lunes, 26 de octubre de 2009

más acá de la alambrada

foto La Gaceta
Evangelio: Lucas 13,10-17
"A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?"


Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad." Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: "Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados." Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: "Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo llevaba a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?" A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.

el dispensador dice: el milagro llega cualquier día, a cualquier hora, justo cuando se debe producir, nunca antes, nunca después... el sentido último del milagro no necesariamente debe ser desentrañado por quien lo espera, tampoco por los espectadores, ni siquiera por aquel que lo pidió... ya que el milagro confluye sobre aquello que debe ser modificado. Lo esencial es aceptarlo, asumirlo como tal y luego, fundirse en él dando gracias por aquellas recibidas. Para el milagro que desciende, no hay días, tampoco tiempos, apenas circunstancias apropiadas que lo justifican... pero si luego de producido, reniegas de él, las convergencias generarán un agujero negro de energías que absorberán nublándote la mente, los ojos, el alma, para fundirte en el desconcierto. Cuando el milagro te alcanza, simplemente acéptalo como tal y da gracias. Es suficiente... ve hasta la alambrada, asómate al mundo y en tu mente pronuncia la palabra: "gracias", "gracias Señor"... él, no necesita de estridencias, tampoco de templos, sólo de tu reconocimiento sincero. Octubre 26, 2009.-

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