sábado, 18 de octubre de 2008

CONFLUENCIAS

Título:
CONFLUENCIAS
Autor: Atle hon Atlán Mol [VNCM]
País: ARGENTINA, Provincia de Salta
Enero de 2006



VENTANA
Estoy recostado sobre una cama dura, de cemento. El cuerpo por el lado del pecho, me lo cubre una pared. Me queda la cabeza justo frente a una ventana que se ubica por arriba de ella. Veo hojas y ramas de varios añosos álamos que están justo en el jardín de entrada a la casa de campo. Escucho pájaros. No los veo, pero percibo sus gorjeos, aleteos e intercambio de ese algo desconocido que son silbidos que parecen iguales cuando en verdad distan de serlo. No veo otra cosa porque no puedo moverme. Desde el accidente quedé imposibilitado de mover las piernas. Tengo sensibilidad pero mi voluntad no alcanza para moverlas.
Me siento cansado. Afuera está muy caluroso. El cambio climático se está haciendo sentir y los cuerpos apenas si lo resisten. Apenas si se adaptan. Apenas si lo soportan.
Aquí está más fresco. Los techos altos y los ladrillos huecos de conchilla hacen que la casa promueva su propio microclima. Es confortable.
El cielo se ve azul. Profundo. Casi eléctrico. Cierro los ojos porque el medicamento está haciendo su efecto y necesito dormir. Por las noches me destruyen el dolor y el insomnio, pero ahora... en este momento... recogido en mí mismo... invadido por mis propios silencios... me dejo llevar. Me ahogo en mis propios pensamientos.
La respiración se ralentiza. Se torna imperceptible. Muda.
Estoy despierto. Estoy dormido. Cómo saberlo.
Veo una mariposa emperador. Se adhiere a la tela metálica de la ventana, esa que nos protege de los mosquitos, cascarudos, vinchucas, arañas y todas las alimañas comunes a los espacios verdes, salvajes, de la Sudamérica indómita.
Veo un colibrí pasar raudo hacia su búsqueda floral.
Me veo a mí mismo acostado. Sí, me he quedado dormido. Estoy a varios metros por sobre mí mismo. El techo es alto y estoy cerca de él aunque... no exactamente. Pareciera que estoy por sobre él, pero igual me veo. Veo que el cuerpo yace sobre el duro lecho de material. Alrededor sé que está el campo, puedo sentirlo. El cielo no es sólo azul, también es blanco. Un blanco extraño, trascendente. Parece hervir, vibra en una armonía que absorbe. Tiene un imán que a modo de brújula guía el camino de los espíritus hacia una dimensión contigua.
Salgo por la ventana. Floto. No siento los pies, tampoco las piernas. No las necesito, puedo volar. Es hermoso. Cómodo. No estoy denso. Soy alma. No necesito respirar. Ya no tengo esa molestia constante en los intestinos. No me duele el estómago.
Percibo un golpe de calor. ¿Entró por la ventana?. Hago un esfuerzo con los brazos. Me apoyo en ellos y giro lentamente tratando de acomodar el cuerpo para sentarme. ¡Qué calor!. Estoy transpirando. Miro mi remera y el sudor la ha empapado.
Siento que hay alguien más en la habitación. Alzo la cabeza y sí. Hay alguien a quién conozco pero cuya cara no se puede ver. Lo escucho, pero aún no ha hablado. Sin embargo estoy seguro que algún sonido emitió porque me resultó familiar y es más, su presencia me resulta parte de la rutina. Sí, siempre estuvo cerca, ahí, al lado. ¿Al lado?, no, no, adentro, o mejor dicho, afuera... "en la dimensión contigua, querrás decir"... sí, sí, quizás, pero ha estado en todo momento allí mismo. En mi mente, formando parte de mi pulso, guiando la respiración. No, no, debe ser la conciencia. Sí, sí, es la voz de la conciencia. Una frase antológica se cruza y desaparece: "...converso con el hombre que siempre va conmigo". "Ah! Te refieres a Joan Manuel Serrat". No, no, a Manuel Machado. "Vamos hombre, los ecos de las almas puras resuenan eternamente y las ideas se funden en las armonías musicales del trovador que es custodio transitorio del mensaje que debe permanecer. Conque haya uno, sólo uno que se impregne del pensamiento universal es suficiente para justificar el mañana. De todos. ¿Sabes qué valor tiene lo que te acabo de decir?". No, no precisamente. Déjame dormir, estoy realmente cansado, ¿no ves que no tengo fuerzas para mover mis piernas?. Me duelen tanto las cervicales, y ese mareo que me tiene a maltraer. Quiero dormirme porque el sueño es una tregua, es un oasis donde todo está bien. No tengo que lidiar con las debilidades de mi cuerpo. Pero, pero, "... ven hombre... mira por la ventana... esas hojas, esos árboles, ese cielo... estarán allí cuando ya no estés contigo y lo hagas conmigo. Este mundo no existe. La vida es una ilusión. Creemos que está en nosotros pero en verdad es al revés. Nos prestan el tiempo para hacernos creer que esto existe. Cuando tomas conciencia que el alma no tiene tiempo, entonces, sólo entonces... regresas al espíritu. El ser, como espíritu, es una idea eterna. No requiere de manos ni de pies. Su capacidad reside en la fuerza de la idea y en la proyección de su pensamiento. Estará aún cuando nada exista".
"Es que la vida es un trauma de ida porque cuando el aire invade tus pulmones se produce un choque de confluencias...". ¿Cómo?. "...Pues claro, por un lado dejas de respirar el oxígeno del líquido amniótico, y por el otro ingresas a esta dimensión sin dejar de percibir la otra. Durante los dos o tres primeros años aquí, sometido al tiempo terrestre, respiras, te acostumbras a sentir, a convivir con palabras ajenas, pero en realidad aún estás sensible al allá..." ¿A qué allá?. "Mira, otra vez, ¿no ves acaso el cielo, las hojas, los árboles?. ¿No ves acaso que ese techo que crees denso, no lo es?. El allá de donde venimos está siempre. Estará cuando nada de esto exista. Sin embargo, este acá, el presente, es sólo una mera circunstancia, una confluencia de ideas que son convocantes de la presencia de un alma por fuera de las hojas del libro de la vida. Fíjate bien. Acércate, vamos. Observa con atención la pared. La ves sólida. Coherente. Acércate un poco más. Mira. ¿Cuántos poros, no?. Ven, sigamos a esa hormiga..." Pero ella es muy pequeña y nosotros... "Recuerda que apenas somos alma, es decir, aire, aunque no del que conoces". Sí, sí, la estamos siguiendo. Esto es un laberinto de agujeros. "Exactamente. ¿Viste?, ya estamos del otro lado y aquello parecía de una sola pieza, duro, resistente, firme, ni siquiera existe. Es apenas un pensamiento momentáneo".
"Sólo se da en la vida. Es la confluencia entre los deseos del alma, su tiempo, y los pensamientos del presente".
¿Pero no dices que el alma del allá, esa que acaba de nacer, es la misma que la del allá?..." Así es, sólo que allá no se encuentra sometida al tiempo y forma parte de la idea universal de las existencias, de las cuáles no se puede desprender. No obstante, cuando nace pasa a depender de la confluencia de las circunstancias. No sólo de las propias sino de aquellas que pertenecen a las vidas de los otros, sus padres, hermanos presentes o por venir, familiares cercanos, lejanos, amistades de unos y otros, enemistades de todos, extraños ocasionales que condicionan los presentes y fundamentalmente, un factor nada despreciable tal es la circunstancia del presente que tiene capacidad para condicionar el mañana, más allá del propio".
O sea que según lo que dices, la vida es la conjunción, la confluencia de presentes... hacia un destino común.
"Es una manera de definirlo. No es la única, pero es adecuada a nuestra conversación".
