miércoles, 29 de abril de 2009

sumando visiones... luces y sombras de miniaturizonia


caminando por la vida,
transcurriendo los días,
desde niño ves cosas que luego olvidas en la confusión que proviene de los adultos...
todo aquello que es mágico y tangible,
se va transformando en un recuerdo, nostálgico, muchas veces melancólico...
el mundo adulto se apega a rutinas densas, progresivamente, de menor a mayor,
olvidando la importancia de la perspectiva y los tonos,
de los colores primarios y de los compuestos,
los contrastes y las profundidades...
los días se van espesando, al tiempo que la mochila del espíritu se carga de cosas inútiles... que serán vistas como tales (inservibles) cuando cruces el umbral que mueve el regreso al "no tiempo".
allí te darás cuenta que tus hijos pelean cruelmente por tus esfuerzos y desvelos, que ni siquiera forman parte de los suyos...
allí asumirás finalmente que el amor hecho costumbre abandona el sentido de la compañía y que efectivamente el sexo poco o nada tiene que ver con el amor verdadero... el sexo sacrifica el vínculo y resta el sentido último de compartir los tiempos y las circunstancias, tornando la vida en un combate sin fin...
cuando regresas la mirada, el tiempo se ha llevado las oportunidades y tú, tú no entiendes por qué cualquier cosa desencadena un conflicto, mentiras, engaños, burlas, o desprecios entre personas que supuestamente se querían... ¿se querían?, no, quizás mejor, se soportaban, tolerándose las miserias no del todo expresadas, no muy claras... apoyándose en un vínculo apenas virtual, útil para las fotos, pero inútil para la vida misma.



recuerdas con afecto desmedido a los duendes que acompañaban tu llegada a este mundo, amigos invisibles a los adultos pero tocables para tí, compartiendo esos extraños momentos que mezclan lo que fue antes de nacer y el nuevo ahora, el del tiempo respirable...
¿cuánto tenían que ver con la voz de la conciencia?...
¿cuánto con enseñanzas básicas de una realidad caótica?...



allí descubres que los capullos guardaban el conocimiento alquímico de la vida,
en los perfumes estaban las esencias que hacen a la química de la vida,
a la combinación de los tiempos,
todo aquello que contiene los sentidos olvidados...
esa rara mezcla de ingredientes que hacen de la vida algo hermoso y también tedioso,
intenso y lento de manera simultánea...
donde apenas un segundo puede demorar una eternidad...
o bien una eternidad esfumarse en menos de una fracción de segundo...
sin darte siquiera la oportunidad de entender el por qué de dicha verdad...
y así te vas alejando del mundo de las ideas para acercarte al otro,
el de los escudos... cuando,



cuando finalmente descubres que tu esencia,
la verdadera, quedó perdida en aquel bosque del que apenas tienes un pálido y triste, nostálgico recuerdo.
el dispensador: recreando tiempos. Abril 29, 2009.-
DEDICADO A: todas las mascotas que acompañan nuestros días sin reclamarnos nada.

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