimos a los jóvenes (…) aprovechemos el fracaso del sistema financiero, para proponer nuevos esquemas de desarrollo que permitan a los jóvenes recuperar la esperanza en un futuro más alentador. El gran reto consiste en alcanzar un progreso donde lo humano y los social sean lo importante”, finalizó.

Institución de “decisivo influjo”

La UNAM fue galardonada por ser “desde hace cien años un modelo académico y formativo para muchas generaciones de estudiantes de diversos países y por nutrir el ámbito iberoamericano de valiosísimos intelectuales y científicos”.

En el acta del jurado se reconoció a la UNAM su “decisivo influjo” que ha permitido “crear una extraordinaria variedad de instituciones que amplían el mundo académico y lo entroncan en la sociedad a la que sirven”, además de que “ha impulsado poderosas corrientes de pensamiento humorístico, liberal y democrático en América”.

La candidatura al premio fue propuesta en febrero por Carmelo Angulo Barturen, embajador de España en México. Entre los más de mil 500 apoyos recibidos se encuentran los Premios Príncipe de Asturias Francisco Bolívar Zapata, Marcos Moshinsky, Ricardo Miledi, Antonio García Bellido, Pablo Rudomín, Carlos Fuentes y el Colegio de México, además de los escritores Gabriel García Márquez y Enrique Krauze, y los rectores de las universidades de Sevilla, Granada, Barcelona, Valencia, Alcalá, Carlos III, Autónoma de Madrid y Málaga.

Los otros premiados fueron: Norman Foster (Artes), la OMS (Cooperación Internacional), David Attenborough (Ciencias Sociales), Martin Cooper y Raymond Samuel Tomilson (Investigación Científica y Técnica), Ismail Kadaré (Letras), Yelena Isinbayeva (Deportes) y Berlín (Concordia).

Oviedo/José Antonio López

abrir aquí: cuando escribí mi primera tesis en 1976 (publicada finalmente por Nebai-Buenos Aires y distribuida por Hachette-France) recibí un apoyo inimaginable desde México, en particular de la UNAM, y de Mérida (Yucatán)... ello, es apenas una muestra de la calidad que guardan las instituciones académicas de México, no por lo recibido por mí, sino porque siempre están abiertos a acompañar iniciativas que desarrollen el mundo de la cultura, las letras y las ciencias. Desde la década del setenta hasta hoy el pensamiento científico tanto como las expresiones culturales han ido evolucionando hacia nuevas y distintas formas de expresión, otros métodos, mejores y/o distintos procesos, aportes al ideario social... esa energía que no se ve pero ciertamente está, en un extraño estado cinético de empujes y ventanas hacia al mañana necesario, las sociedades con identidad ancestral toman entidad ocupando los huecos que dejan aquellos que solamente saben desconocer las tradiciones... la UNAM es un buen ejemplo de lo que se debe hacer... Octubre 24, 2009.-

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