Es que necesito dormir. El cansancio no me deja prestarte suficiente atención y lo que dices es importante. Me hablabas del trauma de ida lo que indica que hay otro.
"Ah!, sí. El trauma del regreso".
Del regreso, ¿a dónde?... "Al origen eterno, a la fuente de todas las cosas, al manantial de las verdades últimas... porque, cuando se termina tu tiempo, cuando ya no estás en capacidad de residir en un cuerpo, cuando el aire que respiras no es suficiente, o cuando has alcanzado la última palabra del último párrafo del libro de la vida que te ha sido asignado, tienes que regresar al estado de espíritu, sin cuerpo, desprendido de las confluencias del tiempo y sus pesares. En ese momento, el trauma reside en abandonar la conciencia de las posesiones, del sentido de la propiedad, a sabiendas que dejar de ocupar un espacio implica perder capacidad de influir en los presentes cercanos. No sólo dejar de respirar representa un trauma. En el cementerio está lleno de cuerpos cuyas almas han quedado perdidas buscando todo lo que amarrocaron en la vida pero que no pudieron llevarse. Muchas veces se aferran a los objetos pero otras, la mayoría, pretenden no perder el poder que ostentaron por un instante y que les permitía influir, manipular las confluencias".
O sea que la vida es una confluencia bi-traumática. "Sí, de alguna forma lo es, del mismo modo que lo es para el alma verse escrita en el libro de la vida y saberse parte de los ciclos inevitables. Aunque te parezca mentira, cuando dejas el cuerpo, muchos sufren el trauma de la pérdida de las manos, pero esto es hasta que toman conciencia que la capacidad de la mente trasciende los espacios, las dimensiones y los tiempos. Flotar, tiene sus privilegios".
Sueño interesante este. ¿Por qué no puedo ver tu rostro?... "pero, ¿cuál es la necesidad?... en la vida demandas un rostro para verificar la calidad del mensaje, pero aquí, lo incuestionable trasciende lo temporal y el espíritu forma parte de la conciencia indivisible. Hubo un tiempo en que los ojos trasuntaban la calidad de los mensajes, así como las intenciones del mensajero, pero esa gracia se extinguió junto con los dones de aquellas almas. Hoy todo es denso. Demasiado. El ser humano se ha deshumanizado asumiendo lo más bajo de su expresión viva, despreciando a su prójimo, abandonando a su suerte los destinos de sus compañeros de camino, al tiempo que los animales, muchos de ellos, han asumido conductas humanas donde la comprensión y la confianza, conducen masivamente a los grupos en pos de un mañana para la especie, de un lugar en el tiempo. Todo guarda un sentido, y éste reside en el equilibrio de las cosas. Sin dicho sentido, sin el mencionado equilibrio, el presente carece de fundamento porque desdibuja el mañana necesario. Cuando las necesidades económicas condicionan a los fines de la vida, entonces, es poco lo que queda porque la vida deja de ser parte de los ciclos para pasar a formar parte de algo semejante a cristales que precipitan en la vida, esto es que cuando toman contacto con el aire se transforman en algo inerte, incapaz de compartir, incapaz de crear por sobre la consecuencia monetaria".
¿No tienes calor?. ¿Soy yo?. Estoy sudando. Me siento mojado. Acaso, es por mi estado. No, no, mira la brisa. Las hojas se mecen suavemente. Su golpeteo se mezcla con los trinos y hacen una música extraña que no existe pero que nos llama. Sí, sí, nos convoca. Allí está la ventana. Mi cuerpo está echado. Yace dormido. Pero me siento incorporado, sentado sobre el borde del lecho. Mira, la luz blanca parece hervir, nos lleva. "Así es, la sabiduría del destino indica que debes dejarte llevar". Pero... ¿no es que el libro de la vida contiene los designios del destino?..., "justamente, por dicho motivo, debes dejarte llevar... esto ya no forma parte de la vida, muchos menos del destino ni tampoco de los tiempos". Ah, cierto, esto es un sueño. Seguramente, cuando regrese comprenderé el sentido... la rutina me tragará otra vez y volveré a mis dolencias..., sin embargo, esta vez parece distinto. ¿Qué será?. ¿Qué hace la diferencia?. Pero, ¿qué hago ahí sentado en el borde el lecho?... qué lejos que estoy de mí mismo. Ay, dejame ir al baño que necesito orinar. Me incomoda despertarme, pero realmente lo necesito. "¿...Para qué quieres ir al baño?, ¿No dices que estás en un sueño?, Pues bien, estás flotando y desde esta altura no puedes. Espera al regreso. Controla el esfínter como antes del accidente". Es que ahora tengo medio insensible la vejiga y los intestinos. He perdido la capacidad absoluta del control y solamente lo logro modificando algunas sensaciones con la mente ya que las vértebras no me responden. Me impiden retener, me impiden los esfuerzos.
"Piensa en otra cosa, mira dónde estamos. La energía blanca nos rodea, hierve por delante y por detrás, y estamos siendo absorbidos hacia otra dimensión. Nos están llamando. ¿Los escuchas o no?".
Espera, espera, ¿dónde está la casa?. No veo el campo. No me veo, te veo... en realidad, no... te percibo como parte de mi esencia. "...vamos, anda. Aquí no hay tiempo y una micronésima de segundo se confunde con la eternidad. Tampoco hay baños porque no hay comida, tampoco desechos. No verás agua y tampoco la demandarás porque las almas, los espíritus, reclaman por una sed diferente, distinta. La luz que ves es el verdadero oasis esencial que hace a la existencia. ¿Me estás escuchando?". Sí, sí, es más, no puedo dejar de hacerlo. Me entrego. ¿Y ese perfume, de dónde viene...?.

EL TÚNEL
Alrededor todo parece fuego, pero no lo hay. No hay calor, sin embargo se siente una energía que parece ebullir y uno se siente parte de ella. Es como una inmensa aspiradora invisible que no tiene principio ni fin. Todo es blanco pero hay brillos y sombras. El tránsito es rápido pero parece eterno. Alguna vez estuve aquí. Estoy seguro, ya he visto esto mismo. Ahora recuerdo. Pero ¿quién me acompaña?, ¿quién es?, ¿por qué no permite que le vea el rostro?. El alma transita hacia otro espacio. ¿Cuántas dimensiones habrá en este universo?. ¿En cuál de ellas estaremos cuando vivimos y en cuál otra cuando soñamos?.
¿Qué habrá del otro lado de las paredes del túnel?. ¡Cuánta luz!. ¡Cuánta paz!. Ojalá que Vieri y Horacio hayan pasado por aquí. Ellos sabrían darle valor a este instante. Qué diría Pancho que como médico cirujano aseguraba que todo se perdía con la muerte. Sí, sí, que diría Jorge que como anestesista negaba las experiencias de los pacientes que decían desprenderse y apreciar sus emociones y ansiedades mientras se veían yacientes en la camilla, rodeados de un montón de personal vestido de blanco.
Cuántas voces...
Cuántos silencios...
Qué bien que hace al alma esta paz...
Qué perfumes extraños... creía que los perfumes eran parte de los dones de la vida, pero ahora compruebo que no. Esos olores al campo después de la lluvia donde se mezclan fresas con heno, rosas con lavanda, pinos con jazmines, algo dulce e intangible pero hermoso, están también aquí donde no llueve y donde no se ven plantas. Quisiera quedarme. Me llegan hasta el alma. Por favor, un ratito más...
La luz que hierve a nuestro alrededor, parece algo así como una respiración, un aliento. Digo nuestro porque sé que estoy acompañado pero no veo a nadie, sólo lo siento. Sé que está allí pero no puedo tocarlo porque no tengo con qué. No estoy en el mundo de las sensaciones... pero ese perfume... qué placer.
El alma va. Flota. Va. No hay arriba, tampoco abajo. Adelante y detrás, es lo mismo. ¿Será por eso que el mañana es un condicionante terrenal?.
¿Será?.

VISIÓN EN LA PRADERA
Se terminó el pasaje. Ya no hay túnel. Recuerdo este lugar. No es el mismo pero se le parece. Me recuerda los paisajes justo a la salida de las Yungas, previo a Tafí del Valle. El sentimiento es el mismo, praderas en la montaña, alta montaña. Ríos claros, agua fresca, sentimientos claros, perfume a Dios. ¿Acaso aquellas no son cabras?. Creí que aquí las almas eran todas iguales... "pues claro que lo son, pero los que se preparan a descender hacia la vida tienen la oportunidad de saberse seguros en las verdes praderas del paraíso, donde nadie necesita robarle la carne a nadie para sentirse satisfecho y donde ninguno tiene poder sobre el otro, porque todos dependen de una sabiduría que los excede. La vida es un patrimonio indiviso que se transforma en agua antes de hacerlo en respiración, en respiración antes de hacerlo en espacio, en espacio antes de revelarse en tiempo, en tiempo antes de convertirse en comprensión, en comprensión antes de cambiarse por el razonamiento, en razonamiento antes de tornarse en poder, porque tanto el poder, como el razonamiento, la comprensión, el tiempo, la respiración y aquella agua, la que moja, son efímeros, se quedan allá, en el mundo de las sensaciones, justamente porque condicionan a los sentimientos sometiéndolos a las demandas del presente que aún no es, ese que en la vida se denomina mañana y que en realidad sólo existe en el libro de la vida de los que respiran".
Es que abajo... no sé si es abajo, pero da igual... todo está muy loco. Algo ha sucedido en el aire que tiene a las gentes deambulando como estúpidas, sometidas a los poderes exacerbados de políticos cuya angurria y avaricia se han desmadrado al igual que las intenciones empresarias que han inventado un mundo donde la condición humana se ha vuelto descartable, donde los puestos son ocupados por la ambición, donde la sapiencia está condicionada por un ejercicio virtual de fórmulas introducidas en una caja electrónica que te recita la importancia de la tendencia estadística del consumo del bizcocho de la misma manera que evalúa los cuántos de la vida de cada cual. Cuánto puedes saber, cuánto puedes tener, qué automóvil, qué muebles, qué licuadora, qué heladera, qué sé yo, algo anda mal ahí abajo. Sí. Ahora se confunde sexo con amor, amor con sometimiento, sexo con poder, y poder... ah, sí, y poder con una extraña satisfacción por el dolor ajeno reflejado en una frase que se ha convertido en una muletilla de la despersonalización del sistema: "por favor, no tomes esto como algo personal..., este puesto que dejas mejorará la performance del conjunto". Nada que afecte a uno favorece al conjunto... por el contrario, el desprecio por el otro ha fomentado el crecimiento exponencial de la capacidad de daño y aparecen paradojas muy locas como esa donde el que impulsó e implantó la necesidad masiva del virtualismo electrónico, dejando a cientos de miles de personas sin trabajo y librados a su suerte, hace beneficencia discrecional con sus ganancias que tienen poco de virtual. Qué extraño... es como si ese agente del apocalipsis hubiese recibido el poder para abrir una puerta destinada a invadir la Tierra con sentimientos encontrados, contradictorios, donde el placer reside en lastimar al otro.
Algo hay en la atmósfera que ha atontado a las masas. Todos saben que Lady Di fue asesinada, pero aceptan el mensaje de que se trató de un accidente. Algo les hace intuir que lo del Columbia no fue un accidente, pero permanece en la conciencia colectiva como tal. Mira lo demencial de los sucesos de las Torres Gemelas, de lo de Atocha, los subtes de Londres, o los tempranos atentados de la AMIA y la Embajada de Israel en Argentina, donde se justifica la muerte de inocentes por simples vanalidades de espacios de poder político y económico. Con los satélites nos controlan las vidas, pero no son capaces de percibir lo que se viene y de preparar a las gentes para un cambio histórico, radical, funcional. Semejante a aquel de la mítica Lemuria, de la entelequia de la Atlántida, o de aquella mucho más lejana del Mu. Hasta tuvieron el coraje de decir que el tsunami de diciembre del 2004 no fue anunciado porque los países del sudeste asiático no pagan el canon... ¡qué vergüenza!, ¡qué soberbia!... qué idiotas.
Dos tercios de la humanidad está marginada para que un tercio se sienta cómoda.
El dueño del imperio da discursos de moral y civismo... ¿con qué autoridad?.
No se dan cuenta que esta desproporción les jugará en contra. Les está jugando en contra. Cuando el equilibrio se rompe no hay armonía y al igual que ocurre con un hermoso pottige de porcelana china, una vez roto, no hay cómo arreglarlo. Esto es que no hay atrás. No hay regreso.
" Exacto. Adecuada expresión para los reflejos del alma colectiva. Porque así como hay una alma individual también hay otra colectiva donde los fines se funden, confluyen como las aguas de distintos ríos en un océano que sirve para recrear la vida o se convierte en un monstruo capaz de cambiar el rol del espacio-tiempo en la dimensión de lo palpable. El hombre se cree sabio pero en verdad cuanto más avanza en el conocimiento terrenal más lejos se sitúa el horizonte de la calidad humana y por ende más se pierde el sentido de la condición humana. De allí lo animalesco de los sentimientos. A ello se debe que ya no hay capacidad para transitar la vida y que al igual que lo hacen los átomos en la estructura de una pava de cobre, todo se agita hacia un caos que necesita del presente contiguo y donde el mañana pasa a ser un problema del otro, del que aún no es, del que aún no está".
Sí, sí, esa agitación a la que haces referencia en realidad es la que hace que las mentiras se conviertan en valores y que éstos se transformen en debilidades. Todo se justifica. Para todo existe alguna explicación que en el fondo, en su propia esencia, permanece inexplicable. No guarda sentido alguno.
La teoría de los negocios hablan de una economía basada en resultados espontáneos cuando en verdad la vida es una permanente construcción de resultados que confluyen en mejores o peores realidades. Han convencido a las nuevas generaciones que el oportunismo salvaje engrandece a las personas cuando en verdad sólo acrecienta los sentimientos de desprecio. Si para que unos pocos se sientan bien hace falta que se incremente el sacrificio y el dolor de los muchos,... algo anda muy mal en esas mentes, en esas cabezas, en esas almas. Cuando el dolor de uno se sustenta sobre el mal de muchos, el eje de gravedad de las circunstancias se modifica, se desplaza, se mueve acelerando los ciclos de las necesidades, condicionando los presentes y modificando los mañanas.
"Precisamente. La vida guarda un sentido matemático y otro geométrico. Del primero dependen los sentidos, del segundo los equilibrios, y de ambos las armonías. Cuando no encuentras armonías se pierden las consonancias, y si éstas no están, la vida pierde su sentido único y original transformándose en una carga, en un peso cuasi imposible de llevar".
"Tiene tanto valor la mariposa como el aire que agita. Tanto valor el agua como la sed. No saber distinguir entre la importancia de cada esencia hace que prevalezca lo más bajo, lo más denso de cada condición. El instinto desplaza al sentimiento, a la capacidad de sorprenderse, de admirar, de reverenciar".
"¿Cuánto vale un cielo azul profundo?. ¿Cuánto?. ¿Cuánto cuesta el verdor en las praderas mecidas por el viento?. ¿Cuánto?. ¿Cuánto, qué valor tiene un cielo estrellado?. ¿Qué precio guarda el agua pura, cristalina?. ¿Cuánto vale la lluvia, cuánto los perfumes consecuentes, cuánto el rocío... cuánto?... La adrenalina, la agitación de los átomos, pierde el sentido de los destinos y los convierte en meras oportunidades. No hay química entre el ser y su tiempo, entre el ser y su espacio, sencillamente porque están juntos pero van paralelo. Se pierden las confluencias, y sin confluencias los ciclos pierden su condición de espiral para convertirse en una reiteración de conflictos, en una repetición de sentires encontrados".
"Les han hecho creer que nadie puede vivir sin heladera, sin televisor, sin computadora, sin lavarropas, sin DVD, sin home-theatre, cuando la humanidad lleva aquí la sumatoria de los tiempos posibles. Esta civilización no puede prescindir de la llave para encender o apagar cualquier cosa, pero ha perdido el sentido de la importancia del caminar, bajo los árboles, y quizás lo peor de todo es que se le ha olvidado el sentido de la oscuridad, y por ende ya no reconoce la importancia de la luz. Sabes... ¿Imaginas lo que será esta Tierra con una humanidad sin memoria porque no tiene la energía suficiente para encender una PC?... Sabes... ¿Imaginas lo que será esta Tierra con una humanidad que no tiene habilidad alguna para sobrevivir en la oscuridad?... ¿Puedes acaso imaginar sus noches, los miedos consecuentes, las depresiones subsiguientes al asumir que las incapacidades superan a los conocimientos?... ¿Cómo hacer fuego sin un fósforo, sin un encendedor?... ¿Cómo ver en la oscuridad?... ¿Cómo identificar los ruidos, cómo los olores?... ¿Cómo hacer para conservar un alimento o cómo hacer para no consumirlo de prisa?... ¿Imaginas acaso a las almas sacrificadas en busca de sus tiempos y sus espacios incumplidos?... ¿Cuánto tiempo demandó el saber hacer una harina?... ¿Imaginas cómo hacer para resguardar los alimentos de depredadores que tienen hambre?... Ya no hay conciencia sobre las importancias. Asistimos a la existencia de una humanidad cuya vida es teoría pura pero donde no se asumen los esfuerzos del conjunto, los sacrificios del próximo. Cuando la esencia de la relación espacio-tiempo se revela en la urgencia de la necesidad satisfecha a cualquier precio, entonces la vida es un desierto. Ya no hay pradera. Sólo arenas que cambian de lugar permanentemente modificando el paisaje antojadizamente, creando realidades virtuales que hacen a la circunstancia pero no a la confluencia de sentimientos. Sabes... ¿Sabes lo que ello significa?. Sí, sabes".
¿Dónde estamos?... hay tanta paz aquí... me siento tan a gusto... no necesito aire para respirar, para existir... no tengo sed y tampoco hambre... no extraño el mate... ni siquiera me siento adicto a las bananas... no tengo necesidad de ir al baño, de descargar desechos líquidos ni sólidos... me siento libre de los pesares, de las cargas del tiempo... pero lo que no entiendo es para qué me has traído hasta aquí. Estoy durmiendo allá abajo y esto es, parece ser, un sueño. Vívido, pero sueño al fin. Seguramente es para que al regreso haga algo en particular. Lleve un mensaje. Difunda una circunstancia. Muchos sueños durante mi vida han sido así. Por favor, dime para qué me has traído hasta aquí. En poco tiempo despertaré y no quiero quedarme con la duda. Todo lo demás está bien. Me complace escucharte, seguir tus opiniones con atención, pero dime, dime por favor para qué me has traído hasta aquí. Sólo quería dormir, descansar un poco y ahora estoy ocupado en seguirte atentamente y despertaré cansado, agotado, sudoroso y quizás hasta agobiado.

EL MENSAJE
"Bien. Formas parte de mí mismo y no te defraudaré. Todo el que llega hasta aquí, por lo general ya no regresa. Todo el que llega hasta aquí ha superado la última letra de la última palabra del último párrafo de su propio libro de la vida, o sea que agotó el aire que le fue concedido y por ende el tiempo necesario para hacerlo. O sea que ya debió dejar su espacio para que otro lo ocupase con una distinta finalidad. Por otra parte, además de no volver, de no poder hacerlo, siempre que se llega a este lugar se pasa por una especie de umbral de luz donde los afectos más afines, más cercanos o más conflictivos, se hallan presentes para recibirte y hacerte saber que todo está bien, que debes sentirte en armonía plena y que lo que sucedió allá abajo no tiene demasiada importancia porque ésta es la verdadera vida. Aquí es donde los valores son fundamentales porque sin esto, todo lo demás, el universo mismo, no podría existir. Aquí es donde las almas, los espíritus hacen que la vida respirable sea posible por un instante. El no-tiempo de esta realidad habilita la intencionalidad de los tiempos que reconoces durante la vida. Esta dimensión coexiste con aquella que los vivos estiman como real, pero en verdad esta guarda el sentido primero y último de las cosas, de cada una de ellas".
"Ven. Asómate. La Tierra, el universo todo, cabe en una caja de zapatos. Mira. Míralos. La esencia de esta realidad eterna es esférica y guarda un sentido matemático y otro geométrico. Del matemático depende el número de almas en el aquí y del geométrico, los radios de las sabidurías de los espacios necesarios. De los números dependen las fórmulas de la vida y de los parámetros geométricos los espacios adecuados para las confluencias. Aquello que parece inconmensurable, majestuoso, distante, inalcalzable, es sólo parte de la ilusión de la vida. La vida, como te he dicho y tú sabes, es apenas una idea apropiada a la circunstancia del pretender estar y de la gracia concedida en hacerlo".
"Ven. De este lado. Llueve sin que nadie haga absolutamente nada para que ello ocurra. Hay aire suficiente como para que las almas respirantes encuentren lo justo para sus tiempos. Las fuentes de aguda dulce son patrimonio de la existencia y funcionan sin que hombre alguno sepa ni el cómo, ni tampoco el por qué de ellas. Todo lo esencial para la vida guarda un motivo alfa y otro omega que están por fuera de la propia esencia. Esta paradoja se debe a un equilibrio, a una armonía, adecuada al sentido último de las cosas. La espiral le confiere ese mismo sentido, le otorga movimiento, hace que los ancestros estén aquí promoviendo los tiempos y los espacios de los que han recibido la gracia de estar allá, en una sucesión interminable que se nutre de unos a otros, unido a través de lo único que puedes traerte de allí o llevarte desde este aquí. Sí, si, te hablo de los afectos. Lo demás son gracias de Dios o también dones de la propia vida".
"Ven. Ves esos ríos. Corren entre las piedras. Felices de llevar un contenido tan preciado que además de saciar la sed guarda contenidos específicos destinados a quiénes beberán de ellos. Nadie que no deba podrá acercarse a ellos. Nadie que no deba podrá tomar algo que le corresponda al otro. Esas aguas serán savia nutriente para los indicados. Todos creen que el agua es la misma e iguales sus nutrientes mensajeros, pero no es así... puede que la diferencia sea pequeña, intangible podríamos decir, sin embargo se impregnará donde deba hacerlo. ¿Entiendes?. Mira allí. Ahora. La fuente es única y no está a la vista. Parece ser un ojo y se muestra como una laguna inexpugnable, pero en realidad la fuente primera y última no están en lo que se ve. Luego se bifurca en hilos, varios, unos van hacia la derecha, otros hacia la izquierda. Unos son más verticales y por ende más rápidos, otros son más suaves y por ende más lentos. Pero aún cuando las vertientes elijan caminos distintos, finalmente confluyen en lo necesario y producen el efecto esperado. No obstante ello, nadie, ningún hombre sabe donde está, dónde se ubica la fuente alfa, cómo llega el agua hasta allí, por qué es más o menos pura, más o menos radioactiva, más o menos salina. El hombre apenas si logra saciar su sed. Lo mismo ocurre con otras fuentes".
"Ven. Asómate. Las nubes que están allí se forman gracias al trabajo, a la dedicación de aquellos espíritus que están allá. Son espesas o ligeramente rizadas. Con mucha o poca carga eléctrica. Contienen abundante o escasa proporción de agua. No obstante, para el ser humano no es otra cosa que una nube, muchas nubes, una fuente de las lluvias o un elemento propio de las tormentas, sin embargo, cada una de ellas cumple con un destino... alimentando a la tierra y a las plantas de la manera apropiada, en el momento adecuado. Puede ser que la lluvia excesiva ahogue deseos o interfiera con los fines de algunos, sin embargo siempre guardará un sentido último, misterioso, desconocido para el hombre pero propio de la circunstancia... la que es, la que podría ser, la que debería serlo, la que finalmente será. Si todas estas almas y muchas otras no estuviesen avocadas a dicha tarea... la Tierra sería nada. Muchos son los esfuerzos que deben comprometerse para que la vida sea tal como se la conoce: El hombre reconoce el H2O, pero no tiene ni idea cómo se llega a ella, ni tampoco para qué, muchos menos, dónde".
"Mira, allí tienes las fuentes que producen el aire que se respira. ¿Pensaste alguna vez que era así?. ¿Qué tantas eran las almas comprometidas en dicho proceso?. Todos creen que esto se produce por generación espontánea, sin embargo, allí tienes la prueba. Mira aquellos generadores naturales. Están en esta dimensión y el aire llega a través de los túneles, del mismo modo que descienden las almas que van hacia la vida o aquellas otras que regresan. Toda esa energía, esa electricidad, está únicamente destinada a la producción del aire. Antes que la Tierra fuese poblada por algún ser vivo, fue necesario que las almas y sus capacidades confluyeran al pensamiento necesario para que lo justo pudiese existir, por generación espontánea, porque la idea cuando se funda en la convicción de la fe no tiene límites y alcanza ese break, ese click, ese flash, esa estampida que algunos llaman milagro, pero que en realidad se define únicamente como creación. Cuando el pensamiento es puro, como de niño, te aseguro que no tiene principio ni fin, es un destello suficiente para que el fin se transforme en la esencia del comienzo".
"Aire. Agua. Tierra. Fuego. Elementos que confluyen en la existencia desde las inexistencias. El aire y el agua fueron mentalizados para posibilitar la existencia de cuerpos más o menos densos. La tierra es el factor de contención. El fuego permite la recreación de lo que existe. No siempre fue así, pero ahora sí lo es. Se van modificando algunas pautas para ajustar todo hacia la confluencia de los equilibrios necesarios. Todo está formado por los mismos elementos, de la manera adecuada. Entre el 70 y el 85% de la estructura celular es agua, pero su composición química recorre la tabla periódica desde el carbono, oxígeno, nitrógeno, hidrógeno, pasando por el fósforo, azufre, potasio, calcio, magnesio, hierro y luego trazas, de todo, conformando una receta donde lo importante es el equilibrio armónico cuya clave está en los momentos de la división celular. Muchos entienden que las trazas no revisten importancia, sin embargo son las que determinan el sentido de las esencias individuales. Como en toda buena comida, la llave está en las proporciones de los ingredientes menores".
"El espectro visible limita la capacidad no sólo visual sino electromagnética del ser humano y por ende su nivel de comprensión. Todo lo que vibre por sobre el violeta, o aquello que lo haga por debajo del rojo, no podrá ser siquiera percibido ni aún contando con medios técnicos sencillamente porque dichos medios no funcionan en esta dimensión y tampoco en las otras y jamás podrían hacerlo porque para ello el hombre debería estar en condiciones de acceder a los mecanismos por los cuales la materia llega a ser tal o cual cosa, distinta de la otra, semejante, parecida, equivalente pero nunca igual. Por mucho que se esfuerce, el ser humano no tiene capacidad para ver más allá de sus ojos, como así tampoco respirar más allá de sus pulmones lo que implica que mientras le dura la vida no está en capacidad de pensar por fuera de sí mismo".
"Como puedes apreciar, lo esencial reside en la fuerza de las ideas".
Este sueño parece algo así como un tour, una visita rápida al paraíso. Porque esto lo es en verdad... ¿no es cierto?... "Sí, sí, quizás". ¿Pero dónde están el purgatorio y el infierno?... "No, querido mío, no es parte de este viaje, ni siquiera quedan por estos lados, no debes de perder de vista que en esta dimensión cada cosa ocupa su lugar, el que le es propio y no hay interferencias, de ninguna índole"... Pero los caminos de acceso y regreso son los mismos, ¿no es así?... "No, no, que va. Por donde descienden unos no lo hacen los otros y viceversa por donde regresan unos no lo hacen los otros"... ah, parece discriminatorio... "No, te aseguro que no lo es. Nadie va a la vida porque sí y nadie regresa de ella sin preservar el equilibrio de su tiempo-espacio que no es otra cosa que las hojas ocupadas en el libro de su vida. Cuando una alteración se produce, inmediatamente la consecuencia es paradojal. Imagina las almas que subieron desde Atocha... estaban en su tiempo, guardaban su espacio, todo estaba concertado para que estuvieran en armonía con sus oportunidades... no obstante, un espíritu sin alma, sin destino, asumió la capacidad de daño y la repartió en su entorno, truncando los tiempos, destruyendo los espacios y finalmente dejando capítulos enteros sin un final que estando escrito, deberá cumplirse inexorablemente. ¿Crees acaso que ese daño no tiene un precio?. Sí lo tiene. Ningún ser humano es propietario de la vida del prójimo. Ningún hombre tiene potestad sobre los designios, gracias y dones del otro. Todos pueden compartir las gracias y dones concedidos, pero ninguno puede adueñarse de aquello que no le es afín porque de pretender hacerlo, finalmente terminará despreciándolo, olvidándolo, omitiéndolo, disimulándolo o simplemente, ocultándolo, incapaz de manejar aquello que no le pertenece por derecho propio, de vida. Todos tienen la oportunidad de extender la mano hacia el otro, nunca antes, nunca después. Todos tienen la ocasión para compartir el pan. Pero quien ejerce un daño de esa envergadura queriendo asumir un rol que nadie le ha concedido, produce un algo irreversible en la cadena de los ciclos de la vida de cada uno de los afectados. Todo se altera. Todo se modifica. Reordenar eso no es menuda tarea de humanos. Por ello, quién condujo el daño será víctima de todo aquello que truncó y deberá cumplir con tantas vidas y tantos esfuerzos y tantos sinsabores, y tantos dolores, y tantas ausencias, y tantas soledades, y tantas lágrimas como las que supo producir con su acción demencial. Sí, sí, todo tiene un precio. Una cosa es la convicción y otra muy distinta, la incapacidad para interpretar el daño en su justa medida. Si las bifurcaciones no figuran en el libro de la vida, si las confluencias no han sido establecidas en él, en las hojas que cada uno de los respirantes tiene asignadas, pobre del espíritu que corte el sentido original de las sendas. Por ello, el infierno no puede estar contiguo al paraíso, como así tampoco al purgatorio. Son distintas dimensiones. La ley universal no tiene precio como lo es para los hombres. Es única, indivisa y su ejecución es plena, activa, sin atenuantes, sea quien sea, trate de quien se trate. Pobre de los ángeles caídos. En el paraíso rige la Ley de la Comunidad. En el purgatorio rige la Ley de los Tiempos Perdidos. Pero en el infierno, rige la Ley de los Sacrificios. La Ley de la Comunidad se fundamenta en el valor phi (π). La Ley de los Tiempos Perdidos se representa en el valor gamma (γ). Pero en el infierno el valor es una condición geométrica donde el daño ocasionado se representa en un vector proporcional a las vidas afectadas y a los destinos incumplidos. ¿Imaginas lo que eso significa?. ¿Cuántas vidas serán necesarias sacrificar para alcanzar los tiempos y los espacios no cumplidos?... ¿cuántas, dime, tienes idea?... ¿Sabes el valor que tiene el aire no respirado?. El daño es algo semejante a una bisectriz que se extiende desde punto de quiebre hasta el infinito, llevándose por delante todo lo afectado, directa o indirectamente. Por ello, por sus fines, por sus reglas, las dimensiones son distintas. Deben serlo, necesariamente. Así está escrito desde que fueron establecidos los tiempos... o sea, desde que se produjo la creación como destello del pensamiento".
¿Cuál será el precio del que mentó el atentado, entonces?. El que lo promovió. El que lo planificó. ¿Cuál será?.
"No quieras imaginártelo. No hay capacidad humana siquiera para pensar en ello. Tomar la vida del otro es algo semejante a escupir en el rostro del espíritu santo y pretender colocarse por sobre él".
"Cuando una idea nace para fundir otras almas que son a su vez fuentes concedidas, esa idea, la tiniebla primordial, debe ser consumida irremisiblemente porque ello afecta a todas las almas inexistentes por igual. Pero antes de ser fundida en el abismo deberá reparar los daños producidos. No sólo en las vidas, sino en esta dimensión en la cual nos encontramos".
Me espantan sólo los indicios.
"Más vale que así sea. Allá abajo, como dices tú, las injurias afectan vidas y bienes... pero aquí, en esta dimensión comprometen a las gracias y dones eternos, desordenando los ciclos y sus ritmos y finalmente, comprometiendo los designios de Dios. Las almas cuyos espíritus no reparan en los sufrimientos extremos del ser ajeno... sencillamente, no pueden estar aquí. No hay lugar para ellos. No merecen esta estancia".
La verdad es que aquí hay algo que me hace sentir a gusto. Fíjate que no necesito ir al baño, lo cual me produce una sensación de bienestar infinito. No me pica la oreja, tampoco tengo que rascarme el cuero cabelludo y ni te digo otras partes mucho menos espirituales. Mira... no hay mosquitos, y si los hay (que no los he visto) no te molestan, tampoco están las temidas vinchucas, ni las terribles hormigas coloradas que te hacen sentir como Tupac Amarú. No he visto esos cascarudos que se estrellan contra las paredes, tampoco alacranes, ni arañas, ni moscas. Eso sólo ya es algo así como la gloria. ¿No te parece?.
"O sea que tu problema son los insectos".
No, es que más vale expresar esas sensaciones que proveen de satisfacción. Son mínimas cosas claro, pero aquí no hay a quien picar porque todo funciona distinto... "Sí, sí, así es... funciona muy diferente... y hablando de mosquitos"...
Dicho sea de paso, ¿dónde queda el famoso árbol de la manzana?... No he visto una sola vívora y mira que hemos andado... "esa historia no es como te la han contado, hay árboles, sí y de todo lo que se te pueda ocurrir, manzanas también, pero eso ha sido una parábola confundida intencionalmente. En realidad tenía que ver con un libro y no con un árbol, mucho menos un manzano. Tampoco tuvo que ver con una vívora ya que perteneció al tiempo en que no existía el averno. Mucho menos tuvo que ver con la mujer ya que los ángeles, aquí, como puedes apreciar... no tienen sexo... no requieren del placer... ni tampoco se someten a las sensaciones. El texto original que describe esa situación puedes verlo en la biblioteca, pero no es este el momento, tenemos otras cosas que hacer. Sí puedo decirte que aquel hecho, desencuentro divino podríamos llamarle, generó que apareciese la vida en la Tierra de la que acabas de llegar. Más allá de las supuestas culpas, en realidad, se creó una paradoja cuya consecuencia fue la vida tal cual la conocemos. Fue necesario establecer una dimensión para aquellos que habían participado de la aventura de leer lo que no debían, lo demás... apenas es lo demás. Tampoco fue una pareja sino muchas almas y como para estar allá, era imprescindible crear un mecanismo para que unos bajaran, es decir, nacieran y otros regresaran o murieran, entonces, sólo entonces, se crearon las diferencias donde unos tienen lo que les falta a las otras, mientras que las otras tienen muchas cosas que le faltan a éstos. Bueno, tú me entiendes... y si no lo haces, da igual".

LA REVELACIÓN
"Mira, ven, asómate nuevamente. Alcanzas a ver la Tierra, ¿no?. ¿No?, pues entonces ponte aquí ya que lo que quiero mostrarte llegará hacia nosotros".
¿Cómo?... "es que la voluntad todo lo puede, ya te lo dije. Allá este fenómeno no ocurre, pero en esta dimensión es de uso corriente. Son privilegios de carecer del criterio del espacio-tiempo. No necesitas ir, alcanza con pensarlo y ya lo tienes ahí delante de lo que fueron tus narices".
Ah sí, veo un mosquito picando una naranja de cáscara gruesa. Muy gruesa. Debe tener un aguijón del estilo del trépano para petróleo. Madre mía si te conviertes en su víctima..., pero ¿dónde está?... ¿pero eso no es una góndola de supermercado?... ¿no estaremos por hacer un curso sobre la mosca de la fruta?... "Pues no te rías que esto es muy serio, importante y hace al viaje. Ese mosquito es simplemente una muestra de lo que está ocurriendo en la dimensión de los vivos. El ser humano en su afán por ocupar espacios, les ha privado de su medio ambiente, de su reservorio como dicen allí y tal como sucede en el siempre eterno, todo aquello que es desplazado busca conservar un nuevo espacio. Dicho mosquito conlleva el famoso dengue y mira que notorio, ha pasado por todos los controles sanitarios habidos y por haber y nadie ha reparado en que en dicha naranja viaja un mosquito epidémico que en ese intercambio de fluidos ayudará a que el cítrico sea vehículo de transmisión. El mosquito es del Amazonas, de la parte que ya no es... mientras que la naranja es del Paraguay... y la góndola del supermercado es de... bah, no tiene importancia. Lo mismo ocurre con las aves, que pierden sus nidos. Igual con los peces, y con los mamíferos que no tienen donde resguardarse de las locuras humanas. Nadie alcanza a inteligir lo que sucederá cuando las hormigas no tengan el medio apropiado que les fue conferido por gracia divina. Nadie tiene capacidad para pensar siquiera en lo que sucederá con las abejas, las avispas y los peligrosos camoatíes cuya picadura altera el sistema nervioso central a largo plazo, de manera silenciosa. Ningún ser humano se da cuenta que por cada hombre hay miles de millones en capacidad de transportar cosas que le son completamente desconocidas".
"Claro está... la ciencia hoy no es ciencia, sino apenas un discurso donde se recitan conocimientos, se vomita la soberbia académica, pero esa ciencia cada vez está más lejos del hombre y más cerca de las vanalidades propias de las desidias económicas de empresas que fabrican realidades apropiadas a sus demandas, a sus finalidades. Fabrican la circunstancia y los muchos se someten a ella. Algunos por inconsciencia, otros por comodidad, otros por prejuicio, unos por desinterés, pero ninguno repara en que esta actitud colectiva lleva al abismo. Los que denuncian, los pocos que se animan a transgredir el sistema se transforman en víctimas propiciatorias que son expulsadas del modelo. Por otra parte el modelo produce mecanismos que actúan al modo de la reacción inmunitaria, pero al revés, en vez de protegerte de los virus y las bacterias, matan al mensajero para permitir que ambos, virus y bacterias, ocupen cada vez mayor espacio".
Mira, mi sensación terrenal es que todo está mal allá abajo. Muy mal. No sé qué es lo que ocurre pero es como si algo muy grande se estuviese cocinando, cuyo final no parece lejano y tampoco feliz. Esto de la guerra con Irak, y la diseminación de virus por todo el planeta, y los desencuentros entre el que se cree dueño del mundo y los que no quieren ser sus súbditos, y el calentamiento global, y el aumento geométrico de la evaporación de las aguas, y la extraña calidad del aire que se respira, y tus virus, tus bacterias, los mosquitos y todos los etcéteras que quieras agregarle, me hacen creer que hay un nuevo orden preparándose para ser establecido, para ser ejecutado. No sé si es bueno. Tampoco sé si es malo. Pero entiendo que es necesario. Debe haber un cambio. En pocos años, todo se ha transformado. Se ha perdido el concepto de la importancia de la condición humana y por ende la calidad humana ha pasado a ser una entelequia de los libros porque en la rutina la única consigna es sobrevivir a cualquier precio. A nadie parece importarle nada del otro y así no sólo no se construye sino que se derruye lo que estaba... bien hecho. Me ha dado la impresión de estar en un mundo donde todo se encamina a que no haya trabajo para nadie porque algunos genios que le vendieron su alma al imperio inventaron el mecanismo para que las máquinas reemplacen al ser humano, sin reparar que las máquinas sólo producen sin solución de continuidad y los supuestos destinatarios, los humanos, al no disponer de trabajo, de un salario digno, ya no tienen con qué comprar lo que producen unos pocos. A veces he tenido la impresión de estar transitando los tiempos de la torre de Babel... todos hablan... nadie escucha... mucho menos entiende. La torre crece, sí, pero carece de finalidad y ninguno logra darse cuenta que dicha torre, en verdad, no sirve para nada, no lleva a ninguna parte, no contribuye a que las personas vivan dignamente... y que quieras que te diga, quizás esté mal lo que voy a expresar, pero cuando un alma en tránsito por la vida no lo puede hacer con dignidad, más vale no estar allí. Desconozco los fines divinos, pero llevo en mi alma los pesares compartidos con muchos y realmente me parece que lo que están viviendo ahí abajo está mal. No corresponde. Favorece a unos pocos, muy pocos. Produce un daño infinitesimal a muchos, a todos, porque finalmente las exclusiones superan en número a los que se dicen incluidos. Esos pocos viven manipulando las circunstancias para que las confluencias los favorezcan permanentemente. Ahí tienes el caso de la Argentina, esa sociedad parece perdida, acepta todo como si fuese natural y los políticos, es decir, ladrones, asesinos, violadores, estafadores, encaramados en el ejercicio del poder, se complacen en someter a la gente a sus fines sin que nadie atine a reaccionar. Te hablan de derechos humanos cuando en realidad es lo más cercano a la visión humana del infierno. Cuando crees que has alcanzado la meta, te corren el punto de llegada y tomas conciencia que debes recorrer un tramo más largo que el ya habías transitado. No hay propiedad privada porque las leyes están destinadas a cubrir las pretensiones del poder político y sólo eso. Pero si hilas fino es igual en todo el orbe. Los excluidos, los que no tienen voz, son tantos que el desequilibrio se ha hecho exponencial. Por momentos he tenido la impresión que alguna reacción de mayor envergadura a la revolución francesa sería posible, pero... sí entiendo que no hay capacidad humana para revertir este pandemónium de barbarie escudada en el poder político, en el imperio, en el grupo de los ocho, en donde quieras porque al fin y al cabo es lo mismo la derecha que la izquierda, es lo mismo ser demócrata que republicano, lo que está por fuera de los mecanismos de poder político y económico, carece de importancia. La crueldad a ultranza es la única consigna de las empresas y por consiguiente de quienes las lideran. Terroristas llaman unos a otros, pero en verdad el terrorismo nace en los estados del imperio. Mira los actos de barbarie en la Rusia respecto de los ex -miembros de la Unión Soviética. Mira la penosa vida que llevan los excluídos dentro de los límites del imperio. Mira lo que hicieron con el Líbano o con la ex Yugoslavia. Ahora están fabricando algo semejante para América Latina. Ya diezmaron el África hasta el hartazgo. Ahora van por más. Todo está cuestionado. Todo aparece en tela de juicio. Este modelo económico, industrialista y globalizado es contrario a la esencia humana. Compromete la vida en la Tierra y tal como dices, si ello sucede, si se pone en riesgo la continuidad de los ciclos... algo debe ocurrir para que se establezca un nuevo orden.
En el 2004 cuando sucedió el tsunami de Indonesia pensé que era el comienzo de ese nuevo orden, pero a decir verdad, me sentí frustrado porque el golpe lo recibieron los más débiles. Incluso llegué a pensar que había sido consecuencia de un experimento nuclear en el Océano Pacífico ya que la locura ha invadido las mentes apropiadas, las que a su vez controlan las economías de los medios periodísticos.
En el 2005 cuando los huracanes del Atlántico sumaron sus fuerzas para desolar algunos sectores del imperio, entendí que desde la dimensión en la cual nos encontramos estaban ensayando la furia primordial para re-establecer el orden pero otra vez me sentí frustrado al ver que el golpe, una vez más, lo recibían los más débiles y que los poderosos hacían gala de su poder al despreciar a aquellos que clamaban por una ayuda. Tengo grabada en mi mente una imagen de ese actor devenido en gobernador donde su rostro, su mirada, lo descubre despreciando a aquellos mismos que supieron confiarle su destino a través de un voto. Ni qué hablar de las caras del circunstancial dueño del imperio.
Ahora estoy convencido que ya son muchas las señales.
El que tenga oidos que oiga.
De pronto el mundo se ha llenado de virus creados antojadizamente en laboratorios militares, como si alguien entendiera que fabricando una pandemia puede acrecentar sus dominios. Pareciera que la Tierra toda es una gigantesca Atocha... ¿No tienes esa sensación?. El daño ejercido sobre otro ser humano está siempre cerca... ya no hay distancias... nada queda lejos. El sufrimiento de uno nos alcanza a todos, rápidamente.
"Bueno. Bueno. Lo que me has dicho era lo que te iba a decir yo, pero por lo que veo las gracias y los dones no han sido en vano. No has desperdiciado tu tiempo y te has detenido a pensar en la importancia del todo según la confluencia de las oportunidades. Pero... dime... ¿cómo harías tú para detener esta locura asquerosa del poder por el poder mismo?. Existen factores que están favoreciendo la circunstancia".
Tú me has traído hasta aquí. Tú me estás guiando. ¿Qué puedo agregar yo a las sapiencias del paraíso?... No soy nada... Tampoco soy nadie... Uno más, inválido, desempleado, envejecido, ¿de qué puede valer mi pensamiento?, más aún en un lugar donde las almas están avocadas a construir el mañana posible. Lo que me pides es patrimonio único de Dios. Sólo de él. Él es la fuente de todas las cosas. Yo no alcanzo a ser ni una gota de agua.
"No confrontaré con lo que terminas de expresar. Simplemente responde a mi pregunta... ¿cómo harías tú para detener esta locura asquerosa del poder por el poder mismo?, ¿Cómo?. Tú has hablado y te he escuchado respetuosamente, dando espacio a tus pensamientos. Hemos coincidido en el sentimiento por lo expresado pero ello implica un compromiso para tí. Así son las cosas aquí. Nadie puede escapar a sus sentimientos y dado que has dado testimonio de tu pesar por los sufrimientos de los otros... es tiempo que respondas lo que se te ha preguntado. Vamos, no tienes alternativa".
En primer lugar no me resulta fácil asumir una respuesta cuando desconozco el sentido de las confluencias de las vertientes de los libros de la vida de las personas que ocupan cuerpos en la Tierra. Te aclaro que no me escudo en ello para no dar una respuesta, es que recién me estoy familiarizando con las pautas de esta dimensión. Quizás mi intención sería buena y el resultado de su ejecución podría ser nefasto. Hay tantos ejemplos..., son tantas las víctimas... Estoy lejos de querer ser parte de un cataclismo bíblico. Mucho más de ser su mentor y ni que hablar de la condición de promotor.
"¿Entonces?".
Mira, dado que no se puede detener la Tierra sin provocar un caos planetario, modificaría simplemente ciertas pautas habituales de esta civilización, algo así como desordenar la rutina. Cambiaría el sentido de los polos lo cuál inutilizaría la capacidad eléctrica instalada. Con ello no habría más luz. No habría más energía artificial. Los motores quedarían inutilizados. Eso sumiría al planeta en una quietud y en un silencio meridianos. Crearía un nuevo mecanismo para producir las tormentas porque las valencias atómicas serían otras. No le quitaría la vida a nadie. No alteraría los ciclos ya establecidos. No provocaría un caos masivo de almas emigrando hacia las dimensiones contiguas, pero sí enviaría a algunos ángeles para hacer sonar sus trompetas convocando a los espíritus respirantes, a los vivos, en una oración común del todos por todos, sin distinción de credos, razas ni sexos. Crearía impedimentos para aquellos que ostentaron el poder y mal usaron sus oportunidades a favor del prójimo. Cuando se modifican las pautas de poder, automáticamente cambian los roles, así es que eso sería lo adecuado. Si no hay electrónica, si otro es el sentido eléctrico de la Tierra... no habría celulares... no habría TV... tampoco radio..., es más, habría que re-inventar la civilización.
Imagínate intentar subir a la cima de la Torre Eiffel por la escalera. ¿Sabes cuántas cosas perderían instantáneamente su valor?.
Los ángeles me parecen necesarios porque los seres humanos deberían contar con la oportunidad de glorificar al creador, dignamente, no a través de templos de piedra, no mediante el oficio de hombres cuyas capacidades no difieren ante Dios, sino otorgándosele la oportunidad de hacer un templo de la propia alma. Esos ángeles ayudarían a propiciar la confluencia de sentimientos para poder ejercer la oportunidad. Imagina una plegaria masiva, unánime, común, en todas las lenguas vivas de este tiempo, en una Tierra cuya superficie está quieta, en silencio, donde no hay ruido de autos, ni aviones, ni barcos, donde las máquinas se han detenido, donde ya no hay emisión de gases, donde no hay forma de sacrificar masivamente a los animales, donde hay que caminar, donde puedes apreciar el cielo diurno o el nocturno, donde todo regresa al sentido original. Allí quedaría en evidencia que un cristiano no es más que un judío o un musulmán, y que éstos no son distintos a aquel. Allí quedaría en evidencia que los orientales no son distintos a los occidentales.
Es sencillo, esa sería la solución que aportaría a favor del nuevo orden.
Qué hacer con caminos por donde nunca más transitará vehículo alguno. Qué hacer con la chatarra de aviones que no pueden volar ni de barcos monumentales que no pueden salir de sus puertos porque no hay cómo ponerlos en marcha. Imagínate una humanidad nueva, sin memoria porque todo ha quedado dentro de una PC sin posibilidades de ser encendida. Imagínate miles de satélites inservibles porque no se puede leer su información. Imagínate a las gentes aprendiendo a cultivar, a sentir el valor del polvo, de la tierra, del barro, aprendiendo a vivir... en serio.
Lo demás, el resto, lo que debería suceder por fuera pertenece a un orden que me excede. No tengo como pensar en ello porque no estoy en condiciones de hacerlo.
"Has dado una versión comprometida que realmente agradezco. No esperaba otra cosa de ti".
Todos están pensando en un apocalipsis bíblico. En un cataclismo global. Creo que la solución puede ser mucho más simple, definitiva y demanda una oración masiva que debe tener lugar en aquella dimensión. Una oración por el regreso a las fuentes, por la comunión de las almas, una oración por la vida.
"Bien, bien, me da placer escuchar esto".
"Prefieres cambiar el sentido de las plagas por el de la oración al aire libre. Novedoso. Distinto. Nunca antes promovido desde el acá".
Es que la oración representa la llave para abrir la ventana que da acceso a las fuentes del espíritu. Imagino el murmullo de todas las personas convocadas en una jornada completa de oración, ¿qué mejor himno de reverencia a Dios que ése?. Ni los agnósticos podrían negarse. Sería algo así como una verdadera Pascua, aunque este no sería un hecho cristiano exclusivo por lo cual no debería corresponderse con fechas de alguno de los cultos. Sucede que no encuentro las palabras adecuadas para la importancia de un momento como ése. Lo imagino y se me pone la piel de gallina. Ah!, cierto que ya no tengo piel... bueno, me corre un frío por no sé dónde.
"Sabes que los poderosos tratarían de apoderarse de los remanentes de combustibles para disponer de la poca luz, del papel, de las telas o de lo necesario para sobrevivir".
Sí, soy consciente de ello pero en el fondo sería un tema menor porque la conciencia colectiva estaría en capacidad de evitar que ello sucediera. Por otra parte, una cadena de oración diseminada por todo el mundo seguramente cambiaría muchas cosas. Los odios ya no serían tales y la espiritualidad se adueñaría del mundo y de sus almas.
"Parece una solución adecuada".
Reitero... no sé si lo es. No puedo ver detrás del horizonte. Sólo sé que no quiero que este mundo, la tierra de los hijos y nietos de todos, se transforme en una hoguera de fanatismos. No quiero un Atocha universal. Quiero que el libro de la vida de los espíritus se cumpla según los planes superiores. Nada más que eso. Es suficiente. Es justo y necesario.
"Que así sea. Cúmplase lo que has dicho...", no, no, pero te he dicho que no soy nada ni nadie para imponer una idea..., "Vamos hombre, ¿sabes la distancia que existe entre el diluvio y una oración?..., ¿Acaso imaginas la distancia entre un sacrificio masivo y una oración de todos por todos?... Demos oportunidad a un nuevo Sol: 4-ESPÍRITU su signo".
"Regresa ahora a la Tierra y escríbelo. Acondicionaremos las circunstancias para que confluyan los sentimientos y se alcance el objetivo del plan divino... Ve, despierta y despierta a su vez a las almas... promueve las confluencias".

EPÍLOGO ANUNCIADO
Sí, sí, me veo. Estoy escribiendo. En realidad estuve haciéndolo tal cual me lo pediste porque cuando me quise despertar vi a mis hijos rodeándome y les quise decir que no se preocuparan que estaba bárbaro y que les dejé un mensaje en la PC, pero en verdad no pude. Al fin y al cabo, quería decirles que sólo era un sueño, contigo, pero no me escuchaban y yo sí podía escucharlos a ellos. Menos mal que antes, oportunamente, les dije que quería que cremaran el cuerpo porque las ideas no se evaporan, como así tampoco los afectos y los he querido tanto, a pesar de las diferencias propias de las convicciones. Bueno, pero hay una copia impresa justo allí y otra que envié al concurso. Sí, el de España. El Melocotón Mecánico... aunque por estos lares pocos recuerdan lo que es un melocotón. Melocotón... Qué diría Stanley Kubrick... Pero, qué lo van a elegir si yo ya no estoy aquí. Cómo puedo hacer para explicarles que todo es lo mismo. Dime, conciencia, ¿cómo?. Allí está Vieri y por fin, ahí viene Horacio. Amigos del alma. Ya estoy en casa. Anhelé tanto esta paz... tanto. Dios los bendiga, a todos. Qué perfume que hay aquí!... no lo imaginan.
2006-01-31
DEDICADO A:
María Constanza Cerasale
María Eugenia Cerasale
Matías Nicolás Cerasale
Norberto Alejandro Cerasale
mis hijos de esta vida.

PÁGINAS: 29 (VEINTINUEVE)
PALABRAS: 10.456
CARACTERES SIN ESPACIOS: 50.610
CARACTERES CON ESPACIOS: 60.969
PÁRRAFOS: 109
LÍNEAS: 803
EN LA CIUDAD DE SALTA, ARGENTINA, A LOS 31 DÍAS DEL MES DE ENERO DE 2006.

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